MEXICO: Zapatistas marchan con la bendición y las faltas de Fox

Los líderes del guerrillero EZLN, de México, comenzarán su marcha a la capital este domingo desde esta ciudad del estado sureño de Chiapas con la bendición del presidente Vicente Fox, actitud que los rebeldes califican de hipócrita.

Fox dice que demostró con hechos que desea la paz con el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), pero en una de sus promesas centrales, que es liberar a zapatistas presos, no dio ni un paso adelante, dijeron a IPS en San Cristóbal simpatizantes del grupo y portavoces de organizaciones humanitarias.

«Bienvenida la marcha que será el puente para la paz y la reivindicación de los pueblos indígenas (…), (el gobierno) quiere una paz de hechos, no de palabras», expresó el mandatario el viernes por la noche en cadena nacional de radio y televisión.

Veinticuatro jefes del EZLN saldrán este domingo de San Cristóbal de las Casas, en el sur de México, para cumplir un periplo por 12 estados del país que concluirá el 11 de marzo en la capital, donde demandarán al Congreso legislativo la aprobación de una ley de derechos indígenas.

No es una marcha para reanudar las negociaciones de paz con el gobierno, aclararon los guerrilleros.

Precisaron que el diálogo, suspendido en 1996, se retomará sólo cuando el gobierno gestione la libertad de todos los zapatistas detenidos, se retiren tres destacamentos militares más de Chiapas — Fox ya retiró cuatro— y se apruebe la ley indígena.

La libertad de 42 presos, publicitada por la administración de Fox como una muestra de su buena fe e interés por la paz, fue en realidad obra de gobiernos estatales, que ordenaron a sus fiscales desistir de las acusaciones, afirmó Abelardo Méndez, representante de los guerrilleros encarcelados.

En las cárceles permanecen aún detenidos 58 presuntos guerrilleros, la mayoría en una cárcel de San Cristóbal, ciudad de 140.000 habitantes que el EZLN ocupó en enero de 1994, cuando declaró la guerra al gobierno.

La suerte de 11 detenidos está en manos de Fox, pues son acusados por fiscales federales.

Marina Jiménez, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, indicó que las evidencias demuestran que aún no han sido revisados los expedientes de los detenidos por cargos federales de homicidio, robo, despojo y asociación delictiva, entre otros.

Además, existen decenas de órdenes de detención, dictadas años atrás contra presuntos rebeldes, que no se han ejecutado, pero que tampoco se anularon, lo cual correspondería hacer al gobierno.

El EZLN argumenta que la permanencia de zapatistas en prisión permite concluir que el gobierno considera delincuentes a los miembros del grupo armado.

La mayoría de los presuntos guerrilleros fueron detenido en 1995, cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), acusó al EZLN de prepararse para realizar acciones armadas, pese a mantener contactos y negociaciones de paz con el gobierno.

Los zapatistas no combaten desde el 12 de enero de 1994, cuando el presidente Carlos Salinas (1988-94) ordenó detener los ataques contra el grupo y comenzó un proceso de negociaciones.

Fox, quien asumió la Presidencia en diciembre, sostiene que demostró con hechos su deseo por firmar la paz definitiva con los rebeldes y promete que adoptará medidas adicionales en esa dirección en las próximas semanas.

Sin embargo, el subcomandante Marcos, máximo líder de la guerrilla, declaró que la preocupación central del gobierno no es la paz en Chiapas, sino aparentar que la «paz es posible o ya es un hecho».

Con una campaña publicitaria de gran alcance, el «señor Fox» se esfuerza por hacer aparecer la marcha zapatista como una movilización foxista, agregó.

Pero Fox expresó el viernes en su mensaje al país que «el tiempo del cambio es también el tiempo de la reconciliación. Por eso hoy los mexicanos y mexicanas le damos la bienvenida a la marcha zapatista, a la marcha por la paz».

«Son ustedes, hermanos y hermanas indígenas, la más alta prioridad para este gobierno. Nos queda mucho por hacer y no hay que perder tiempo», manifestó.

Fox, a diferencia de sus antecesores Zedillo y Salinas, se apropió del lenguaje y las reivindicaciones de los guerrilleros, pero además entró a jugar una guerra mediática, en la que antes sólo destacaba Marcos, opinó el analista Carlos Ramírez.

El presidente y su equipo aparecen continuamente en los medios de comunicación con declaraciones en las que aseguran que el gobierno demuestra con hechos concretos que busca la paz con el EZLN.

En menos de tres meses de gestión, el presidente retiró cuatro de los siete destacamentos militares que demanda la guerrilla, apadrinó la ley de derechos indígenas ante el Congreso y sostiene que hizo todo lo necesario para obtener la libertad de presos zapatistas.

También, en una coincidencia de tiempos que despierta suspicacia entre los observadores, las dos principales cadenas de televisión del país, Televisa y TV Azteca, comenzaron la semana pasada una amplia campaña en la que sostienen en diversos mensajes «que hoy es el momento de la paz».

Las dos empresas de comunicación, antes enfrentadas con particular encono, convocaron para el 3 de marzo a un concierto de rock en el estadio Azteca de la capital, con capacidad para 100.000 personas, para recaudar fondos para los indígenas de Chiapas e invitaron a abogar por la «firma de la paz». (FIN/IPS/dc/dm/ip/01

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