Los argentinos se ubican entre los más pesimistas del mundo respecto de su futuro, mientras los mexicanos se manifiestan tan optimistas como los habitantes de países que comienzan a superar severas crisis, según una encuesta realizada en 68 naciones.
El trabajo, realizado en noviembre y diciembre por la consultora estadounidense Gallup y divulgado el martes por el diario argentino La Nación, involucró a casi 80.000 personas, a las que se les preguntó como veían 2001 en materia económica, social y política en su país y en el mundo respecto de 2000.
Argentina aparece en el puesto 62, Bolivia ocupa el 65 y El Salvador el 67, mientras que México se situó en el séptimo lugar y primero entre los 11 países de América Latina estudiados.
La opinión de los consultados en Argentina contradice las expectativas del gobierno de Fernando de la Rúa, que augura un crecimiento de la economía para este año tras 30 meses de recesión.
En cambio, México prevé una desaceleración del ritmo de crecimiento económico, que pasará de siete a 4,5 por ciento.
Lo llamativo del caso argentino es que los ciudadanos consultados se manifiestan más pesimistas que los colombianos, ubicados en el lugar 59 y que afrontan un grave conflicto armado interno, y que Israel, en el puesto 41 y cuya crisis con los palestinos inquieta al mundo.
Los encuestadores explicaron que el optimismo suele estar relacionado con las expectativas que surgen de un cambio de gobierno o con el fin de un conflicto, por eso entre los más optimistas se ubican la provincia yugoslava de Kosovo, que ocupa el primer lugar, y el resto de Yugoslavia, en quinto puesto.
Perú, que intenta superar la grave crisis surgida con la destitución del presidente Alberto Fujimori, aparece en el puesto 19 entre los más optimistas, uno por encima de Estados Unidos, donde los consultados advierten síntomas de enlentecimiento de la economía, pese a que cambiará el gobierno el día 20.
Venezuela ocupa el sitio 33 en la clasificación, Uruguay el 50 y Ecuador el 56. Brasil y Chile no formaron parte de la encuesta de Gallup.
El optimismo sobre el futuro en Argentina bajó en apenas un año de 54 a 31 por ciento de la población.
La directora de Gallup en este país, Marita Carballo, atribuyó la situación a la desilusión ocasionada por el desempeño del gobierno de De la Rúa en su primer año de gestión.
El nuevo estudio contrasta incluso con otra encuesta internacional efectuada en diciembre de 1999 por la empresa de investigación Roper Starch, que indicó que Argentina estaba entre los 10 países «más felices» del mundo, pese a que sus ciudadanos aparecían entre los que más protestan por la situación económica.
De la Rúa asumió el cargo el 10 de diciembre de 1999 con la promesa de reactivar la economía, que había retrocedido cuatro por ciento ese año, de bajar el desempleo y de reducir la brecha entre ricos y pobres y mejorar el acceso a los servicios públicos de salud, justicia, educación y previsión social.
Sin embargo, la economía concluyó el 2000 con un crecimiento negativo, según estiman autoridades y expertos, la desocupación aumentó de 14,7 a 15,4 por ciento de la población económicamente activa y el desequilibrio fiscal aumentó.
Ante esta situación, el gobierno debió apelar a una serie de ajustes y recurrir al llamado «blindaje» financiero, que garantizará los pagos de este año.
Sin embargo, hay que señalar que esta encuesta se realizó antes de que Argentina obtuviera esta garantía del Fondo Monetario Internacional y de otros organismos multilaterales y privados de casi 40.000 millones de dólares, noticia que pudo haber aumentado el optimismo.
Carballo explicó que tradicionalmente las expectativas de la población son altas, en especial en materia económica, cuando se produce un cambio de gobierno y, si esas esperanzas no se satisfacen, la desilusión crece en forma muy bruscas, que es al parecer lo que ocurre en Argentina.
De la Rúa pidió este fin de año a la población que no se deje ganar por el pesimismo y que confíe en que las últimas decisiones del gobierno permitirán tener un mejor 2001.
En contraste, en México, con el flamante gobierno de Vicente Fox, 62 por ciento de la población se manifiesta optimista.
En ese país, además del cambio de gobierno, la economía creció siete por ciento el año último y, si bien para 2001 el crecimiento será menor, los mexicanos parecen conformes. (FIN/IPS/mv/dm/ip dv/01