/BOLETIN-DD HH/ VENEZUELA: La mujer gana espacios de poder

La asunción de la economista Adina Bastidas como nueva vicepresidenta de Venezuela confirma la importancia de la presencia femenina en el proceso de transformaciones iniciado hace dos años por el gobierno de Hugo Chávez.

El camino se había abierto con la discusión del contenido de la nueva Constitución, impulsada por Chávez y aprobada a fines de 1999, que recogió muchas de las demandas de género relegadas por muchos años en este país.

Pero «no es sólo la Constitución, sino que en dos años de gobierno se ha mostrado una visión de género en todos los planes, los programas y las políticas para la transformación de la sociedad», señaló el analista político Alvaro Verzi.

La designación de Bastidas fue un regalo de Navidad. Chávez sorprendió a todos al anunciar el 24 de diciembre que la Vicepresidencia sería ocupada por quien hacía poco más de un año había sido enviada a Washington para representar al país ante el Banco Interamericano de Desarrollo.

La Constitución impulsada por Chávez, en vigor desde diciembre de 1999, estableció el mecanismo de designación directa para ocupar el segundo puesto en importancia en el gobierno venezolano. Bastidas ocupó el lugar dejado por Isaías Rodríguez, actual fiscal general del país.

«Cuando estuve en el exterior no pude disfrutar por completo de nuestro proceso político, y ahora vengo con el afán de profundizar la reactivación de la economía, que es fundamental para el desarrollo del país y para acabar con la pobreza», dijo Bastidas a IPS.

El nombramiento también fue una sorpresa para la propia Bastidas, divorciada y madre de tres hijos, quien fue la responsable de acercar a muchos académicos al hoy presidente Chávez, cuando éste estaba preso tras la fallida intentona de golpe de Estado en 1992.

En 1996, ya vinculada al movimiento de Chávez, Bastidas participó en la redacción de la llamada Agenda Alternativa Bolivariana, junto a los hoy ministros Jorge Giordani, de Planificación, y Héctor Navarro, de Educación, compañeros suyos en la Universidad Central de Venezuela.

Un año después y en compañía del actual secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Alí Rodríguez, introdujo una demanda de inconstitucionalidad contra el proceso de apertura petrolera.

Cuando sólo habían transcurrido 18 meses en su cargo en Washington recibió otra llamada del presidente: «Vente Negra, si estás dispuesta a aguantarme», le dijo Chávez. Y ella, conocida por su carácter fuerte y «comprometido», le contestó que «así no, pero sí, si estamos dispuestos a aguantarnos los dos».

Inmediatamente de volver a Caracas hizo un llamado a la unidad «que también incluye a la oligarquía», tras denunciar que en Washington viven los responsables de la crisis económica, social y política que afronta el país, quienes pagan editoriales para desinformar lo que ocurre.

Inocencia Orellana, directiva del Consejo Nacional de la Mujer, comentó el regocijo y la satisfacción de esta organización por la designación de Bastidas, «porque es un reconocimiento a lo que ha sido la lucha por los derechos de la mujer y, sobre todo, por ocupar espacios políticos en estratos de decisión».

Orellana, maestría en educación, destacó a IPS que «esta administración hizo un esfuerzo para que se reconozca el papel que debe tener la mujer en todo el proceso de transformación de la sociedad.

Agregó que las mujeres no sólo deben ser utilizadas para encargarse de los temas sociales, como sucediera en gobiernos anteriores, sino que «es muy importante que participemos en la conducción del país y en los procesos de transformación de nuestra sociedad».

Para los analistas locales, más allá de los valores de la nueva vicepresidenta, su designación significa un gran avance del el papel de la mujer en la toma de decisiones gubernamentales.

El Consejo Nacional de la Mujer, dirigido por María León, lanzó en junio una campaña demandando una mayor participación de género en la administración del Estado y en la transformación social programada.

«No sólo buscamos un mayor reconocimiento sino una mayor participación. Reclamamos más mujeres al poder», recuerda Orellana.

La respuesta inmediata desde el gobierno fue la designación de cuatro mujeres, comprometidas con el enfoque de género, para integrar el gabinete ministerial.

Chávez nombró a Ana Elisa Osorio al frente del Ministerio del Ambiente, y como su segunda a la periodista Nora Uribe, antigua luchadoras por los derechos de la mujer.

Para ocupar la cartera de Producción y Comercio designó a María Luisa Romero, a la ex constituyente Blancanieves Portocarrero, en el despacho de Trabajo, y a Marisol Plaza, como Procuradora de la Nación.

«Más allá de la mera presencia física hay un compromiso para incorporar un enfoque de género en los planes y en las políticas, para ir hacia una sociedad de equidad, porque invertir en la mujer es invertir en la familia, lo cual significa cambios profundos en la sociedad», señaló Orellana.

Esta Venezuela bolivariana ya tiene nueva vicepresidenta y es una mujer que siempre militó en organizaciones de izquierda, una antigua luchadora social y por los derechos de la mujer que logró un espacio de poder fundamental.

«No bebo ni bailo, pero no soy aburrida», se defendió con cierto humor ante los previsibles ataques de los periodistas. (FIN/IPS/ra/dm/ip hd/01

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