Los sindicatos de estibadores y grupos ambientalistas de India se unieron al gobierno para tratar de impedir el desembarque de 118 toneladas de mercurio procedentes de Estados Unidos.
Los trabajadores portuarios estarán atentos a la llegada del embarque tóxico en los 18 grandes puertos de este país, declaró a la organización ecologista Toxic Link el presidente de la Federación de Trabajadores Portuarios de Toda India, S.R. Kulkarni.
El gobierno finalmente se decidió a impedir la descarga del mercurio, y ya alertó a las autoridades aduaneras y portuarias, declaró a IPS un alto funcionario del Ministerio de Ambiente y Bosques.
«Solicitamos a las autoridades de aduanas y puertos que confisquen ese embarque ilegal», informó Indrani Chandrasekhar, directora del Ministerio.
«Básicamente, es responsabilidad de Estados Unidos detenerlo, aunque no es signatario de la Convención de Basilea. Estamos haciendo todo lo posible para impedir el ingreso del mercurio, que está prohibido», agregó.
El mercurio fue vendido por HoltraChem, una fábrica estadounidense de cloro y soda cáustica, a D.F. Goldsmith and Metal Corp., otra empresa estadounidense con sede en Illinois, que supuestamente se propone enviar el mercurio a India.
La Federación de Trabajadores Portuarios también alertará a su homóloga de Estados Unidos, la «Longshoremen's Union», para evitar que el mercurio sea embarcado, prometió Kulkarni en una carta dirigida a Madhumita Dutta, activista de Toxic Link.
Toxic Link pidió ayuda a los estibadores porque el embarque de mercurio está rodeado de secreto, explicó Dutta. Aún se desconoce quiénes son los destinatarios indios, aunque se presume que son fabricantes de termómetros, añadió.
Los activistas creen que al menos parte del mercurio podría enviarse a una gran fábrica de termómetros situada en la localidad de Kodaikanal, en el estado sureño de Tamil Nadu.
India es el mayor receptor de mercurio de Estados Unidos, de acuerdo con la Administración del Comercio Internacional, una agencia gubernamental estadounidense. El metal no sólo se utiliza para termómetros, sino también para la fabricación de cloro y soda cáustica.
Toxic Link trabaja en conjunto con otras organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo que intentan detener el tráfico internacional de sustancias tóxicas, prohibido por la Convención de Basilea.
También estableció contactos con redes de ONG y con el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Washington está bajo presión de ONG estadounidenses para detener el embarque de mercurio e incorporar el metal a las reservas del Departamento de Defensa.
«El gobierno de Estados Unidos es cómplice del envenenamiento de los pobres para obtener ganancias. Es deplorable que se planee enviar a India una sustancia altamente tóxica de la cual queremos deshacernos», manifestó Lisa Finaldi, de la organización ambientalista Greenpeace.
Muchas ciudades, estados, hospitales y empresas de Estados Unidos decidieron sustituir los termómetros de mercurio por los digitales tras la publicación de un estudio del Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de Ciencias.
El estudio advirtió que al menos 60.000 bebés por año padecen riesgo de retraso mental en Estados Unidos porque sus madres ingirieron pescados o mariscos contaminados con mercurio.
El mercurio es especialmente peligroso porque no es eliminado por el organismo, sino que se acumula en él.
Activistas de India urgen al gobierno a hacer más estrictas sus normas sobre importaciones. «El Ministerio de Ambiente ha hecho muy poco para cerrar nuestras fronteras al ingreso de desechos tóxicos ilegales», declaró Nityanand Jayaraman, activista de Greenpeace.
Funcionarios aduaneros de la ciudad de Mumbai (ex Bombai) se encontraron el pasado noviembre con 160 contenedores cargados de sustancias tóxicas procedentes de Medio Oriente.
La carga estaba identificada como «aceite de horno», aunque éste está incluido en una lista de productos cuya importación fue prohibida por el Tribunal Supremo de India en 1997. (FIN/IPS/tra- en/rdr/mu/mlm/en/01