La Comunidad del Caribe (Caricom) intenta mediar en las crisis políticas causadas en Trinidad y Tobago por el conflicto entre el primer ministro y el presidente, y en Guyana por un fallo judicial que declaró ilegítimo al gobierno de los últimos tres años.
El primer ministro de Santa Lucía y responsable de asuntos de gobierno de la Caricom, Kenny Anthony, tiene la responsabilidad de manejar ambas cuestiones.
Anthony ha insistido en que no actúa como un mediador oficial, pero realizó esta semana una visita de 36 horas a Trinidad y Tobago que terminó el martes, durante la cual se reunió con el presidente Arthur Robinson, el primer ministro Basdeo Panday y el jefe de la bancada opositora, Patrick Manning.
Las gestiones de Anthony continuarán este juves y el viernes, durante una cumbre de los 15 miembros de la Caricom y Canadá, que se llevará a cabo en la ciudad noroccidental jamaiquina de Montego Bay.
En la agenda de esa cumbre también figura la crisis de Guyana, donde la jueza Claudette Singh emitió el lunes un veredicto que declaró inválidas las elecciones generales de 1997, en las cuales había recuperado el gobierno el Partido Progresista del Pueblo (PPP).
Singh condujo un proceso judicial que duró tres años y en el cual comparecieron más de 300 testigos, y su conclusión fue que en aquellos comicios hubo fraude y restricciones inconstitucionales a la libertad de los votantes.
Tras las elecciones de 1997, hubo protestas masivas contra el anuncio de que el PPP había triunfado, y presiones de la Caricom lograron que ese partido y su principal rival, el Congreso Nacional Popular (PNC), aceptaran realizar nuevos comicios, cuya fecha se había fijado para esta semana.
Sin embargo, la Comisión Electoral de Guyana alegó que necesitaba más tiempo para confeccionar un padrón electoral adecuado, y pospuso los comicios para el 19 de marzo.
El PNC y organizaciones de la sociedad civil piden que el PPP transfiera el poder a un gobierno interino, con el argumento de que su mandato ha concluido según el acuerdo alcanzado con la Caricom.
Anthony, un abogado especializado en asuntos constitucionales y ex conferencista de la la Universidad de las Indias Occidentales, se negó el martes a realizar comentarios acerca de la situación en Guyana hasta que hubiera leído el falo de Singh.
«Lo único que puedo decir es que pienso que todos en Guyana desean conocer la posición de la Caricom acerca de un asunto tan delicado», indicó.
El primer ministro de Santa Lucía dijo que confiaba en que os gobernantes de Trinidad y Tobago lograran un acuerdo que permitiera superar el bloqueo causado por el veto de Robinson a la designación de siete personas propuestas por Panday para ocupar ministerios.
La decisión de Robinson se fundó en que esas personas, integrantes del Congreso de Unidad Nacional de Panday, se habían postulado sin éxito a cargos parlamentarios en las elecciones del 11 de diciembre.
El presidente arguyó que el nombramiento de las personas propuestas por el primer ministro sería una burla a los votantes.
Uno de los vetados por Robinson fue Roy Augustus, propuesto por Panday para ocupar el crucial cargo de ministro de Seguridad Nacional.
Panday ha insistido en que la Constitución de Trinidad y Tobago no permite que el presidente bloquee las designaciones de ministros propuestas por el primer ministro.
Anthony comentó que en el Caribe existen precedentes de designación de candidatos derrotados al parlamento como ministros, pero acotó que no estaba en condiciones de asegurar que en algún caso se hubiera designado al elevado número de personas que propone Panday.
El primer ministro de Santa Lucía se reunió el lunes con Robinson durante 35 minutos, y afirmó luego que el encuentro había sido «amigable», como «correspondía a una visita de cortesía». Sus reuniones con Panday y Manning fueron mucho más prolongadas.
Anthony no quiso revelar el contenido de las conversaciones, pero señaló que consideraba «posible encontrar una solución mediante la voluntad política de todas las partes y el mantenimiento del diálogo entre ellas».
«Espero que se mantenga un clima que facilite y estimule la búsqueda de una salida al actual bloqueo, y pienso que todos reconocen la necesidad resolver esta cuestión con rapidez, para evitar que conduzca a una crisis», comentó.
«Trinidad y Tobago posee un sistema democrático que ha sido sometido a todas las pruebas imaginables y las ha superado», afirmó, y añadió que confiaba en que el actual bloqueo fuera resuelto «por los medios que demostraron ser eficaces en ocasiones anteriores».
Durante la cumbre de Montego Bay, Anthony informará acerca del resultado de sus gestiones a los demás gobernantes de la Caricom, y apuntó que su informe será «crucial» para la decisión de los próximos pasos del bloque caribeño.
«Pienso que todas las partes involucradas deberían tener presente que el resto de la Comunidad asigna gran importancia a lo que ocurre en Trinidad y Tobago», dijo a IPS el primer ministro de Santa Lucía.
El actual bloqueo en Trinidad y Tobago es parte del proceso de desarrollo de la democracia en la región, y «es preciso no perder las esperanzas en algunas ocasiones, cuando los países del Caribe afrontan problemas que parecen insolubles», opinó.
«La Caricom es conciente de que cada una de las democracias en desarrollo y evolución del Caribe debe aprender a resolver sus propios problemas. Eso es crucial para que nuestro horizonte democrático se expanda», enfatizó.
Es vital que la Caricom «sea muy cuidadosa en relación con los límites de su jurisdicción, para no extenderlos más allá de lo razonable», advirtió.
La situación en Trinidad y Tobago podría socavar las instituciones «de ese país y de toda la región», pero es preciso que «la Caricom no sea vista como una organización que se involucra en cada pequeño problema de la región», añadió. (FIN/IPS/tra-eng/pr/da/mp/ip/01