COLOMBIA-EEUU: Pastrana ayuda a Bush a latinoamericanizar su agenda

El presidente estadounidense George W. Bush confirmó la prioridad que su gobierno otorga a América Latina, al anunciar a su par colombiano Andrés Pastrana el mantenimiento de preferencias comerciales, pocos días después de visitar México.

Pastrana, quien reclamó nuevas preferencias arancelarias como requisito para consolidar la lucha contra el narcotráfico, se convirtió el martes en el primer mandatario sudamericano que visita en la Casa Blanca a Bush, quien asumió la Presidencia el 20 de enero.

Bush afirmó luego de la reunión que apoya la prórroga y posible ampliación a nuevos productos del Acuerdo de Preferencias Arancelarias para la región Andina (ATPA), que expira en diciembre, y que entiende la importancia de alentar la economía de Colombia.

«Tuvimos una muy buena discusión sobre el Plan Colombia» de lucha contra el narcotráfico «y sobre la renovación de la ley de prefencias comerciales para las naciones andinas. Este tratado es muy importante y lo apoyaré, pues estoy a favor del libre comercio», dijo Bush luego de la reunión.

La primera salida al exterior de Bush fue a México, el 16 de este mes, donde se entrevistó con el presidente Vicente Fox el estado de Guanajuato. Esa visita simbolizó la prioridad de su gobierno en las cuestiones americanas.

La entrevista del martes, que puso fin a tres días de negociaciones entre Pastrana y autoridades de Washinton, entre ellas el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se celebró en un momento clave de las relaciones bilaterales.

El gobierno estadounidense estudia el futuro de su política hacia Colombia, país que en los últimos tres años se convirtió en el principal destino de su ayuda internacional sin contar Medio Oriente.

Washington apoya en general el Plan Colombia, para el que destinó unos 1.600 millones de dólares. La mayoría se destinará a ayuda militar para el sur colombiano, donde se encuentran las zonas controladas por la guerrilla y los principales centros de producción de coca y amapola.

En cuanto a las conversaciones de paz, Pastrana solicitó a Washington que reanude el diálogo directo con el principal grupo insurgente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), suspendido hace dos años luego de que los guerrilleros mataran a tres activistas estadounidenses.

También presentó una invitación hecha por las FARC para que Estdos Unidos envíe observadores a las negociaciones. Pero Washington señaló que no aceptará ninguno de los dos pedidos.

«No iremos. El pueblo y el presidente de Colombia pueden dedicarse a este problema. Estaremos encantados de ayudar de cualquier manera al logro de la paz», incluso a través de preferencias comerciales, «pero no estaré presente» en el diálogo de paz, sostuvo Bush.

En lo económico, el gobierno de Pastrana procura obtener una asistencia adicional de más de 300 millones de dólares para ayudar a los países andinos a afrontar los efectos del Plan Colombia.

La violencia en Colombia tuvo gran impacto en la economía. La inversión extranjera disminuyó y muchos colombianos de clase media emigraron en busca de trabajo. El desempleo en Colombia llega a 20 por ciento de la población económicamente activa, según datos oficiales.

A su vez, la falta de trabajo estimula la violencia, pues muchos jóvenes desempleados se unen a los grupos paramilitares o a la guerrilla.

La violencia y la intensificación de los programas de erradicación hicieron que decenas de miles de campesinos fueran desplazados sus hogares y el Plan carece de recursos para atender sus necesidades.

Pastrana subrayó que la mayor contribución que podría hacer Washington a su país es abrir aun más su mercado a los prouctos colombianos, en particular a los agrícolas y textiles.

El presidente espera que el Congreso apruebe la renovación del ATPA, lo que le daría a Colombia las mismas preferencias otorgadas a los países de América Central y el Caribe.

«Esperamos que pueda extenerse el ATPA para obtener nuevos beneficios comerciales. Ese también es el camino para continuar con la lucha contra el narcotráfico», afirmó Pastrana luego de reunirse con Bush.

Unos 300 soldados estadounidenses trabajan en Colombia, la mayoría de ellos dedicados al entrenamiento de batallones de lucha antidroga y a la colaboración en operaciones de inteligencia.

Además, muchos soldados retirados del ejército estadounidense son contratados para conducir aviones en programas para la erradicación de plantaciones ilícitas o para mantener equipos y armas de la lucha antidroga.

Muchos analistas dudan que el Plan Colombia prospere, pues los países donantes de Europa le otorgaran menos asistencia para el desarrollo de la esperada.

También temen que las agresivas operaciones militares contra los narcotraficantes y la erradicación de cultivos ilícitos propaguen la violencia a toda la región andina.

Existe preocupación además por la ayuda brindada al ejército de Colombia, una institución con una larga historia de abusos a los derechos humanos y vinculada con grupos paramilitares, considerados responsables de la mayoría de las masacres a poblaciones civiles e involucrados en el tráfico de drogas.

Esta preocupación movió a los legisladores estadounidenses a concentrar su atención en la situación colombiana. Seis delegaciones del Congreso legislativo de Estados Unidos visitaron Bogotá la semana pasada y se entrevistaron con representantes del gobierno.

El Poder Ejecutivo estadounidense también mostró cautela en su posición hacia Colombia. En su primera conferencia de prensa como presidente, Bush dijo la semana pasada que su gobierno intenta delimitar con claridad su participación en la crisis.

«Comparto la preocupación de aquellos que no desean que Estados Unidos sea arrastrado a un conflicto militar», afirmó, aunque destacó la buena relación con Bogotá en la coordinación de los programas de erradicación de cultivos ilícitos.

La mayoría de los analistas estadounidenses coinciden en que, con la visita de Pastrana, el gobierno de Bush intenta realizar una completa revisión de la situación colombiana. Washington espera que el actual apoyo al Plan Colombia sea suficiente para evitar una crisis mayor en el mediano plazo.

«Lo mejor que pueden esperar es que las cosas sigan su curso y no haya un deterioro de la situación», sostuvo Michael Shifter, experto en asuntos andinos del instituto Diálogo Interamericano.

«No me sorprendería que el equipo de Bush quiera esperar hasta el año que viene para ver los acontecimientos políticos en Colombia», afirmó. El favorito para suceder a Pastrana en las elecciones colombianas de 2002, Alvaro Uribe, criticó muchos de los compromisos del presidente con la guerrilla, afirmó Shifter.

Pastrana tiene en cuenta estos aspectos y por eso no procuró ningún nuevo compromiso durante su visita a Washington.

El mandatario dedicó la mayor parte de su visita a defender sus esfuerzos para promover las conversaciones de paz con la guerrilla y para mejorar el desempeño del ejército en materia de derechos humanos, así como a instar a las autoridades estadounidenses a que renueven el ATPA. (FIN/IPS/IP/jl/da/rp/mj/ip/01

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