AMBIENTE-GOLFO: Escasez de agua preocupa a la región

Los países del Golfo gozan de un gran crecimiento económico, pero sufren una grave escasez de agua porque no aplicaron métodos sustentables en la explotación de sus recursos naturales, coincidieron expertos, industriales y autoridades de gobierno reunidos en esta capital.

Emiratos Arabes Unidos, un país de territorio semiárido, pudo convertir a Abu Dhabi en la «ciudad jardín» del mundo árabe, en tanto que Arabia Saudita logró producir en su desierto flores y trigo que hoy exporta a Europa occidental.

Sin embargo, y a pesar de contar con importantes recursos económicos gracias a su riqueza en petróleo, los países del Golfo no han podido solucionar el problema de la escasez de agua.

Es por esto que los gobiernos de la región consideran vital asegurar de aquí en más métodos de desarrollo sustentable, para evitar consecuencias nefastas en el futuro.

«Hace miles de años teníamos más lluvias en Emiratos y nuestra tierra tenía árboles y plantas. Hoy tenemos que reconstruir el ambiente», afirmó el presidente de Emiratos, jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, al inaugurar el domingo la Conferencia y Exposición sobre Ambiente 2001 en esta capital.

Autoridades de gobierno, ambientalistas y representantes de la industria se congregan en esta conferencia de cuatro días, organizada por Emiratos y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), para discutir métodos de desarrollo que no provoquen daños en sus recursos naturales.

La cuestión es crucial para la región, cuyos niveles de agua subterránea disminuyen cada vez más rápido.

Unos 150 millones de árboles fueron plantados en Emiratos en las últimas tres décadas, irrigados con agua de mar desalinizada. La municipalidad de Abu Dhabi produce cada año 1,5 millones de árboles, 20 millones de flores y 30.000 plantas.

Arabia Saudita, 90 por ciento de cuyo territorio es desierto, decidió aplicar métodos modernos de irrigación para crear espacios verdes. Este sistema ahora sustenta a varias plantaciones de trigo y de flores, señaló el ministro de Ambiente saudí, Fahad bin Abdullah al Saud.

«No estamos hablando de suspender el desarrollo económico, sino de reactivar la protección del ambiente», explicó a IPS.

Arabia Saudita también puso en práctica un programa para reducir los índices de contaminación en el aire provocada por las fábricas de cemento y decretó la obligatoriedad del uso de combustible sin plomo.

El ministro informó además que su gobierno inició una serie de investigaciones científicas destinadas a encontrar métodos para utilizar sus limitados recursos de agua en la forma más óptima.

El ministro de Salud de Emiratos y presidente de la Oficina Federal de Ambiente, Hamad al Madfa, sostuvo que su país, comparado con el resto de la región, tuvo éxito en asegurar que su crecimiento económico de los últimos 25 años, basado en la explotación del petróleo, no afectara el ambiente.

La «severa escasez» de agua y de tierra cultivable para el sustento de la creciente población en la región fue también uno de los temas principales del Consejo de Ministros de Ambiente Arabes realizada en esta ciudad el sábado.

El PNUMA también considera a la degradación de la tierra, el acceso al agua potable y la degradación de las zonas costeras y marinas como «asuntos críticos» para los países del Golfo.

La mayor amenaza a la región es el crecimiento de las zonas desérticas. Sin embargo, países como Emiratos llevan a cabo programas de plantación a gran escala para contrarrestar este proceso.

Las naciones costeras del Golfo (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Omán y Qatar) crearon la Organización Regional para la Conservación del Ambiente Marino, destinada a revertir el proceso de degradación en las costas producto de la mala explotación de recursos naturales.

Las autoridades presentes en la Conferencia firmarán la Declaración de Abu Dhabi sobre el Futuro del Programa Ambiental Arabe, en el que también hay un lugar para cuestiones sociales. Los líderes manifestaron su preocupación por el «imparable» crecimiento de la población y, paralelamente, de la pobreza.

«La permanencia de bajos niveles de vida en ciertas comunidades árabes, así como el alarmante déficit de desarrollo social, exige una especial atención», señala la declaración.

El documento considera este problema especialmente importante, pues «está demostrado que la pobreza es la razón principal del deterioro y de la contaminación del ambiente, así como de la mala utilización de los recursos naturales».

Los países árabes varían en su población, desde los ricos en petróleo como Bahrein y Qatar, con menos de 600.000 habitantes, hasta Sudán, con cerca de 30 millones.

El jeque Zayed también aprovechó la ocasión para proponer una consulta mundial sobre la creación de un organismo internacional destinado a brindar asistencia ante desastres naturales, como el terremoto ocurrido el 26 de enero en India, donde murieron más de 20.000 personas.

«Hay momentos en que la naturaleza se impone con su poder a través de catástrofes naturales. El terremoto es sólo uno de los tantos ejemplos», afirmó.

«Con frecuencia estos desastres no pueden ser sobrellevados por el país que los sufre. Es tiempo de un acercamiento mundial para crear un organismo internacional que brinde asistencia de emergencia», agregó. (FIN/IPS/ap-mm-en/mu/js/rp/en/01

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