DERECHOS HUMANOS-CHILE: Destino de Pinochet en manos del juez

El postergado interrogatorio judicial al ex dictador Augusto Pinochet tuvo lugar finalmente hoy en Chile, en una diligencia rodeada de expectativa pero carente de espectacularidad, a cuyo término se abrió un nuevo paréntesis para su previsible encausamiento por parte del juez Juan Guzmán.

Toda la diligencia demandó dos horas y media, pero el interrogatorio duró sólo 30 minutos, en los cuales el ex dictador (1973-90) habría respondido 15 preguntas sobre la «caravana de la muerte», una misión del ejército que fusiló e hizo desaparecer prisioneros políticos entre septiembre y octubre de 1973.

La secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín, quien abrió paso a este proceso con una querella criminal presentada en enero de 1998, cuando Pinochet era aún comandante en jefe del ejército, calificó de histórica la comparecencia del ex dictador ante un magistrado.

«Chile es un país organizado, en el que humildes y poderosos responden ante los tribunales. Esto demuestra que sabemos hacer bien las cosas, porque todo Chile dijo en su momento que esto (el sometimiento de Pinochet a la justicia) se debía hacer aquí», comentó el presidente Ricardo Lagos.

El mandatario se refirió así a los argumentos del anterior gobierno de Eduardo Frei (1994-2000) para rechazar tanto el arresto de Pinochet en Londres, el 16 de octubre de 1998, como su eventual extradición a España, consiguiendo finalmente que fuera liberado por Gran Bretaña y regresara a Chile en marzo de 2000.

Esta es la segunda vez que el ex dictador y desaforado senador vitalicio comparece ante un juez por acusaciones de crímenes contra los derechos humanos. La primera ocurrió el 11 de diciembre de 1998 en Londres, cuando el magistrado Graham Parkinson lo notificó del pedido español de extradición.

Pinochet dijo en esa ocasión que sólo reconocía jurisprudencia a los tribunales chilenos, pero una vez despojado en este país de sus fueros legislativos como senador vitalicio sus abogados recurrieron a diversos recursos para diferir seis veces la diligencia que el juez Guzmán cumplió finalmente este martes.

La defensa del ex dictador logró incluso que la Corte Suprema de Justicia revocara la decisión que Guzmán adoptó el 1 de diciembre de 2000 de procesar a Pinochet, como coautor e inductor de 57 homicios y 18 secuestros de prisioneros políticos en varias ciudades de Chile cometidos por la «caravana de la muerte».

En medios judiciales se afirmaba que Guzmán tenía un cuestionario de 75 preguntas para Pinochet, pero según otras versiones extraoficiales, le formuló 15 preguntas al ex dictador, de 85 años, que éste habría respondido muy brevemente o se habría negado a responder, considerando lo breve del interrogatorio.

El diario electrónico El Mostrador publicó las 15 preguntas que Guzmán «le habría» formulado a Pinochet, cuyo contenido apunta a establecer la responsabilidad que el entonces dictador y jefe del ejército tuvo en la designación de la «caravana de la muerte», las atribuciones y los actos de esa misión militar.

El general retirado Sergio Arellano, jefe del grupo, está sometido a proceso por Guzmán, al igual que sus lugartenientes, todos ellos ex oficiales del ejército.

Arellano alega en su defensa que los crímenes y desapariciones fueron obra de los coroneles Marcelo Morén y Carlos Arredondo, y del brigadier Pedro Espinoza, «infiltrados» en la misión, y que más tarde pasaron a prestar servicio en la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía secreta de la dictadura.

Pinochet fue informado de los crímenes de la «caravana de la muerte» en octubre de 1973 por el general Joaquín Lagos, jefe del ejército en Antofagasta (1.200 kilómetros al norte de Santiago), pero no tomó medidas contra sus miembros e incluso los favoreció con ascensos, en tanto Lagos debió pasar pronto a retiro.

La impresión generalizada es que Guzmán optará por dictar el auto de procesamiento contra Pinochet, en tanto el breve interrogatorio de este martes difícilmente podría revertir las evidencias que el juez tuvo en diciembre para disponer su encausamiento.

El magistrado podría, sin embargo, abstraer a Pinochet del juicio declarándolo inimputable penalmente por incapacidad mental, con base en los exámenes neurológicos y psiquiátricos que la practicaron hace una semana profesionales de la Universidad de Chile y del Instituto Médico Legal.

Esos peritajes establecieron que Pinochet sufre de «demencia vascular subcortical moderada», según el informe escrito que el Instituto Médico Legal entregó a Guzmán.

El psiquiatra Luiz Fornazzari, quien asistió a los exámenes como perito adjunto designado por los abogados acusadores de Pinochet, reiteró este martes que ese informe fue modificado, ya que el diagnóstico preliminar, entregado verbalmente a Guzmán, calificó la demencia vascular de «leve a moderada».

Los abogados querellantes en el juicio de la «caravana de la muerte» subrayan que éste no es un detalle menor y que el diagnóstico de demencia moderada podría dar pie para declarar inimputable al ex dictador, lo cual no ocurriría con base en una demencia leve.

Según expertos, la demencia vascular subcortical se asimila a la arterioesclerosis y es normal en personas de avanzada edad que, por problemas circulatorios, tienen una insuficiente irrigación al cerebro que les provoca vacíos de memoria.

El juez Guzmán no se ha pronunciado con respecto a esta polémica, aunque a él le corresponde «analizar en su mérito» el informe de los médicos y tomar una decisión.

Cualquiera que sea la resolución del juez, en términos de procesar a Pinochet o absolverlo con base en una supuesta demencia senil, será apelada ante la Corte de Apelaciones y luego ante la Corte Suprema de Justicia, ya sea por la defensa del ex dictador o por sus acusadores. (FIN/IPS/ggr/ag/hd ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe