BRASIL: Parlamentarios y ganaderos en guerra contra Canadá

El Congreso de Brasil suspendió la tramitación de todos los acuerdos con Canadá, mientras los ganaderos preparan para el lunes una protesta contra la decisión canadiense de interrumpir la importación de carne brasileña en prevención de la enfermedad de las vacas locas.

Los parlamentarios y productores acusan a Ottawa de difundir al mundo la sospecha de que el ganado vacuno de Brasil puede estar contaminada con el mal de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina, pese a que no hay ningún diagnóstico en ese sentido.

Canadá «juega sucio», imposibilitando cualquier negociación, opinó el presidente del Fondo de Desarrollo de la Ganadería de Carne, Pedro Camargo Neto, quien propuso que Brasil no asista a la próxima Cumbre de las Américas, a realizarse en abril en la ciudad canadiense de Québec.

En tanto, el diputado Paulo Delgado, autor de la iniciativa de suspender la discusión de los tratados bilaterales, dijo que Canadá divulgó «una información mentirosa», que afecta las exportaciones brasileñas a todo el mundo, aprovechando el pánico en Europa por el mal de las vacas locas.

El Congreso de Brasil tiene a consideración para su ratificación 11 acuerdos firmados entre los gobiernos de ambos países, informó Delgado, representante del izquierdista Partido de los Trabajadores, de oposición.

Entre los principales convenios a estudio del parlamento se encuentran el de protección de inversiones, de transferencia de tecnologías, de cooperación en satélites para telecomunicaciones, de educación y de agricultura y protección ambiental.

El diputado Delgado entiende que la demora en ratificar estos acuerdos tendrá efectos negativos para Brasil, pero mucho más perderá Canadá, ya que la mayoría de ellos responden a sus intereses y Brasilia los puede sustituir por la cooperación con otros países.

El tono de la cancillería brasileña también se elevó, dejando de lado el habitual lenguaje diplomático.

Canadá tiene muchas inversiones e intereses económicos en Brasil y superávit en el intercambio bilateral, destacó el nuevo canciller Celso Lafer, sugiriendo que el país norteamericano podrá sufrir pérdidas más pesadas si se desata una guerra comercial abierta.

Las relaciones comerciales exigen una «actitud constructiva», que no se identifica en las posiciones canadienses, agregó Lafer, quién asumió el cargo hace sólo 10 días, aunque tiene una larga experiencia como dirigente empresarial y embajador del país ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Canadá dispuso el viernes pasado prohibir la importación de carne brasileña, y trató de desvincularlo del conflicto por el mercado mundial de aviones medianos entre la empresa brasileña Embraer y la firma canadiense Bombardier. Pero en Brasil no hay dudas de que se trató de una represalia por esa disputa.

La OMC consideró irregular los subsidios concedidos por Brasil a Embraer y atribuyó a Canadá el derecho a aplicar sanciones contra productos brasileñas durante seis años, por la suma anual de hasta 233 millones de dólares.

Sin embargo, las autoridades canadienses hasta ahora sólo amenazaron a las empresas brasileñas de que sus exportaciones podrán sufrir las consecuencias del diferendo por el comercio de aviones.

La medida contra la carne brasileña no se incluiría en las represalias autorizadas por al OMC, sino que fue justificada como una acción preventiva ante el «riesgo teórico» de contaminación con el mal de las vacas locas.

La indignación de los distintos sectores brasileños crece cada día, a medida de que se percibe el alcance mundial de la decisión canadiense y los problemas que ella provoca, al divulgar la sospecha de que el ganado de este país pueda estar contagiado de encefalopatía espongiforme bovina.

Un ejemplo de estos severos contratiempos es que la carne vacuna brasileña ya fue excluida de una licitación internacional para exportar a Irán.

Las exportaciones cárnicas de Brasil, que alcanzaron 800 millones de dólares en 2000, pueden sufrir una fuerte caída este año.

La medida adoptada por Ottawa también tuvo impacto en el mercado interno brasileño, con una caída generalizada de los precios pagados a los ganaderos, debido a la suspensión de compras por parte de la industria de la carne, a la espera de un desenlace del caso.

El gobierno de Brasil parece dividido entre la guerra comercial y hacer esfuerzos de negociación. Por eso se decidió esperar la respuesta de Canadá a un mensaje del canciller Lafer, reclamando la suspensión de la prohibición de comprar carne.

Es necesario que Brasilia reaccione con fuerza para hacerse respetar por los países industrializados que «no quieren su crecimiento», opinó el presidente de la Sociedad Rural Brasileña, Luiz Hafers.

Esta asociación convocó a una manifestación para el lunes en Sao Paulo, con el fin de protestar contra Canadá y «presionar al gobierno brasileño» por una respuesta a la «arrogancia» canadiense.

Aunque Brasil no se defina por una represalia formal, la indignación en todos los niveles del gobierno debe generar acciones de respuesta, concluyó el columnista económico Luis Nassif, del diario Folha de Sao Paulo, basado en consultas personales.

Empresas canadienses afrontarán dificultades para obtener créditos en bancos estatales, autorizaciones y documentos en organismos de regulación, como la Agencia Nacional de Telecomunicaciones, y en las compras gubernamentales, por ejemplo. (FIN/IPS/mo/dm/if/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe