GUINEA: Miles de refugiados atrapados entre dos fuegos

La situación de más de 200.000 refugiados de Sierra Leona y Liberia en campamentos de Guinea es desesperante luego de que las organizaciones humanitarias que los ayudaban se retiraron de ese país por la creciente inseguridad.

Guinea sufrió incursiones rebeldes de Sierra Leona y Liberia en los últimos meses.

"Nuestro temor ahora es que los refugiados huyan de los campos y sean confundidos con rebeldes por las fuerzas de seguridad guineanas, lo cual pondría en peligro sus vidas", dijo en Freetown un funcionario del Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

ACNUR anunció que en los próximos meses repatriará a 50.000 refugiados a sus países de origen, y que no cesará hasta que todos sean repatriados.

Incluso los propios refugiados exigen la repatriación mientras los combates se desarrollan cerca de sus campos. Tanto las fuerzas de seguridad de Guinea como los rebeldes los han tomado de blanco.

La mayoría de los refugiados son mujeres y niños, lo cual los hace más vulnerables a los efectos de la lucha. Aquellos que lograron volver a sus hogares cuentan relatos de intimidación, violencia y robos de propiedad por soldados de Guinea que los acusaron de colaborar con los rebeldes.

Isatu Sesay, que volvió a Sierra Leona con un bebé de cinco meses, contó que "la fuga de esa región fronteriza fue una pesadilla. La gendarmería guineana me detuvo con mi bebé y otros 50 refugiados durante 21 días acusándonos de simpatizar con los rebeldes".

Sesay, de 21 años, afirmó que "mucha gente murió en el proceso de fuga, ya sea por inanición o porque resultó abatida por las tropas guineanas".

Como los combates continúan, el ejército de Guinea envió más tropas y helicópteros artillados para ubicar y desalojar a los rebeldes. Sin embargo, los refugiados sufren ya que sus campos fueron barricados y sus ocupantes acosados con el menor pretexto.

"Somos como peones en el juego de la guerra", afirmó Bailkor Sillah, de 40 años, que retornó a Freetown. "Dondequiera que atacaban los rebeldes, éramos responsables. El ejército de Guinea se las tomaba con los refugiados y nos maltrataba…", contó.

Voluntarios que se retiraron de la zona de guerra dijeron que escaseaban víveres y medicamentes por lo cual los niños morían en grandes cantidades. Los ocupantes de los campos se ven obligados a buscar en los bosques vecinos frutas y hortalizas silvestres.

Se calcula que hay más de 250.000 refugiados procedentes de Sierra Leona y Liberia donde la guerra civil causó devastación masiva y los obligó a huir. Pero como la situación empeora a diario, algunos refugiados de Sierra Leona volvieron a casa por su cuenta, en embarcaciones o a pie por la selva.

Fuentes de ACNUR dijeron que ya retornaron 17.000 exiliados y que fueron instalados provisoriamentre en el distrito de Lungi, en los aledaños de Freetown. Las autoridades informaron que intentan hacer los arreglos necesarios para enviarlos a sus pueblos y aldeas de origen.

Pese a que el gobierno de Freetown buscaba fondos para repatriar a los refugiados atrapados en Guinea, quienes volvieron hasta el momento lo hicieron por sus propios medios. "Muchos, sino todos los refugiados dejados atrás quieren volver pero no tienen medios", dijo Fatu Kamara, un repatriado.

El conflicto en Guinea comenzó en septiembre cuando disidentes armados cruzaron las fronteras con Sierra Leona y Liberia, lanzando ataques contra varias poblaciones guineanas en los límites occidental y meridional.

Más de 500 personas fueron asesinadas y se destruyeron propiedades por millones de dólares. Se teme que la escalada del conflicto en Guinea pueda sumergir de nuevo a la región en el caos y cause una crisis humanitaria peor.

El gobierno guineano del general Lansana Conte culpó en un comienzo de los ataques a Liberia que, a su vez, lo acusó de respaldar a los insurgentes que pretenden derrocar el régimen de Charles Taylor en Monrovia.

Sin embargo, enseguida se culpó a disidentes guineanos por la invasión.

Como la situación se sigue deteriorando, la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental ha ordenado el despliegue de fuerzas de paz a lo largo de las fronteras comunes de Sierra Leona, Guinea y Liberia. Pero eso aún debe ser implementado mientras el conflicto se agudiza.

ACNUR describió la crisis en Guinea como "su misión más difícil en los últimos tiempos".

Entretanto, los guineanos han enviado más tropas a la disputada región limítrofe, y aumenta el temor de que eso no redundará en el interés de los refugiados tomados entre dos fuegos por fuerzas armadas hostiles. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/ego/aq/pr ip/01

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