DERECHOS HUMANOS: Exito de reunión asiática contra racismo

Los proyectos de declaración final y de planes de acción para la Conferencia Mundial contra el Racismo aprobados por Africa, América, Asia y Europa presentan entendimientos sobre 80 por ciento de los puntos en discusión, cuando aún faltan seis meses para su apertura.

Los textos aprobados en las cuatro conferencias regionales, los aportes de los seminarios de expertos y los documentos de las dos reuniones mundiales anteriores representan un programa práctico orientado hacia la acción, definió Mary Robinson, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

Sin embargo, los textos que se deberán presentar en Durban, Sudáfrica, donde la conferencia sesionará del 31 de agosto al 7 de septiembre, todavía muestran las «diferencias significativas» que existen entre los gobiernos.

Las discrepancias son políticas remarcó Robinson, quien pretende obtener una declaración enérgica, acompañada de un programa de acción realista y de un mecanismo de revisión.

La Alta Comisionada de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) se declaró satisfecha de los resultados de la última reunión regional del grupo de Asia, que sesionó esta semana en Teherán.

La reunión europea se realizó en octubre en Salzburgo, la americana en diciembre en Santiago de Chile y la africana en enero en Dakar.

La conferencia de Teherán, pese a las dificultades que afrontó, resultó óptima y muy constructiva, evaluó la funcionaria de la ONU.

Uno de los problemas que surgió en la capital iraní fue la participación total de las organizaciones no gubernamentales (ONG) acreditadas.

El primer tropiezo surgió por el veto impuesto por un país a la participación del grupo no gubernamental World View International. Robinson declaró a la presidencia de la reunión que resultaba inaceptable la prohibición contra una ONG acreditada ante el Consejo Económico y Social (Ecosoc) de la ONU.

La protesta de Robinson prosperó y los representantes de World View International pudieron asistir a las deliberaciones.

En cambio, no tuvieron igual suerte las delegaciones del Simon Wiesenthal Centre y de la Bahai International Community. Robinson depositó una protesta formal ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán y declaró que esa prohibición irritaba al espíritu de las reuniones regionales.

Otra dificultad surgió durante la primera sesión del foro de ONG, cuando algunas delegadas de grupos extranjeros objetaron las disposiciones legales iraníes que obligan a las mujeres a cubrir sus cabezas con un pañuelo.

Algunas representantes de ONG extranjeras reclamaron que la Alta Comisionada habilitara un espacio en el que las mujeres pudieran reunirse sin usar el velo. De lo contrario, sostuvieron, Teherán debía ser desechada como sede de la reunión.

Robinson explicó a las descontentas que la sede de la reunión respondía a una decisión del grupo de países asiáticos y que el uso del pañuelo en la cabeza no respondía a una costumbre sino a una ley estricta que contempla penas, incluida la prisión, para las violaciones y aún para las críticas de la norma.

Durante su presencia en Teherán, la misma Alta Comisionada usó el pañuelo porque, como funcionaria internacional, habría sido inapropiado violar la ley de un país que visitaba, dijo.

Como individuo, nunca llevo sombreros o pañuelos pues es algo que no me agrada, pero debo respetar que se trata de una ley de estricta aplicación, explicó Robinson en rueda de prensa a su regreso de Irán.

Un diario conservador de Teherán publicó el lunes pasado, cuando se inauguró la reunión intergubernamental asiática, una fotografía que mostraba a varias mujeres con la cabeza descubierta participando en el foro de ONG.

Robinson juzgó lamentable que sectores conservadores hayan sacado partido de ese episodio. Espero que no acarree dificultades ulteriores, expresó.

Las mujeres iraníes que participaron del foro de ONG se mostraron dolidas por la discusión sobre el asunto.

En conversaciones con Robinson manifestaron que en ese país la mujer ejerce el derecho del voto, en las últimas elecciones 44 mujeres obtuvieron escaños en el parlamento, algunas ocupan posiciones en el gabinete y 60 por ciento de los estudiantes universitarios de Irán son mujeres.

Las mujeres iraníes, en comparación con otros países de la región, han alcanzado más progresos y ellas sienten que la cuestión del pañuelo sobre la cabeza constituye una parte importante de su cultura, refirió Robinson. (FIN/IPS/pc/dm/hd/01

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