Dos campesinos de México, distinguidos como héroes por grupos humanitarios y ambientalistas, pero condenados a prisión por presunta posesión de armas y siembra de marihuana, ven cercana su libertad.
Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, fundadores de un grupo opuesto a la tala de bosques, podrían obtener la libertad si el gobierno de Vicente Fox concreta la oferta de pedir la revisión del caso, hace mella la presión internacional y prospera la apelación judicial, dijo el grupo humanitario Agustín Pro Juárez.
Ethel Kennedy, viuda de Robert Kennedy —hermano del asesinado presidente de Estados Unidos John F. Kennedy— entregó el miércoles a Montiel y Cabrera el premio «Chico Mendes», que otorga la organización Sierra Club en homenaje al ambientalista brasileño muerto en 1988.
Los dos ambientalistas mexicanos recibieron en la cárcel de Iguala, en el sureño estado de Guerrero, el galardón que fuera presentado el martes en la capital mexicana a familiares de Montiel.
Portavoces de Sierra Club, uno de los grupos de lucha por la preservación del ambiente más importante de Estados Unidos, señalaron que estos campesinos, quienes son semianalfabetos y pobres, merecen la distinción por su «sobresalientes valentía en la defensa ambiental».
Presos desde mayo de 1999, Montiel y Cabrera afirman haber sido detenidos y torturados por militares, en represalia por su lucha contra la tala de árboles en las sierras de Petatlán y Coyuca de Catalán, en Guerrero, en una zona sureña del país donde entre 1992 y el 2000 se deforestó 40 por ciento de los bosques.
Personal de Agustín Pro Juárez, que los defiende en los tribunales, acompañó este miércoles a Kennedy en su visita a la cárcel de Iguala, para atestiguar la entrega del premio y planear con los acusados sus nuevos movimientos para la apelación.
«Ellos están muy animados y creen que pronto podrían salir en libertad», dijo a IPS desde la cárcel de Iguala, Edgar Cortés, director del grupo humanitario.
La secretaría de Gobernación (Interior) tiene instrucciones para revisar los expedientes de Montiel y Cabrera -condenados a ocho y 10 años de prisión, respectivamente- e implementar medidas para evitar que se cometa una injusticia, señaló este martes un comunicado del gobierno de Fox, en funciones desde diciembre.
Montiel recibió en abril de 2000 el premio anual Goldman, dotado de 125.000 dólares y considerado entre grupos ecologistas como el premio Nobel ambiental.
A pesar de las presiones internacionales, el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) se negó a intervenir en el caso y la entonces ministra de Medio Ambiente, Julia Carabias, lo único que ofreció fue investigar las denuncias de destrucción de bosques en el estado de Guerrero.
En cambio, Fox, el primer presidente que no pertenece al Partido Revolucionario Institucional en 71 años, se comprometió a gestionar la libertad de los acusados o apoyar una amnistía, si descubre que los campesinos sufren una injusticia.
Sin embargo, el gobierno advirtió que no presionarán al Poder Judicial, pues respetan su independencia.
Los jueces que en primer y segunda instancia condenaron a Montiel y Cabrera sostienen que sus decisiones no tienen nada que ver con asuntos ambientales, sino que se basaron en las pruebas y testimonios que acreditan los delitos de portación de armas y siembra de marihuana.
El director del centro Agustín Pro Juárez, vinculado a la orden católica de los jesuitas, indicó que dentro de una semana interpondrán un recurso de amparo contra las sentencias.
Se espera que la presentación judicial se resuelva a favor de Montiel y Cabrera, pues los fiscales, a los que deben consultar los jueces, podrían dar un voto positivo luego de las ofertas del gobierno de Fox, expresó Cortés.
Sin embargo, el activista advirtió que la liberación efectiva de los campesinos sólo podría concretarse dentro de cuatro o seis meses.
«Los culpables de mi cárcel son Julia Carabias y el presidente Zedillo», declaró en diciembre a IPS Montiel.
«A Carabias la culpo porque sólo supo firmar documentos, pero nunca fue a la sierra para ver cómo destruyen el bosque», indicó.
«Ella (la ex ministra) sólo sabe arrastrar la pluma en un papel, pero no los pies en el desierto. Fueron ella y Zedillo los que convirtieron a la sierra de Guerrero en desierto», afirmó el campesino, quien con el dinero del premio Goldman creó un fideicomiso para apoyar la reforestación en su estado.
Montiel afirmó que las pruebas que le imputan a él y a Cabrera fueron «sembradas» por militares, a quienes acusó de haberlos torturado «salvajemente» para que firmaran declaraciones y aceptaran culpas que no tienen.
Este campesino prometió que, cuando salga libre, continuará luchando contra la deforestación en las sierras de Guerrero y pedirá que se haga justicia contra quienes lo torturaron y castigaron por delitos que no cometió. (FIN/IPS/dc/hd en/01