AMBIENTE-COSTA RICA: Ejemplo de conservación en manos privadas

La Reserva Monteverde, un pequeño paraíso ubicado en las montañas de Costa Rica, demuestra que una experiencia de conservación de la naturaleza puede ser también rentable.

Un grupo de científicos costarricenses opera un parque privado en el bosque nuboso de Monteverde, ubicado a 180 kilómetros al noroeste de San José y a más de 1.500 metros de altura, que cuenta con una naturaleza exuberante.

Este hábitat natural de orquídeas, quetzales y jaguares, que recibe a más de 50.000 turistas por año, se ha convertido en una alternativa de conservación ante los problemas económicos que viven los parques nacionales públicos.

La Reserva Bosque Nuboso Monteverde produce recursos propios que le permiten autofinanciarse y además realizar investigaciones ambientales de trascendencia mundial.

El Centro Científico Tropical (CCT), organización no gubernamental propietario de la Reserva Monteverde, sostiene que esta experiencia es un modelo que se podría seguir en otros lugares de América.

«Afrontamos una difícil realidad, ya que en América Latina los gobiernos casi no tienen dinero para invertir en parques nacionales ni para crear nuevas reservas», dijo a IPS Mario Boza, uno de los socios del CCT.

Boza, reconocido como uno de los principales activistas latinoamericanos en favor de la conservación del ambiente, explicó que los parques nacionales públicos están en un proceso de transformación, en el que se espera que lleguen a producir sus propios recursos económicos.

«Pero esta evolución podría tardar mucho, y en América Latina tenemos que proteger ya lo que nos queda de bosques y de biodiversidad», indicó.

El experto añadió que una medida rápida para ello es incentivar a grandes empresas y a organizaciones sin fines de lucro para que establezcan áreas de conservación privadas, añadió.

Boza, también representante regional de la no gubernamental Wildlife Conservation Society (WCS), sostuvo que es necesario crear incentivos para que muchos propietarios privados no talen sus bosques.

Entre las medidas a implementar podría estar la reducción de impuestos o el pago de los servicios ambientales que brindan esas áreas naturales intactas.

La Reserva Monteverde, que tiene una extensión de 10.000 hectáreas, fue creada en 1972 y en su territorio de clima fresco habitan más de 100 especies de mamíferos, 400 de aves, 2.500 de plantas y 120 tipos de anfibios y reptiles.

«Contamos con dos grandes ventajas. Una es que al no tener burocracia contamos con una gran facilidad de operación y, segundo, es que no tenemos que vivir bajo presiones políticas», explicó a IPS el ingeniero forestal Rafael Bolaños, gerente de la reserva.

Bolaños añadió que un proyecto de este tipo le permite a quienes lo manejan tener un control más directo sobre el presupuesto y brinda la posibilidad de reinvertir las ganancias íntegramente en la reserva.

Entre sus principales atractivos de esta reserva están los senderos para visitantes, las cascadas, los riachuelos, un albergue para visitantes y parajes donde se puede apreciar la vegetación.

El parque tiene muy pocas edificaciones y trata de conservar al máximo el sentimiento ecológico.

Gracias a sus ingresos por concepto de visitas, la reserva ha creado un laboratorio científico y un sistema de información geográfica.

Entre las investigaciones más importantes que se han realizado en Monteverde se cuenta un estudio del científico estadounidense Alan Pounds.

Pounds, junto con otros dos especialistas, realizó una de las primeras investigaciones que revelan los peligros concretos del calentamiento global, al poder demostrar que el aumento de la temperatura del ambiente ha provocado la extinción de varias especies.

Ese estudio fue publicado por la revista científica Nature y fue examinado por el gobierno de Estados Unidos.

Los impulsores de la Reserva Monteverde también han creado proyectos de investigación con cámaras de vídeo, que transmiten a través de Internet imágenes en vivo del bosque (www.cloudforestalive.org)

Los usuarios de la red mundial de computadoras pueden ver desde cualquier parte cómo se alimentan aves, como los colibríes, y mamíferos, como los murciélagos.

Los investigadores del CCT también han dispuesto en Internet otra página, donde se pueden explorar los detalles de esta reserva biológica (www.cct.or.cr).

«Iniciativas como Monteverde podrían ser una alternativa de complemento a los parques nacionales, sobre todo en aquellos países donde en materia de conservación los gobiernos han tirado la toalla», dijo Bolaños. (FIN/IPS/nms/dm/en/01

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