IRAN: Bloqueo del movimiento reformista amenaza la estabilidad

El presidente de Irán, Mohamad Jatami, creó grandes expectativas de democratización al llegar al gobierno en mayo de 1997, pero fue frenado por los religiosos conservadores que controlan resortes clave del poder, y eso amenaza la estabilidad social y política del país.

Los reformistas son mayoría parlamentaria pero están a la defensiva, y varias de sus figuras clave fueron encarceladas por decisiones del Poder Judicial, donde los conservadores tienen la mayoría del Tribunal Revolucionario, el Departamento de Justicia de Teherán y ell Tribuna Especial para Clérigos.

Además, las decisiones del parlamento pueden ser vetadas por el poderoso y ultraconservador Consejo de Guardianes, de 12 integrantes, si ese organismo considera que son inconstitucionales o contrarias a las normas religiosas islámicas.

El Consejo vetó varias resoluciones parlamentarias el año pasado, entre ellas una ley que habría permitido a las mujeres iraníes viajar al exterior para realizar estudios sin autorización expresa de sus padres o esposos.

Hamidreza Taraqqi, secretario de la Coalición de la Sociedad islámica, una de las principales organizaciones conservadoras, ha declarado que un nuevo período de gobierno de Jatami sería intolerable.

Sin embargo, comentaristas políticos locales opinan que la principal esperanza de los reformistas es el predominio de los jóvenes en la población.

En la actualidad, 70 por ciento de los habitantes del país tienen menos de 30 años de edad, y 40 por ciento de ellos tienen menos de 20 años de edad.

De hecho, los expertos piensan que la ofensiva de los conservadores se debe a su percepción de que el aumento de la población joven y la expansión de los modernos medios de comunicación pueden debilitar su poder.

Mohammadreza Bahonar, dirigente de la conservadora Sociedad Islámica de Ingenieros, sostuvo que los reformistas han llegado a un callejón sin salida, del cual tratan de escapar mediante una campaña de guerra psicológica.

Los jóvenes son afectados por el creciente desempleo, asociado con una mezcla de recesión e inflación que puede crear inestabilidad social y política si las reformas no avanzan, según los especialistas.

Además, la sociedad ya no está aislada, porque medios de comunicación como la televisión vía satélite e Internet, la red mundial de computadoras, brindan acceso casi instantáneo a las noticias nacionales e internacionales.

La situación fue bien resumida por Jatami en un discurso ante el parlamento el día 14, en el cual afirmó que «hay dos maneras de responder a las demandas y expectativas de la sociedad».

«Una es bloquear e impedir el planteo de las demandas, y por lo tanto conducir a la sociedad hacia tensiones, crisis y el colapso. La otra es tratar de que esas legítimas demandas se adapten a los parámetros religiosos y a nuestra identidad histórica y cultural», añadió.

Tras la amplia victoria de Jatami en las elecciones presidenciales de 1997, muchos pensaron que sólo sería necesario el control del parlamento por parte de los reformistas para que se concretaran importantes cambios.

Esas expectativas cesaron con el atentado contra la vida de Saeed Hajarian, editor de periódicos, asesor del presidente y principal estratega de las reformas, pocos días después de la abrumadora victoria reformista en las elecciones parlamentarias de febrero del año pasado.

Tras ese atentado, los conservadores clausuraron más de 20 periódicos reformistas. La mayoría del parlamento trató de reformar la Ley de Prensa para evitar nuevas clausuras, pero la iniciativa fue frenada por críticas públicas del ayatolá Alí Jamenei, supremo líder religioso del país.

Este mes, en el marco de una nueva ofensiva conservadora, varios destacados periodistas e intelectuales fueron encarcelados por haber asistido a una conferencia en Alemania acerca del futuro del movimiento reformista en Irán.

Entre los encarcelados estuvieron el periodista Akbar Ganji, famoso por sus investigaciones, y el intelectual Ezzatollah Sahabi, un nacionalista con gran influencia en asuntos religiosos que había estado preso varios años bajo el régimen del sha Mohamed Reza Pahlevi, antes de la revolución islámica de 1979.

«Los conservadores perdieron 80 por ciento de sus lugares en el parlamento, pero aún controlan 80 por ciento del poder», comentó Seyed Mohammadreza Jatami, hermano del presidente y secretario general del Frente Islámico Iraní de Participación, el principal grupo reformista.

«Nuestra única alternativa es revisar y repensar las prioridades de seguridad internas y externas, con la debida atención a los cambios que se han producido en la sociedad», opinó el viceministro de Inteligencia Jamal Shafiee, encargado de investigaciones culturales y estratégicas.

Entre esos cambios se destacan los demográficos, y «hay una revolución generacional pacífica en curso», señaló.

«La gran brecha entre generaciones es innegable y se ensancha cada día», añadió. (FIN/IPS/tra-eng/sm/mu/mp/ip/01

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