(Arte y Cultura) BRASIL: Libros permiten conocer 500 años de artes plásticas

La Muestra del Redescubrimiento, que celebró los 500 años de Brasil, permitió al país disponer de un panorama histórico de sus artes plásticas, que permanece en 13 libros de alta calidad.

La gigantesca muestra maravilló a 1,9 millones de personas que la pudieron visitar en Sao Paulo, de abril a septiembre. Ahora recorre el país, pero incompleta, dividida en algunos de los 13 módulos que la componen.

Una carrera internacional, iniciada en Lisboa, prevé su futura exhibición en Santiago de Chile, varios museos de Buenos Aires y algunas ciudades de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, España, Alemania, México, Rusia y Suecia.

La colección de los 13 «catálogos», todos bilingües en portugués e inglés, está destinada a aficionados dispuestos a desembolsar más de 800 dólares por el conjunto, o 65 dólares por cada uno.

En cuanto a precios hay dos excepciones. El libro más extenso, «Negro de cuerpo y alma», de 559 páginas, cuesta 75 dólares, mientras otro de 103 páginas sobre la prehistoria en el mundo y en América vale 30 dólares.

Todo esto celebra la historia del país, pero se trata principalmente de un «ejercicio crítico» que hace mucho constituía un desafío para los brasileños amantes del arte, señaló Edemar Cid Ferreira, presidente de la Asociación Brasil 500 años, creada para ejecutar el proyecto.

La muestra, que ofrece una «visión integral y no excluyente de la cultura brasileña», según dijo Cid Ferreira en la presentación de los catálogos, cubre desde obras arqueológicas, en un período de 12.000 años antes de la llegada de los portugueses, hasta las instalaciones y nuevos lenguajes contemporáneos.

El recorrido incluye a las artes indígenas, barroca, moderna y afrobrasileña.

El módulo «Mirada lejana» muestra la forma en que artistas extranjeros dibujaron, pintaron y fotografiaron el país desde el siglo XVII, en 260 obras.

Más inquietante son «Imágenes del Inconsciente», una selección de obras de internos en hospitales siquiátricos, y «El Negro de cuerpo y alma», una investigación del aporte africano a la cultura brasileña que revela la esclavitud, los prejuicios y la represión en todas dimensiones a que fueron sometidos los negros.

Tan profunda fue esa represión que muchos artistas negros o mestizos de primera importancia no lograron representar a a su pueblo en sus propias obras. Hasta «mirarse a sí mismos» exigió largo tiempo a los negros, retratados por el ojo europeo que los limitó al estereótipo de un cuerpo distinto.

Pero la tarea más árdua, también sujeta a los dificultades ideológicos, fue probablemente seleccionar algunos centenares de obras para el módulo «Arte popular», un universo vasto y demasiado complejo para que su diversidad sea debidamente contemplada en una sola muestra, dijo el curador Emanoel Araujo.

La creación artística popular tiene raíces en la comunidad, pero tiene que ser aprobada según criterios similares a los aplicados al arte erudito, según Araujo.

La muestra se organizó en base a tres vertientes: la ancestralidad, arcaísmos y permanencias. La primera identifica al artista popular que se orienta intuitivamente por una herencia cultural remota, que le llega por el inconsciente colectivo de su comunidad.

Forman parte de esa sección principalmente esculturas que representan monstruos prehistoricos e imágenes religiosas, católicas y africanas en general.

Los acaísmos se refieren a una vieja religiosidad, a las «carrancas», caretas esculpidas en madera y muy comunes en los barcos que navegan por el Río Sao Francisco, entre el centro y el noreste del país.

La permanencia se manifiesta en objetos vinculadas a las fiestas y manifestaciones culturales que forman parte de la tradición popular.

La religiosidad y el mundo rural tienen fuerte presencia en el llamado arte popular de Brasil. La vida urbana ocupa una pequeña parte del módulo, limitándose a una visión ingenua de algunas máquinas y entretenimientos como el circo o bailes populares.

El noreste, origen de la mayoría de los migrantes que construyeron las grandes ciudades del país, ocupa en cambio el mayor espacio de esta muestra, con una sección específica y otra dedicada al «cangazo», un movimiento social armado que agitó la extensa región, seca y pobre.

Ropa, armas y fotos de cabezas cortadas de «cangaceiros» componen la sección sobre «La estética del cangazo como expresión del irredentismo brasileño».

Esta es una parte dramática de la muestra de los 500 años, registrada en forma permanente y portable en los 13 libros que condensan la cultura y la historia brasileña a través de sus obras de arte, así definidas según conceptos muy amplios. (FIN/IPS/mo/ag/cr/00

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe