FILIPINAS: Estrada negocia su salida del poder

La legitimidad del presidente filipino Joseph Estrada se resquebrajó hoy tras la defección de varios jefes militares y ministros sumadas a protestas populares que condujeron a negociaciones para su salida del poder.

Allegados a la vicepresidenta Gloria Macapagal Arroyo dijeron que las conversaciones por una «salida graciosa» de Estrada del gobierno ya están en curso, y que intentarán hacer una transición suave.

Este mismo viernes, Estrada dijo en cadena de radio y televisión que estaba pronto para renunciar, pero en sus propios términos, y que pretendía entregar el poder a una persona elegida en mayo, en elecciones en las que él no se presentaría.

Los simpatizantes de Arroyo dieron tiempo a Estrada hasta el sábado para renunciar.

Las conversaciones entre los aliados de Estrada y los de Arroyo se iniciaron tres días después de que el Senado impidió en las sesiones por el juicio político contra el presidente la apertura de documentos que demuestran cuentas bancarias ilícitas por 66 millones de dólares.

Las cuentas estarían a nombre de «José Velarde», un seudónimo que ocultaría a Estrada.

«Esperamos hacer un anuncio pronto», dijo un funcionario involucrado con las conversaciones. Representantes de ambas partes están reunidos en el palacio presidencial para «discutir la transición», dijo el portavoz de Arroyo, Renato Corona, quien incluso anunció este viernes eventuales cambios ministeriales.

«Creo que Estrada está pronto para renunciar. Es sólo cuestión de tiempo», dijo el secretario (ministro) de Defensa, Orlando Mercado, uno de los ocho miembros del gabinete que renunciaron este viernes.

Pero la última palabra la tendrán Estrada y Arroyo, frente a frente. Entre los puntos a negociar figuran el destino del suspendido juicio político contra el mandatario por corrupción.

La ex presidenta Corazón Aquino llamó a Estrada a salvar su dignidad haciendo «un supremo sacrificio».

Cientos de miles de manifestantes continúan reunidos en el sitio donde se inició la revuelta del Poder Popular que en 1986 puso fin a la dictadura de Ferdinando Marcos.

«¡Erap, Erap, Erap renuncia!», gritaban los manifestantes. Erap («amigote», en idioma filipino) es el apodo del mandatario, un exitoso actor, productor de cine y ex alcalde, ex senador y ex vicepresidente que apeló en su campaña electoral a la consigna «Erap de los pobres».

Una renuncia de Estrada significaría la segunda vez en 15 años que las protestas populares desalojan del poder a un presidente.

Aquino y el también ex presidente Fidel Ramos estuvieron en las últimas manifestaciones, al igual que en las de 1986. En esta ocasión también hubo aplausos para los generales y ministros que renunciaban, dejando en soledad al presidente.

Las manifestaciones comenzaron el martes, cuando el Senado resolvió por mayoría rechazar como prueba los documentos bancarios. La votación fue una señal del amplio respaldo de Estrada en medios políticos.

Este viernes, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Angelo Reyes, retiró su apoyo al presidente. Los restantes comandantes le siguieron, así como uno de los principales respaldos de Estrada, el jefe de la Policía Nacional, general Pánfilo Lacson.

En el sistema político filipino, el presidente y el vicepresidente son elegidos por separado. Arroyo pertenece a la oposición, así como lo era Estrada cuando fue vicepresidente de Ramos. (FIN/IPS/tra-eng/km-js/js/mj/ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe