/Integración y Desarrollo/ ESPAÑA-EE UU: Acuerdo para relaciones de preferencia

Los cancilleres Josep Piqué, de España, y Madeleine Albright, de Estados Unidos, suscribieron esta semana un documento en el que expresan la voluntad de mantener relaciones de preferencia.

El convenio apunta a equiparar a España al nivel que Washington mantiene en sus relaciones con los demás aliados europeos, aunque de menor grado de privilegio de las que goza Gran Bretaña.

El acuerdo cuenta con el visto bueno del presidente electo de Estados Unidos, George W. Bush, quien asumirá el cargo el día 20, señaló el secretario del Estado español de Asuntos Exteriores, Miquel Nadal.

El documento dedica un capítulo especial a la defensa, que incluye la cooperación «estrecha» para facilitar la modernización de instalaciones militares españolas, como la base naval de Rota y la aeronaval de Morón, cercanas al estrecho de Gibraltar, que comunica el mar Mediterráneo con el océano Atlántico.

Mariano Aguirre, director del no gubernamental Centro de Investigación para la Paz, dijo a IPS que esa modernización apunta a aumentar la capacidad de intervención de Estados Unidos en zonas que considera estratégicas.

Tal es el caso del Norte de Africa, el Medio Oriente y, en menor medida, los Balcanes y las desaparecida Unión Soviética y su área de influencia.

La propia fuerza aérea estadounidense destaca en su página de Internet la importancia que le otorga a la base de Morón, donde está alojado su escuadrón 496.

Es una «base estratégica operativa de Estados Unidos y sus aliados» para actuar en Europa, el mar Mediterráneo, Africa, el sudeste asiático y acciones transatlánticas, se explica allí.

Aguirre opinó que el nuevo convenio no ayudará a desarrollar y fortalecer una política europea común de política exterior y de defensa y volverá a demostrar que España sigue jugando a dos cartas, apostando por esa política conjunta de bloque y, al mismo tiempo, buscando una alianza de preferencia con Washington.

Esa doble política española se remonta a poco después de finalizada la segunda guerra mundial (1939-45), cuando la dictadura del general Francisco Franco buscó y logró una alianza con el país norteamericano, en virtud de la cual le cedió su suelo para establecer bases militares.

Aquellas bases fueron concebidas en función de la llamada guerra fría, que enfrentaba a la Unión Soviética y el campo socialista del este europeo con Estados Unidos y sus aliados.

Sin embargo, tras el desmembramiento de ese mundo socialista y del derrumbe del muro de Berlín (1989), esas bases militares perdieron sentido y muchas de ellas fueron cerradas.

En España, una renegociación con el gobierno presidido por el socialista Felipe González (1982-96) llevó a este país a recuperar la soberanía sobre todas las bases extranjeras instaladas en su territorio.

No obstante, las de Morón y Rota quedaron abiertas y en disposición de seguir siendo utilizadas por portaaviones y por los grandes bombarderos estadounidenses.

Las dos fueron utilizadas para resguardo y abastecimiento de los aviones y buques que participaron en la guerra del Golfo, en 1991, y a los que intervinieron entre 1994 y 1995 en el conflicto de los Balcanes.

El acuerdo establece el comienzo de negociaciones para reformar uno anterior, suscrito en 1989, y crea un Comité Bilateral de Defensa de Alto Nivel.

Ese Comité será un organismo de consultas políticas, se reunirá con regularidad y una de sus primeras funciones, que comenzará en las próximas semanas, será dar cursos a las negociaciones para la reforma antes citada.

En materia económica, España y Estados Unidos se comprometerán a fomentar la cooperación en organismos financieros internacionales y en otros foros económicos multilaterales.

Nadal puso énfasis en señalar que los dos países respaldan el criterio de que la representación en esos organismos debe reflejar cada vez más la evolución de la economía mundial. Esto significa reconocer que España, por el peso de su economía, debe tener una mayor presencia en ellos.

Un primer logro español en ese campo será el aumento de su participación en el Banco Internacional de Pagos de Basilea, lo cual podrá concretarse en los próximos días, dijo el secretario de Asuntos Exteriores.

Otro aspecto de especial preocupación para el gobierno presidido por José María Aznar es el terrorismo, asunto contemplado en el acuerdo.

En uno de los capítulos, ambos países se comprometen a cooperar y a proseguir el diálogo y el intercambio de información a alto nivel en la lucha contra las redes de organizaciones terroristas y criminales y su financiación.

El convenio también contempla el compromiso de cooperar en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, las enfermedades pandémicas y otros riesgos globales, y en la preservación del ambiente.

En un apartado se incluye, además, un punto por el que ambos países confirman la voluntad compartida de negociar a corto plazo un acuerdo de extradición actualizado para agilizar los procedimientos. (FIN/FIN/td/dm/ip/01

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