COMERCIO: Chile y Qatar compiten por sede de conferencia de OMC

Dos países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Qatar y Chile, compiten por la sede de la próxima conferencia ministerial de la institución, que debería realizarse dentro de un año.

El consejo general de la OMC adoptará decisión sobre la sede y la fecha de la conferencia durante la reunión que sostendrá la semana venidera.

Los dos ofrecimientos, sólo formalizados en los últimos días, trajeron alivio a los responsables de la OMC, que comenzaban a inquietarse ante la ausencia de países interesados en acoger la máxima instancia de poder de la organización.

La experiencia de la anterior conferencia ministerial de la OMC realizada hace un año en Seattle, Estados Unidos, que terminó en el fracaso político y en medio de una batahola popular, hizo pensar que los países temían arriesgarse a una suerte parecida.

El panorama se complicaba porque una especie de «leyenda negra» se insinuó sobre las reuniones internacionales dedicadas a asuntos relacionados con la mundialización, como ocurrió después de Seattle en Washington y en Praga.

«Me alegro mucho de tener ahora dos candidatos», dijo el portavoz de la OMC, Keith Rockwell

En realidad, la propuesta de Chile todavía tiene un carácter preliminar, pues su gobierno hizo saber únicamente que por ahora «está considerando seriamente» la presentación de la candidatura.

La decisión de las autoridades chilenas se conocerá la semana venidera, después de «haber examinado los aspectos financieros» de la organización de una reunión de esa clase, dijo el representante de Santiago, Alejandro Jara, en una comunicación a la OMC.

Algunas fuentes comerciales comentaron la posibilidad de que el gobierno de Chile estuviera evaluando la solicitud de alguna ayuda financiera para sufragar el costo de la reunión.

Por lo general, el anfitrión se hace cargo de los gastos de las delegaciones de los países más pobres y de la Secretaría de la OMC. El gobierno de Singapur, que hospedó en 1996 la primera conferencia ministerial, destinó 12 millones de dólares de sus recursos fiscales para costear la organización.

El gobierno de Singapur sufragó también el alquiler de automóviles para las delegaciones, una erogación que evitó Estados Unidos en Seattle, donde se aplicó un criterio fiannciero más restrictivo.

Un funcionario de la OMC que pidió el anonimato eludió responder sobre el verdadero costo de la conferencia de Seattle. Todavía «sigue siendo incalculable», ironizó, en referencia al desprestigio que acarreó a la OMC y a todo el sistema multilateral de comercio.

Rockwell precisó que en la OMC no existen antecedentes de colaboración para el financiamiento de esas conferencias, una práctica común de otros organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Esas instituciones tienen presupuestos muy superiores, justificó.

Qatar hizo saber que su disponibilidad hotelera podría resultar insuficiente, pero ofreció como alternativa alojar a los participantes en barcos y en residencias particulares.

Las autoridades de Qatar, dijo una fuente de la OMC, dieron seguridades de que los participantes de la conferencia no afrontarían dificultades debido a las costumbres de ese país, de cultura islámica.

Las mujeres delegadas y funcionarias de la OMC podrán vestir las mismas ropas que en sus sedes habituales y en los hoteles de Qatar se servirán bebidas alcohólicas, garantizaron. (FIN/IPS/pc/ff/if/00

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