(Arte y Cultura) CINE-VENEZUELA: Vida de Manuela Sáenz atrapa a la taquilla

La historia de amor con Simón Bolívar y el fervor por la independencia de los países de América del Sur, que marcaron la vida de la ecuatoriana Manuela Sáenz en el siglo XIX, han sido revividos con gran éxito de taquilla en una película venezolana.

«Manuela Sáenz, la libertadora del Libertador», dirigida por Diego Rísquez y escrita por Leonardo Padrón, se encamina a permanecer tres meses en la cartelera venezolana, algo pocas veces alcanzado por las producciones nacionales e incluso anhelado por algunas películas de Hollywood.

Rísquez y Padrón, que no se conocían previamente, coincidieron en el interés por contar la historia de un personaje representativo de la emancipación femenina en la América del siglo XIX. Durante cuatro años trabajaron en el largometraje, que se estrenó en Caracas el 1 de noviembre.

El Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) confirmó a IPS que la cinta ha sido vista por más de 250.000 personas desde su estreno y, transcurridas 13 semanas desde que se puso en pantalla, sigue exhibiéndose con buena afluencia de público en las principales ciudades del país.

«Trece semanas es un excelente nivel de éxito si tomamos en consideración que en promedio el ciclo de vida en las carteleras de Venezuela es más corto, alrededor de las ocho semanas, incluso para las películas estadounidenses», precisó Patsy Montiel, jefa de prensa del CNAC.

La historia cinematográfica cabalga entre dos momentos principales de la vida de la heroína ecuatoriana: sus días finales en Paita, Perú, y el período de ocho años en que se relacionó intensamente con Bolívar, hasta la muerte del Libertador en 1830 en Colombia.

Con variados recursos cinematográficos, el espectador también recorre otros momentos de la vida de Manuela Sáenz. Su infancia, su matrimonio con James Thorne, la especial relación con sus esclavas negras Jonatás y Natán, son algunos de los aspectos reflejados en la producción.

El hilo narrativo corre de la mano del escritor estadounidense Herman Melville, quien en medio de sus viajes como marinero y teniendo la idea de escribir un relato sobre una ballena, que desembocaría en Moby Dick, llegó hasta Paita y buscó a la mujer, ya anciana, quien murió en 1856 debido a una epidemia de peste.

Padrón reconoce que se tomó un atrevimiento literario para recrear la visita real del escritor estadounidense a Sáenz: «Necesitaba alguien que le activara la memoria, los recuerdos, la crónica de su vida amorosa con Simón Bolívar y quién mejor que un personaje de la estatura intelectual de Melville».

«Cabalgando a medio camino entre el relato íntimo y la reflexión histórica, la película de Rísquez representa una forma muy digna de encontrar un camino», comentó el crítico Alfonso Molina.

El director de la película dijo a la prensa que el mayor reto que enfrentó fue la reconstrucción histórica. «Venezuela carece de edificaciones coloniales. La idea original era hacer la producción en lo que fue la Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador), pero no se pudo», afirmó.

Molina señaló que el director venezolano «se sumerge en un tema histórico imprescindible, con consecuencias aún vigentes, aunque muchas obviadas, y en las angustias de una mujer en medio del torbellino del amor y la política».

Rísquez parece obsesionado con la historia. En su filmografía destaca la trilogía «Bolívar Sinfonía Tropical» (1981), «Orinoko Nuevo Mundo» (1984) y «Amérika Terra Incógnita» (1988).

El quinto largometraje de Rísquez «marca diferencias ante su filmografía, pero mantiene características autorales muy propias», dijo Molina. «De nuevo la historia venezolana y latinoamericana se convierte en la plataforma temporal para proponer una interpretación de los procesos de liberación en el continente».

En medio del éxito y reconocimiento actual, el director adelantó que trabaja en una película sobre Francisco de Miranda, el héroe independentista venezolano que tuvo un papel destacado en la Revolución Francesa.

Protagonizada por la cubana Beatriz Valdez y por el venezolano Mariano Alvarez en el papel de Bolívar, «Manuela Sáenz, la libertadora del Libertador» ha sido escogida para promocionar al cine venezolano en una serie de actividades de la cancillería.

Daniel González, director de Cultura del Ministerio de Relaciones Exteriores, confirmó que la película se presentará en siete festivales internacionales. Además, se realizarán dos funciones de gala especiales en Ecuador y Puerto Rico.

Con un presupuesto de 1,2 millones de dólares, la producción de la película refleja claramente las dificultades de hacer cine en Venezuela. El propio Rísquez comentó que el dinero se acabó en la octava semana de producción, de un total de 11, y que los técnicos esperaron un año para poder cobrar sus honorarios.

«Lo más cuesta arriba fue conseguir los recursos económicos. Era un filme con aires de superproducción, pero lamentablemente no había el presupuesto. Todo se hizo sobre la marcha», comentó el realizador. (FIN/IPS/ac/ag/cr/01

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