DERECHOS HUMANOS-YUGOSLAVIA: Gobierno limpia imagen de la policía

El gobierno de Yugoslavia lleva a cabo una campaña para cambiar la imagen de la policía, en un intento por diferenciarse del régimen represivo del ex presidente Slobodan Milosevic (1989-2000).

«Las cosas están cambiando en Serbia. La policía nunca más será usada con propósitos políticos y nunca más actuará contra la ley», afirmó el ministro del Interior, Dusan Mihajlovic.

La Oposición Democrática de Serbia (DOS) asumió el gobierno a fines de enero, luego de ganar las elecciones del 23 de diciembre.

La victoria puso fin a 55 años de comunismo, que incluyeron al gobierno de Milosevic, presidente de Serbia de 1990 a 1997 y de la República Federal de Yugoslavia (constituida por Serbia y Montenegro) hasta octubre pasado.

Con el cambio de gobierno, Goran Petrovic fue nombrado nuevo jefe de policía.

«Les puedo asegurar que no hay más teléfonos intervenidos y nuestro trabajo se desarrolla estrictamente bajo la ley», afirmó Mihajlovic.

En tiempos de Milosevic, la policía serbia era el símbolo de la represión. Estaba integrada por más de 100.000 efectivos en un país con 7,5 millones de habitantes, cuando la de Nueva York, con ocho millones de personas, tiene sólo 38.000.

El más célebre de sus departamentos es el Servicio de Seguridad del Estado (SDB), acusado de cometer varios secuestros y asesinatos políticos, así como de intervenir teléfonos de opositores al régimen de Milosevic.

Una de las primeras medidas del ministro del Interior al asumir al cargo fue entregar a la nueva administración toda la documentación recolectada por la policía serbia en la era Milosevic sobre las actividades del movimiento popular opositor Otpor (Resistencia).

Ex líderes opositores, ahora miembros del gobierno, así como periodistas independientes y ciudadanos comunes esperan que Mihajlovic les permita acceder a los documentos también. Esta medida, que se espera para las próximas semanas, será la primera de su clase en 55 años.

«Milosevic hizo de la policía su guardia personal y la puso entre él y sus oponentes. Los fondos para la policía eran mayoes que los destinados para el cuidado de la salud y la educación. El presupuesto de la policía era seis veces más alto que el del ejército», dijo a IPS el analista Danijel Sunter.

Milosevic proveyó a la policía dinero y equipos, incluso vehículos blindados y armas pesadas, y le permitió actuar con gran violencia contra las protestas opositoras, como en las manifestaciones de 1992, 1993, 1996 y 1999.

Pero la policía lo abandonó por primera vez el 5 de octubre, cuando cientos de miles de serbios salieron a las calles de Belgrado a protestar por la resistencia de Milosevic a abandonar el poder, luego de haber perdido las elecciones del 24 de septiembre ante el candidato del DOS, Vojislav Kostunica.

«O estamos del lado de nuestro pueblo, o estamos de su lado: la elección es sencilla», dijo a IPS un policía durante las manifestaciones de octubre. Ese día, los efectivos se sacaron partes de sus trajes antidisturbios y las distribuyeron entre los manifestantes.

La política del gobierno de cambiar la imagen de la policía tomó vigor en los últimos días. El Ministerio del Interior publicó en su página web documentos que implican a autoridades policiales en delitos de corrupción, en un intento de mejorar la reputación de la fuerza y darle más transparencia.

La campaña para erradicar la corrupción dentro de la policía terminó con 23 arrestos y 89 acciones judiciales en los últimos meses, informó el Ministerio.

Así mismo, el gobierno lleva a cabo una campaña para convencer a la población de que no debe temerle a la policía.

El ministro del Interior de Serbia, Zoran Zivkovic, publicó un folleto con instrucciones para los ciudadanos sobre sus derechos y sobre cómo actuar ante abusos policiales. Contiene también un código de la Organización de las Naciones Unidas que regula el comportamiento de las autoridades.

«Espero que la población deje de temerle a la policía y al Estado y comience a sentirse segura en su propio país», afirmó Zikovic, uno de los líderes del DOS.

«Lamentablemente, (nuestra) policía violó estos derechos humanos muchas veces… Eso no debe volver a suceder», dice el folleto en su introducción.

Pero el proceso de reformas de la policía ha tenido algunos puntos polémicos. La designación de Sreten Lukic como nuevo jefe de Seguridad Pública provocó duras reacciones por parte de organizaciones no gubernamentales y activistas de los derechos humanos.

Lukic fue el comandante de la policía serbia en Kosovo en tiempos de la represión ordenada por Milosevic contra la mayoría albanesa de esa provincia sureña en 1998 y 1999.

El Centro de Derecho Humanitario, una de las principales organizaciones civiles de Serbia, calificó el nombramiento de Lukic como una medida «absolutamente inaceptable». Sin embargo, la policía, y el propio Lukic, no contestaron aún las críticas.

«Ya veremos si las cosas están realmente cambiando», dijo un activista de Belgrado. (FIN/IPS/tra-en/vpz/mn/rp-mlm/hd/01

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