La presión sobre el gobierno de Sudáfrica en procura de indemnización a las víctimas del apartheid va en aumento, y ahora se extiende a los empresarios blancos, que se beneficiaron de las leyes laborales del régimen racista desmantelado en 1994.
Muchas de las grandes empresas del país se enriquecieron bajo una legislación laboral discriminatoria por la cual la población negra trabajaba como mano de obra barata, con una paga inferior a la de la minoría blanca.
El apartheid (segregación racial institucionalizada en perjuicio de la mayoría negra) también prohibía a los negros desempeñar determinadas profesiones y estar a cargo de negocios.
Las víctimas del régimen piden ahora compensaciones. Algunos quieren el dinero para enviar a sus hijos a la escuela y otros para construirse una casa.
Uno de los afectados, Riefaat Hattas, de la localidad de Mitchell's Plain, en las afueras de Ciudad del Cabo, dijo que necesita el dinero para someterse a un tratamiento psicológico y acabar así con las pesadillas y los trastornos que sufre desde que fue torturado por la policía del apartheid.
El juez Richard Goldsonte agregó su nombre al creciente número de personas que exigen al gobierno y a las empresas que colaboraron con el régimen el pago de indemnizaciones a las víctimas.
«Los representantes del apartheid, culpables de varios delitos contra la humanidad, fueron beneficiados por una anmistía concedida por la Comisión por la Verdad y la Reconciliación, pero miles de víctimas no recibieron aún la comepensación que la misma Comisión ordenó», señaló Goldstone.
La Comisión comprobó que las principales empresas del país «desempeñaron un importante papel en la distribución de la riqueza en Sudáfrica» durante el apartheid y recomendó que contribuyan a «beneficiar a los pobres a través del pago de un impuesto a la riqueza».
La Comisión calculó que unos 2.900 millones de rands serían suficientes para las compensaciones, y recomendó que se paguen entre 17.000 y 21.000 rands anualmente durante seis años a unas 21.000 víctimas. Un dólar equivale a 8,7 rands.
Pero las empresas se niegan a pagar las compensaciones. La Comisión está elaborando un informe en el que critica con dureza la falta de cooperación de los empresarios.
Hasta ahora, sólo la compañía minera De Beers dijo que considerará reparar a sus ex empleados negros que fueron discriminados tanto en materia de salario y nunca obtuvieron ascenso.
AngloAmerican, el Grupo Rembrandt, Tongaat-Hulett, Woolworths y Barloworld son algunas de las firmas que ya confirmaron ante la Comisión que no repararán a las víctimas.
«Estamos molestos por la respuesta de los empresarios. La mayoría de las firmas se beneficiaron de las leyes del apartheid y ahora se resisten a compensar a las personas que sufrieron ese régimen inhumano», declaró el presidente del Comité de Rehabilitación y Reparaciones de la Comisión, Hlengiwe Mkhize.
Por su parte, Saki Macozoma, ex opositor al régimen racista y ahora ejecutivo de Standard Bank Investment Corp., cree que repartir dinero ente las víctimas es una medida inútil.
El gobierno es también criticado por falta de cooperación. «Las autoridades nos han dado la espalda», aseguró Mark Weinberg, portavoz de la Coalición Sudafricana de Organizaciones No Gubernamentales, que impulsa la campaña por la indemnización de las víctimas del apartheid.
El presidente Thabo Mbeki informó el jueves al parlamento que su gobierno intenta hallar una solución para el caso de las compensaciones económicas.
Pero el gobernante partido del Congreso Nacional Africano prefiere las reparaciones «simbólicas», como construir monumentos o rebautizar las calles o los edificios con nombres de las víctimas.
Mientras, las víctimas esperan que las declaraciones de Mbeki sean seguidas de algún anuncio del ministro de Finanzas, Trevor Manuel, relativo al pago de indemnizaciones. (FIN/IPS/tra- en/wd/mn/rp-ff/hd/01
