Los fundamentos económicos de Africa austral nunca fueron tan buenos, pero la confianza de los inversores, consumidores y analistas en la región nunca fue tan baja como ahora, advirtió Iraj Abedian, principal economista del Standard Bank.
«La verdad es que las percepciones de Africa austral están dominadas por preocupaciones sociopolíticas, en lugar de condiciones económicas», indicó el experto del Standard Bank, uno de los mayores grupos financieros sudafricanos establecidos en los países miembros de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC).
«A menos que aseguremos estabilidad política en la región, afrontamos otro año que comenzará con grandes expectativas para la economía regional y terminará en desilusión», apuntó Abedian.
Revisando el año en Pretoria, el secretario ejecutivo de SADC, Prega Ramsamy, se mostró esperanzado acerca de las perspectivas económicas de la región para el 2001.
«Los países miembros de la SADC han seguido implementando reformas destinadas a lograr estabilidad macroeconómica y poner sus economías en una senda de crecimiento más alto y sustentable», afirmó.
Ramsamy dijo que el crecimiento para los estados miembros podría alcanzar 3,5 por ciento al terminar 2000, pero previno que el aumento del producto bruto interno (PBI) necesita ser empujado y sostenido para lograr el seis por ciento, considerado por la Nueva Agencia para Africa de las Naciones Unidas como el mínimo indispensable para un desarrollo económico sustentable.
Como aspecto positivo, Ramsamy señaló que Botswana, Mauritius y Namibia están manteniendo índices de crecimiento que oscilan en cinco por ciento, mientras la mayoría de los estados miembros eran capaces de mantener sus déficits presupuestarios por debajo del cinco por ciento.
También la entrada en vigor del área de libre comercio de la SADC, que pondrá fin a los aranceles comerciales entre estados miembros, y otras iniciativas de desarrollo económico, impulsará los negocios e inversiones extranjeras directas en 2001.
«Por consiguiente, la región de la SADC se ha hecho más lucrativa y segura para las inversiones, así como un atractivo mercado emergente», concluyó Ramsamy.
La mayoría de los economistas también son cautamente optimistas acerca de las perspectivas de Africa austral en 2001, situando el índice de crecimiento para ese período en tres por ciento. En 1997, Sudáfrica fue responsable de 73,3 por ciento del PIB de la SADC.
No obstante, Abedian alertó que algunos de los problemas fundamentales que perjudicaron las perspectivas de crecimiento de Africa austral el año pasado todavía pesan en la región y los mercados internacionales.
«Nadie esperó que la inestabilidad política en Zimbabwe estallara de semejante manera y el país parece encaminarse hacia un año político caótico», dijo Abedian.
«La SADC demostró incapacidad para contener la situación o ayudar a poner el país en la senda correcta. Ese fue un severo golpe de confianza en la región y en la credibilidad de la SADC», que debe dar pasos audaces para corregir la percepción de inestabilidad regional, añadió.
«Cuanto más perdure esa situación, más perjuicios causará a corto plazo", advirtió Abedian.
En su revisión, Ramsamy dijo que la continuación de los conflictos en Angola y la República Democrática del Congo causan enormes daños a sus economías, y pidió apoyo a iniciativas regionales e internacionales dirigidas a poner fin a la lucha.
Abedian pidió que Sudáfrica, por su condición de economía dominante, adopte medidas extraordinarias y promueva la estabilidad política en la región, y subrayó que analistas internacionales advierten que si la situación se deteriora entre los países vecinos, todos sufrirán la consecuencias.
«Sudáfrica es la protagonista principal en la región. Cuando las cosas marchan bien, tenemos la parte del león en los beneficios, pero cuando van mal, somos los que más sufrimos», señaló.
Abedian dijo que la reciente baja en los precios del petróleo quizás no fuera sostenida. El despegue de los precios el año pasado aumentó los costos y cortó perspectivas de crecimiemto económico.
«El precio del crudo sigue siendo bastante imprevisible. Las refinerías están expandiendo la producción y el hemisferio septentrional irá al verano en pocos meses, pero la situación en Medio Oriente sigue siendo incierta y una agudización de las tensiones podría generar nuevos aumentos en los combustibles», afirmó.
Mientras los líderes de Africa austral podrían comenzar el 2001 proclamando sus esperanzas económicas, si no logran paz y estabilidad política, la población de la región enfrentará otro año de promesas vacías. (FIN/IPS/trad-eng/as/sm/dv/00