Programas de salud exitosos en 20 países pobres mostraron que es posible el control eficaz de enfermedades graves, según un informe del Banco Mundial y seis agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
«La evidencia es clara: las enfermedades infecciosas pueden ser controladas en las naciones más pobres del mundo», se aseguró en el informe, titulado «La salud, una clave de la prosperidad,: historias de éxito en países en desarrollo», divulgado el martes en Washington.
Entre las agencias de la ONU que participaron en el estudio estuvieron la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH/sida (ONUSIDA).
Los autores del informe atribuyeron el éxito de los programas de salud estudiados a la movilización de «recursos, habilidades y conocimientos» comunitarios contra enfermedades mortales como el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la tuberculosis, la malaria y otros males que afectan a la infancia y las madres.
El estudio muestra que las intervenciones efectuadas para evitar muertes por esas enfermedades en países en desarrollo dieron resultado, y las perspectivas de tales intervenciones son «mejores que nunca», señaló la directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland.
«La evidencia registrada refuta a quienes dudan de que sea posible proteger a los países más pobres de esos males», sostuvo Brundtland en un comunicado de prensa que se dio a conocer junto con el informe.
«Un esfuerzo coordinado de la comunidad internacional puede hacer realidad en los próximos años las promesas de estas historias de éxito», añadió.
La directora ejecutiva del UNICEF, Carol Bellamy, apuntó que el «fatalismo» acerca de esas enfermedades «es inaceptable a la luz del informe».
Los autores del estudio aseguraron que es posible realizar «enormes avances» durante la próxima década en la lucha contra las principales enfermedaes infecciosas, que tienen en la actualidad un «impacto desproporcionado sobre la salud y el bienestar de los pobres».
La tuberculosis, por ejemplo, causa en la actualidad dos millones de muertes anuales, casi todas en el mundo en desarrollo, y los éxitos alcanzados por Perú en el combate a esa enfermedad fueron elogiados en el informe.
En Perú, «los servicios de diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis son gratuitos, y las familias con bajos ingresos reciben paquetes con alimentos como estímulo para que cumplan el tratamiento» de esa enfermedad, se indicó.
También fueron destacados los logros de México en su esfuerzo para reducir la incidencia en la infancia de la neumonía, la diarrea, la malaria, el sarampión y la desnutrición, que sumadas causan en el mundo la muerte de más de ocho millones de niños y niñas cada año.
Azerbaiján, Etiopia, Kenia y Vietnam fueron mencionados como ejemplos de éxito en el combate contra la malaria, que causa en el mundo la muerte de más de un millón de personas cada año.
En Kenia «se aplicó un original sistema que articulaba la industria comunitaria de producción de mosquiteros y la promoción del uso de mosquiteros en los lugares de trabajo, con apoyo económico de empleadores», indicaron los autores del informe.
Eso permitió «reducir la incidencia de la malaria, los costos del sistema de salud y el ausentismo laboral, además de incrementar la productividad del trabajo con involucramiento de los trabajadores», añadieron.
Iniciativas de Senegal, Tailandia y Uganda para prevenir la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida), fueron elogiadas como ejemplos para otros países en el combate contra ese mal, que mata a unos tres millones de personas cada año.
En Tailandia, el gobierno se ha empeñado en lograr «el uso de condones por parte de todos los clientes de prostíbulos, y en asegurar amplio impacto de campañas de prevención del sida en escuelas, medios de comunicación y lugares de trabajo», con lo cual logró abatir las tasas de infección por VIH.
En el informe se destacó en forma especial la exitosa experiencia en Sri Lanka de campañas para reducir la mortalidad materna.
El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, apuntó que todos los logros mencionados en el informe se produjeron en países donde los recursos son escasos, y alegó que «insumos como los medicamentos y las vacunas tienen gran importancia pero no son los únicos factores necesarios para mejorar la salud».
Wolfensohn consideró «cruciales» otros seis factores identificados en las experiencias exitosas: «compromiso político, desarrollo de capacidades, recursos humanos, adecuación a las necesidades locales, involucramiento comunitario, y educación y comunicaciones».
«El compromiso político en los más altos niveles es clave para lograr resultados y mantener los programas», indicaron los autores del informe.
«La amplia disponibilidad en las comunidades de equipos, medicamentos e instrumentos de bajo costo» también es esencial, apuntaron.
Los gobiernos «deben ser mejores administradores de la salud», asegurar la eficiencia de los sistemas sanitarios y brindarles recursos financieros estables, dijo a IPS el médico David Hymann, director ejecutivo del área de Enfermedades Contagiosas de la OMS.
La cooperación de organizaciones no gubernamentales y otros grupos de la sociedad civil también es necesaria, apuntó.
La tarea es difícil porque casi dos tercios de los habitantes del planeta «carecen de acceso adecuado a cuidados médicos, medicamentos, vacunas y mosquiteros, a causa de la debilidad de los sistemas de salud de sus países», señaló. (FIN/IPS/tra- eng/mmm/ral/mp/he/00