MEXICO: De Cancún a Chiapas, globalifóbicos en acción

Cientos de jóvenes de todo el mundo que con orgullo se autodenominan «globalifóbicos» encontraron en México razones para reunirse y protestar, pero la fuerte represión policial que esperaban nunca llegó.

Estuvieron en Cancún, balneario donde este martes terminó una cita de dos días del Foro Económico Mundial, y en Chiapas, estado sureño donde empezó el domingo una marcha de jefes guerrilleros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hacia la capital.

Oriundos de la capital de México y del extranjero, en especial de Europa, los globalifóbicos —palabra acuñada por políticos y analistas para referirse a quienes se oponen a la globalización— se organizaron con semanas de anticipación para protestar y enfrentarse con una represión policial a la que creían inminente.

Entre los grupos participantes en las protestas se destacaron el Consejo General de Huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México, integrado por estudiantes, y Monos Blancos, de Italia.

Pero en Cancún no se registró ningún choque importante con la policía, y en el viaje del EZLN, al que se sumaron los que estuvieron en el balneario, todo marcha sin contratiempos. Los manifestantes cuentan, incluso, con la protección de las fuerzas de seguridad.

Lejos de amenazar a los grupos de globalifóbicos, el gobierno del presidente Vicente Fox ofreció diálogo en Cancún y saludó la marcha del EZLN.

Los globalifóbicos, que lograron fama en los últimos años por sus protestas en foros mundiales sobre comercio, desarrollo y finanzas, tuvieron este martes la oportunidad de participar en un debate abierto con los miembros del Foro Económico Mundial, sin que se presenten problemas.

Por el lado del Foro, que celebra su reunión anual ordinaria en el centro turístico suizo de Davos, participó el director de Agenda de la organización y ex presidente costarricense José María Figueres y el vicepresidente de Goldman Sachs, Guillermo de la Dehesa.

Por el otro lado, debatieron Héctor de la Cueva, de la Alianza Social Continental, y Alberto Arroyo, de la Red Mexicana frente al Libre Comercio.

Además, estuvieron Gustavo Codes, de la Central Unica de Trabajadores de Brasil, y Christhope Aguiton, de la organización francesa Attac.

Fox dispuso para Cancún un operativo policial fuerte, pero con órdenes de evitar choques, y para la marcha del EZLN un plan de protección discreto, que no interviene en ninguna de las actividades públicas de los comandantes y sus seguidores.

En conjunto fueron destacados a la custodia de ambos acontecimientos unos 4.000 policías.

«Si lo que quieren (los globalifóbicos) en México es una foto de represión y macanazos, no se la vamos a regalar», dijo Francisco Arellano, coordinador de la Policía Federal.

El gobierno entiende las preocupaciones de los grupos que participaron en las protestas en Cancún y de los que se manifiestan en la marcha zapatista y los invita a expresarse y dialogar, declaró la portavoz de la Presidencia, Martha Sahagún.

Sebastián, un estudiante universitario español que viajó por su cuenta para participar en la marcha zapatista, señaló que se siente feliz de estar en México para «luchar contra las injusticias», uno de sus objetivos de vida.

La marcha de los guerrilleros que llegará el 11 de marzo a la capital representa para él y otros extranjeros el corazón de la actual lucha contra la globalización, dijo Sebastián.

Los 24 jefes del EZLN, guerrilla de corte indígena que apenas combatió 12 días en 1994, viajan desarmados con el objetivo sumar adeptos a su causa y pedir al Congreso legislativo la aprobación de una ley que garantice los derechos de los pueblos nativos mexicanos.

Sebastián debió mentirle a sus padres y suspender sus cursos para salir de España y participar en el «zapatour», una caravana de más de 100 automóviles. «Dije que iba a hacer turismo, pues si saben que vengo a una marcha de guerrilleros me matan. Además, salirme de mis clases me costará», expresó.

En Chiapas, cuando los jefes del EZLN emprendieron su viaje, cientos de extranjeros vitoreaban a los insurgentes, en especial a su líder, el subcomandante Marcos.

«Marcos es uno de los líderes de México y del mundo», expresó Guisseppe Partini, uno de los miembros del grupo italiano Monos Blancos, que se visten íntegramente de ese color.

Ante la sorpresa de muchos indígenas, unos 20 miembros de ese grupo llegaron a San Cristobal, en Chiapas, entonando consignas de la guerrilla y saltando al unísono en el lugar donde el EZLN convocó una concentración el sábado.

Hoy, varios de ellos acompañan la marcha y participan en todas las concentraciones públicas que organizan los guerrilleros.

Pero además, el comando del EZLN decidió encomendarles tareas de seguridad. Periodistas y simpatizantes de la guerrilla que viajan en la caravana denunciaron que los Monos Blancos actúan de forma prepotente e impiden acercarse a los jefes insurgentes.

Mientras cantan «E… Z… L… N… Zapata vive, la lucha sigue y sigue…», los seguidores de los guerrilleros comparten el orgullo de ser calificados de globalifóbicos, según declaró Sebastián, el estudiante español. (FIN/IPS/dc/mj/ip/01

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