/Integración y Desarrollo/ MEXICO-ESTADOS UNIDOS: Bush, el ambiguo

El presidente de México, Vicente Fox, está ansioso por reunirse con su próximo par estadounidense George W. Bush, pero quizá deba sofrenarse pues su interlocutor tiene otras prioridades.

Fox invitó a Bush, quien asume este sábado, a una reunión lo más pronto posible para trazar planes conjuntos que «revolucionen» el vínculo, y propuso hacerlo en su rancho, en el estado de Guanajuato. El invitado no respondió aún, aunque señaló que tiene interés en atender el pedido.

Estados Unidos y México comparten una frontera de 3.200 kilómetros y una relación comercial intensa, pero también diferencias abismales de poder económico y cultural. Además, afrontan roces periódicos por el combate al narcotráfico y por la emigración de mexicanos a territorio estadounidense.

Los mensajes que ha enviado Bush sobre México son ambiguos. Por una lado, sugirió profundizar la relación comercial y promover el desarrollo en comunidades que generan migrantes, pero por otra parte prometió endurecer la política migratoria, apuntó la politóloga Denise Dresser.

Bush destacó sus afinidades con México, pero su equipo de gobierno, su entorno y el balance de poder dentro de la Presidencia sugieren que la reinvención de la relación bilateral no será un problema crucial, añadió.

Jorge Chabat, del Centro de Docencia e Investigación Económica, opinó que México no debe esperar cambios importantes con el nuevo presidente de Estados Unidos.

«La relación viene con raíces muy fuertes y no se esperan novedades», dijo Chabat a IPS.

Fox, el primer presidente de México ajeno al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años, propuso a su vecinos trabajar hacia la apertura de las fronteras, abiertas a las mercancías y el dinero, pero no a las personas.

Además, el gobierno mexicano declaró que no rehuye al debate sobre la legalización de las drogas como herramienta para combatir el narcotráfico, una posición que crea escozores en Washington.

Para México, por donde pasa más de la mitad de las drogas que se consumen en Estados Unidos, el principal demandante del mundo, la posible legalización del consumo de ciertos estupefacientes no es un asunto cerrado, sino un tema a discutir.

Al país latinoamericano cuesta cada año millones de dólares y decenas de vidas el combate contra los carteles de la droga locales, considerados entre los más peligrosos del mundo. En esa guerra, además, muchos militares de alto rango han resultado cooptados por los delincuentes.

Si Bush quiere examinar a fondo las propuestas provocadoras de Fox y responder a ellas, primero tendrá que convencer a su equipo de política exterior, ignorantes sobre México y especialistas en estrategias militares, sostuvo Dresser.

Mientras Fox tiene en la cancillería al politólogo Jorge Castañeda, un crítico constante de la política exterior de Estados Unidos y un promotor de la integración con América del Sur, Bush tiene como secretario de Estado (canciller) al militar Colin Powell.

Powell es un experto en estrategia militar, seguridad nacional y relaciones con Europa.

Pero Bush, quien se precia de haber sido gobernador del estado de Texas, fronterizo con México, prometió que más allá de cualquier interpretación desea mantener con su vecino relaciones de calibre similar a las que tendrá con Canadá o Gran Bretaña.

Parafraseando a Fox, declaró que es mejor tener socios fuertes en vez de vecinos débiles.

Canadá, Estados Unidos y México integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Para el país latinoamericano, Estados Unidos es origen y destino de más de 80 por ciento de su comercio.

Cualquier cambio en el desempeño de la economía de Estados Unidos afecta a México y viceversa.

El gobierno de México prevé perjuicios de la desaceleración de la economía de Estados Unidos prevista para este año, y sugirió discutir estrategias comunes para enfrentar las dificultades.

Pero no hay que esperar mucho, pues todo parece indicar que, para Bush, México será un amigo en los discursos, pero que en la realidad se impondrán otras prioridades y no habrá cambios importantes, señaló el experto del Centro de Investigación y Desarrollo Económico. (FIN/IPS/dc/mj/ip if/00

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