Afganistán, Angola, Colombia, Corea del Norte, Guinea, Sierra Leona y Sudán sufrirán escasez de alimentos este año, advirtió el Programa Mundial de Alimentos (PMA), un organismo de las Naciones Unidas con sede en Roma.
El PMA también identificó a la región de los Balcanes, y en especial a Serbia, como un área de desastre potencial, debido al aumento de los precios de los alimentos y las crecientes dificultades económicas de la población.
«La combinación de guerras y desastres naturales continuará cobrando víctimas en 2001», vaticinó el martes Catherine Bertini, directora ejecutiva del PMA.
El hambre es un problema mundial que necesita una respuesta mundial, por lo tanto, «deben realizarse mayores compromisos políticos y financieros antes de que estas crisis se agraven», advirtió Bertini.
Cerca de 830 millones de personas, en una población mundial de 6.000 millones, están subalimentadas, y de ellas, 791 millones viven en naciones en desarrollo, según el PMA.
El organismo publicó el lunes un «Mapa mundial del hambre», que identifica las regiones del mundo más amenazadas por ese flagelo a causa de la pobreza, guerras o desastres naturales.
Colombia, el único país de América Latina amenazado por el hambre, precisa ayuda alimentaria con urgencia para miles de habitantes que quedaron sin hogar a causa de la guerra civil. Los otros países latinoamericanos con altos índices de desnutrición son Bolivia, Haití y Honduras.
De los cuatro países africanos mencionados por el PMA, Sudán es el más amenazado. Cerca de 3,2 millones de sudaneses padecen escasez de alimentos y agua potable debido a la sequía y la guerra civil, estimó la agencia.
Así mismo, expresó preocupación por las continuas incursiones armadas y ataques rebeldes a lo largo de la frontera entre Guinea, Liberia y Sierra Leona, que «podrían transformarse en una guerra declarada en los próximos meses».
Guinea alberga a la segunda mayor población de refugiados de Africa, que incluye a casi 330.000 sierraleonenses y 130.000 liberianos.
En Sierra Leona, la guerra civil e inmensos «bolsones de hambre» amenazan a una población sumamente frágil. A esto se agrega que numerosos refugiados sierraleonenses están volviendo a su país de origen debido a los combates en la vecina Guinea, señaló el PMA.
Mientras, en Angola, una situación alimentaria ya precaria podría agravarse si la inseguridad reinante impide la próxima siembra. Debido a la escasez de fondos, el PMA debió recortar en 30 por ciento su ayuda (de 1,5 a un millón de personas).
En Asia, Afganistán padece la peor sequía en décadas, y casi cuatro millones de personas están al borde de la inanición, según el PMA.
Entre tanto, se prevé que Corea del Norte sufrirá su séptimo año consecutivo de escasez de alimentos debido a la sequía, tifones, falta de infraestructura y problemas económicos.
El PMA actualmente provee alimentos a un tercio de los 23 millones de norcoreanos, en su mayor operación de ayuda alimentaria.
Mientras, en los Balcanes, el organismo lanzó una operación de emergencia de 90 millones de dólares para alimentar a 980.000 personas, y advirtió que cualquier nuevo conflicto agravaría la situación.
Muchos países de la antigua Unión Soviética y Europa oriental también han experimentado dificultades económicas y crecientes índices de desnutrición en la última década.
Así mismo, en Estados Unidos, el país más rico del mundo, 31 millones de personas estuvieron «afectadas o amenazadas por el hambre» en 1999, según un informe publicado el pasado septiembre por el Departamento de Agricultura de ese país.
Los niños y las familias negras constituyen la mayor parte de esas víctimas, de acuerdo con el estudio.
Acción contra el Hambre, una organización humanitaria con sede en Nueva York, denunció la utilización del hambre como arma en guerras civiles, por ejemplo en Sierra Leona, Somalia, Sudán y República Democrática de Congo (ex Zaire).
«Aquel que controla el suministro de alimentos tiene el poder», es la primera frase del libro La geopolítica del hambre 2000-2001, publicado en diciembre por Acción contra el Hambre.
«En este sentido, las grandes hambrunas son siempre consecuencia de acciones humanas, aun cuando el punto de partida sea una catástrofe natural», afirmó la organización. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mlm/dv/01