SALUD-CHILE: Insuficientes recursos para lucha contra el sida

La coordinadora nacional de Chile de personas con sida Vivo Positivo piensa llegar hasta los tribunales internacionales luego de que la Corte Suprema de Justicia rechazara en noviembre por segunda vez una demanda contra el Estado por negar el derecho a la salud y a la vida.

Un enfermo de sida con escasos recursos debe esperar a que otro muera para obtener la terapia que le permitirá continuar con su vida, dijo a IPS César Herrera, presidente de Vida Optima, una de las organizaciones que conforman Vivo Positivo.

«En nuestra Constitución dice que tenemos derecho a la salud pero no a los medicamentos. Y sin medicamentos no hay salud, es una contradicción tremenda», afirmó Herrera.

Este año se incorporó la atención de personas con sida al Programa de Prestaciones Complejas del Fondo Nacional de Salud, lo que implica proteger los recursos para la atención de la enfermedad ante a una emergencia nacional, dijo Gloria Berríos, de la Comisión Nacional del Sida (Conasida), dependiente del Ministerio de Salud.

Vida Optima considera que los recursos destinados por el Estado al tratamiento de personas con sida son insuficientes en un país con 3.741 enfermos y 4.392 portadores asintomáticos, según el último boletín de la Conasida.

Las cifras reales, sin embargo, serían más altas si se tiene en cuenta que cada médico debe notificar al Ministerio de Salud cada caso detectado de virus de inmunodeficiencia humana (VIH), un procedimiento que no se cumple rigurosamente y es particularmente grave en el interior del país.

Además, las clínicas particulares no deben comunicar sus casos al gobierno, por lo que no aparecen en las cifras oficiales, así como quienes se atienden fuera del país, indicó Herrera.

El Estado entrega 750 triterapias y 750 biterapias -combinación de dos o tres medicamentos-, por lo que al menos 2.241 enfermos deben hacerse cargo de su tratamiento, que en el caso de la triterapia pueden alcanzar a 714 dólares, en un país donde el sueldo mínimo es de 178 dólares.

Ante lo costoso de los medicamentos, Chile está participando de un proyecto piloto liderado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-Sida (Onusida), que procura obtener precios preferenciales mediante negociaciones directas con los laboratorios.

Las esperadas terapias se asignan sólo desde 300 linfocitos (defensas del organismo) hacia abajo, cuando ya hay riesgo de muerte, aun cuando los tratados internacionales hablan de 500. Una persona sana tiene de 800 a 900 linfocitos.

Esta exigencia, en vigor desde septiembre de 1999, está dada por el Protocolo Nacional de Terapia Antiretroviral vigente, que clasifica a las personas de acuerdo al riesgo de progresión de la infección.

Conasida pretende revisar, evaluar y actualizar esta versión en marzo, una tarea que se hará en forma conjunta con médicos y representantes de universidades y sociedades científicas, y antes de implementarse se enviará a Vivo Positivo, indicó Berríos.

Otra crítica que se le formula a Conasida es que utiliza mal los pocos recursos que el Estado destina a esta causa, por ejemplo al iniciar las terapias sin hacer exámenes previos para identificar los antivirales más adecuados para el organismo de cada persona.

«Puedes estar dos años gastando ocho millones de pesos en vez de gastar 150 al principio y la persona se habría salvado», afirmó Herrera.

La incorporación del exámen de genotipificación tendría para el Estado un costo aproximado de 482.000 dólares al año.

«Hay que considerar que en Chile la triterapia es relativamente reciente y que la recibe un número limitado de personas, por lo que este año, en que el presupuesto asignado permite sólo dar continuidad a las terapias prescritas, no podemos desviar fondos a otros exámenes», arguyó Berríos.

Un buen tratamiento le ahorraría dinero al Estado, ya que sale más caro un paciente que no tome sus medicamentos y deba hospitalizarse regularmente, según Herrera.

Con un nuevo tipo de VIH, llamado virus de resistencia múltiple, dado a conocer en la última Conferencia Internacional del Sida celebrada en Ginebra, surgió otro problema. Los científicos creen que esta modificación del virus nace por la falta de rigurosidad en los tratamientos.

En Chile, podría plantearse esta situación, ya que los los enfermos suelen interrumpir sus tratamientos por falta de dinero o recurren a la biterapia.

Cuando alguien porta este virus lo contagia ya mutado, y hasta ahora no existe tratamiento alguno que detenga al virus de resistencia múltiple.

El Estado chileno le entrega a Conasida los mismos recursos desde hace tres años, aunque la enfermedad aumenta 25 por ciento por año, según el último boletín epidemiológico de la entidad.

Por ello, Conasida debe escoger entre las campañas de prevención y salvar a personas con sida, lo que se traduce en la ausencia de campañas televisivas desde 1997, cuando fueron censuradas por canal 13, perteneciente a la Iglesia Católica.

Herrera aseguró que con prevención y educación el sida podría controlarse, y puso como ejemplo a un grupo de trabajadoras sexuales del área norte de Santiago, que tienen un promedio de 40 relaciones sexuales a la semana y ninguna vive con sida, porque se organizaron y usan preservativos. (FIN/IPS/tv/ag/he hd/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe