VENEZUELA: Los Roques apuesta a preservar antiguo paraíso pirata

La pregunta que se hizo Alberto Febres el día que asumió la dirección de la Autoridad Unica de Los Roques fue cómo hacer para que dentro de 20 años aún se pueda disfrutar de este archipiélago, que hoy es punto de atención turística y ambiental en Venezuela.

La respuesta a esa inquietud se construye con la participación comunitaria y la apuesta a lograr un desarrollo turístico armónico con la defensa y protección del ambiente, comentó el propio Febres a IPS.

Los Roques es un archipiélago de 292 islotes, cayos y bancos de arena con una extensión de 220.000 hectáreas, ubicado en pleno Mar Caribe y a 170 kilómetros de Caracas. Su centro poblacional, político y de servicios está en la única isla llamada Gran Roque.

"Tenemos una obligación moral con nuestros hijos y con toda Venezuela de que Los Roques pueda ser dentro de dos décadas lo que es hoy. Un lugar con una naturaleza única, con una enorme variedad de especies marinas y corales, y los pobladores tienen plena conciencia de esto", aseguró Febres.

El conjunto natural fue declarado Parque Nacional en 1972. Sin embargo, los problemas ambientales causados por la gran cantidad de visitantes colocó a Los Roques en un punto peligroso, en especial a partir de la popularización de los paquetes turísticos desde comienzos de los 90.

"En la piscina natural, del cayo Francisquí, hay mucho corales muertos. Eso no era así, pero con tanta gente, tanto contacto humano, se murieron", narró a IPS un lanchero de la zona que se dedica a transportar visitantes.

La piscina natural es uno de los puntos de acceso libre en Los Roques, junto con el cayo Madrisquí. Ambos son los más visitados.

La Autoridad Unica de Los Roques, que depende del Ministerio de Ambiente de Venezuela, ha decretado restricciones en la mayor parte del archipiélago.

Se establecieron zonas de protección marina, con un máximo de 70 visitantes por día, y de protección integral, donde sólo pueden ingresar investigadores con un permiso previo.

En la primera área se encuentra la estación biológica que contiene un importante criadero de tortugas marinas.

La blanca arena, aguas muy claras que permiten la inmersión deportiva y una vastedad de corales son el hogar natural para 80 especies marinas, afectadas por la pesca indiscriminada, en particular entre 1985 y 1995, según indicaron pescadores artesanales de Cayo Muerto.

En la actualidad la pesca está limitada. Pero fue justamente la variedad y riqueza de peces lo que atrajo a fines del siglo XIX a los primeros habitantes del lugar, a cuyos descendientes hoy se les llama roqueños. Eran pescadores que emigraron de la Isla de Margarita.

Los Roques también fue lugar de tránsito de piratas y corsarios en siglos anteriores.

Pero hoy, uno de sus cayos, Madrizquí, exhibe unas muy cuidadas casas pertenecientes a las familias adineradas de Caracas, una cuestión heredara con anterioridad a que el área fuera declarada Parque Nacional.

Con una vegetación pobre y ausencia de animales mamíferos, por la carencia de agua dulce, el atractivo turístico y ambiental de Los Roques está en sus aguas.

Febres explicó que el plan estratégico de largo plazo prevé establecer "límites al crecimiento de población y al flujo turístico", aunque no se atreve a dar cifras sobre esos topes.

En Los Roques viven unas 1.200 personas, entre roqueños y empleados de las empresas turísticas y recibe un promedio de 70.000 visitantes anuales, de los cuales poco más de la mitad son extranjeros.

"Tenemos que rescatar el sentido de la sustentabilidad para que pueda darse esa combinación del turismo con el cuidado ambiental y necesitamos mejor la calidad de vida para los habitantes autóctonos, que se expresa en educación y servicios básicos", apuntó la autoridad del archipiélago.

IPS constató el comienzo de ejecución del plan de clasificación de la basura, pionero en Venezuela, que requerirá también campañas educativas entre los turistas.

En zonas de cayos poco visitadas se aprecian los perjuicios de la presencia humana, con latas de bebidas gaseosas y de cerveza vacías y envases plásticos tirados.

Agentes de turismo y pobladores consultados creen que efectivamente ahora hay mayor interés oficial en torno a Los Roques.

No en vano el anterior director de la dependencia fue destituido en medio de un escándalo por la acumulación de problemas con la basura, el agua y el cobro de entrada al Parque Nacional.

La Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) apoya el plan de manejo de la basura en el archipiélago. Un proyecto, por cierto, en el cual tienen un papel relevante las casi 60 posadas que prestan servicio de alojamiento a los turistas y donde se produce la mayor cantidad de desperdicios.

Febres entiende que la idea que maneja su despacho se relaciona con lo estipulado en la flamante Constitución venezolana.

El artículo 310 de la ley fundamental establece que "el turismo es una actividad económica de interés nacional, prioritaria para el país en su estrategia de diversificación y desarrollo sustentable".

En Los Roques, por su realidad como polo turístico y el hecho de ser un Parque Nacional y área natural protegida, necesariamente deben conjugarse estos dos factores. La apuesta de las autoridades y de los pobladores es a demostrar que sí es posible. (FIN/IPS/ac/dm/en dv/00

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