DROGAS-COLOMBIA: Consumo y cultivos al alza

La cosecha de coca aumentó en Colombia en los últimos dos años, a pesar de la caída de la producción mundial. Ese panorama, sumado al creciente consumo de drogas dentro del país, preocupa a la ONU y ocasiona nuevos dolores de cabeza al gobierno de Andrés Pastrana.

La Dirección Nacional de Estupefacientes informó que en 1999 disminuyó la producción de la hoja de coca en todo el mundo, menos en Colombia, donde aumentó entre 20 y 25 por ciento. Cifras preliminares de 2000 muestran un mantenimiento de la tendencia al alza.

Así mismo, los consumidores aumentaron de 730.000 a 900.000, 80 por ciento de los cuales de entre los 14 y los 30 años, según la Dirección, cuyo sitio en Internet es http://www.dnecolombia.gov.co/.

Gabriel Merchán, director del organismo responsable de la política antinarcóticos), atribuyó parte del incremento del consumo a las restricciones del cultivo y a proyectos de desarrollo alternativo en Perú y Bolivia, que originó un traslado de plantaciones a Colombia.

Merchán se manifestó preocupado por el aumento del consumo de «éxtasis» (droga sintética que tiene efectos estimulantes y alucinógenos) y de heroína.

El Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Fiscalización de Drogas (Pnufid) informó el lunes que, de 188 millones de consumidores de drogas estimados en todo el mundo, 144 usan anfetaminas, 20 millones marihuana, 14 millones cocaína y 13,5 millones opiáceos.

El Informe Mundial sobre las Drogas 2000, elaborado por el Pnufid y presentado el lunes en su sede en Viena y el martes en Bogotá, muestra la preocupación de esta agencia de la ONU por el caso colombiano.

El texto en inglés puede consultarse en el sitio de Internet http://www.undcp.org/adhoc/world_drug_report_2000/report_2001-01- 22_1.pdf, así como resúmenes en español (http://www.undcp.org/wdr_executive_summary_2000_es.html y http://www.undcp.org/wdr_highlights_2000_es.html).

«Aunque la coincidencia entre drogas y guerra no es nueva, el conflicto armado es uno de los principales factores en el aumento de la producción» en este país, dijo a IPS Klaus Nyholm, representante del Pnufid para Colombia y Ecuador.

Los narcotraficantes no quieren la paz porque la guerra civil crea condiciones ideales «para que todos aquellos que trabajan con las drogas prosperen gracias a la falta de control estatal», pues «pueden hacer sus arreglos con los grupos armados y se mueven como pez en el agua», agregó.

Nyholm se abstuvo de opinar sobre el Plan Colombia, plan de paz y de desarrollo presentado por Pastrana a la comunidad internacional y que tiene un capítulo especial antinarcóticos.

Sin embargo, el funcionario internacional se mostró partidario de intensificar los programas de desarrollo alternativo dirigidos a los pequeños productores de hoja de coca, los que cultivan menos de tres hectáreas.

Organizaciones no gubernamentales, activistas y expertos consideran que el componente militar del Plan Colombia, con fuerte respaldo económico de Estados Unidos (cuyo aporte total es de 1.300 millones de dólares) agravará la guerra civil.

Los activistas afirman que el epicentro de la lucha antinarcóticos será el sudeste del territorio colombiano, zona con una alta presencia guerrillera.

«La política antidrogas en Colombia ha sido 90 por ciento de garrote y 10 por ciento zanahoria», dijo Nyholm, partidario de los programas de desarrollo alternativo contenidos en el Plan Colombia.

El Pnufid no se opone a la represión «cuando se trata de los grandes carteles, de los lavadores y de los grandes terratenientes», pero «pero cuando se trata de los campesinos, colonos e indígenas hay que darles alternativas», agregó.

Cuarenta por ciento de los predios cultivados con coca ilícita son de menos de tres hectáreas, según el control satelital realizado en conjunto por la Dirección Nacional de Estupefacientes y el Pnufid.

Nyholm indicó que Colombia «ya ha alcanzado el promedio europeo» de consumo de drogas, al menos en lo que se refiere a la cocaína.

El informe mundial es, en términos generales, optimista, excepto en el caso colombiano y en el el de otros dos grandes productores de drogas: Afganistán y Birmania, «que también están enfrentando conflictos armados».

Según el informe, la producción mundial de hoja de coca cayó de 319.000 toneladas en 1990 a 287.000 en 1999.

Pero Colombia, que concentra dos tercios de la producción mundial, pasó de 78.000 hectáreas cultivadas en 1978 a 112.000 en 1999, y las cifras preliminares del año pasado muestran un mantenimiento de la tendencia de crecimiento.

El informe indica también que en Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas del mundo, el uso de la cocaína cayó cerca de 70 por ciento entre 1985 y 1999, mientras que el consumo general de estupefacientes bajó 40 por ciento. (FIN/IPS/yf/mj/ip he/00

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