El ambiente previo a las elecciones generales del 11 de diciembre en Trinidad y Tobago se vuelve cada vez más turbulento, con sospechas, denuncias e investigaciones policiales a altas autoridades del gobierno.
Las requisas policiales a casas de líderes partidarios, la destitución de un ministro y las denuncias de actos de corrupción en las esferas del poder fueron el tema de las portadas de los diarios en la última semana.
Así mismo, el único partido multirracial de este país caribeño, la Alianza Nacional para la Reconstrucción (NAR), anunció que no participará de los comicios generales, luego de acusar a los dos partidos principales de incitar tensiones étnicas.
Sin embargo, la NAR participará en las elecciones en Tobago, la más pequeña de las dos islas, con población predominantemente negra.
En el torbellino preelectoral también se vio inmerso el propio primer ministro, Basdeo Panday, quien podría abandonar la campaña. Panday está al borde de la bancarrota luego de perder un juicio por difamación e injurias que le entablara Ken Gordon, editor de un periódico local.
La Suprema Corte consideró que Gordon fue difamado en declaraciones hechas por Panday hace un año y ordenó que éste pague 100.000 dólares por los daños que le causó.
Gordon afirmó que el litigio no tenía el objetivo de llevar a Panday a la bancarrota y anunció que estaría dispuesto a retirar los cargos si el primer ministro se disculpara públicamente y donara 15.000 dólares para obras de caridad.
«Mi objetivo siempre fue y es el mismo. Dejaré esto de lado si el primer ministro está dispuesto a demostrar que es como cualquier otro ser humano, capaz de cometer errores, que los cometió y que está preparado para decir: 'perdón'», declaró Gordon.
Analistas políticos sostuvieron que las próximas elecciones serán tan reñidas como las de 1995, cuando los dos principales partidos del país obtuvieron 17 bancas en el parlamento cada uno.
El histórico empate se había resuelto cuando la NAR, que ganó dos asientos en Tobago, se unió al Congreso Nacional por la Unidad (UNC) de Panday, quien se convirtió así en el primer jefe de gobierno del país descendiente de inmigrantes venidos de India.
El gobierno del UNC se fortaleció aun más cuando, en 1997, el opositor Movimiento Nacional del Pueblo (PNM) redujo su presencia en la Cámara de Representantes, ya que dos de sus miembros se unieron a la coalición de gobierno en calidad de «independientes».
Esta deserción dejó en 15 el número de representantes del PNM, frente a 21 del oficialismo. El candidato oficialista y ex primer ministro Arthur Robinson asumió la presidencia del país.
En esta campaña electoral no se tocaron temas vinculados a las futuras condiciones económicas y sociales del país, y la raza parece ser el factor que determinará el resultado de los comicios del 11 de diciembre, según analistas políticos locales.
La población de Trinidad y Tobago, de 1,3 millones, está dividida en partes casi iguales entre los descendientes de indios, que apoyan al UNC, y los descendientes de africanos, que respaldan en su mayoría al opositor PNM, partido que gobernó el país por 30 años ininterrumpidos hasta 1986.
El analista político Lloyd Best estimó que la situación en el país se volverá «completamente impredecible». Todos coinciden en que cinco distritos electorales de Trinidad definirán los comicios.
Panday instó a sus partidarios a hacer todo lo posible para que el partido gane 24 de los 34 escaños que están en juego y afirmó que no desea que «suceda aquí lo que sucede en Estados Unidos», en una clara referencia a los aún pendientes resultados electorales en ese país.
Tanto la policía como al Comisión Electoral recibieron varias denuncias de la oposición sobre un supuesto plan del partido gobernante de trasladar votantes a los distritos clave.
La policía inició una investigación y realizó allanamientos en los hogares de varias autoridades del UNC, entre ellas el ministro de Comunicaciones y Obras, Sadiz Baksh, también jefe de campaña.
La polémica aumentó cuando el ministro de Relaciones Exteriores, Ralph Maraj, admitió en un programa televisivo haber sido invitado a participar del plan para cambiar las listas de votantes.
En medio de este torbellino, el grupo radical musulmán Jamaat Al Muslimeen, que en 1990 llevó a cabo un frustrado golpe de Estado, divulgó grabaciones de una serie de conversaciones telefónicas entre partidarios del UNC vinculados al plan.
La Comisión Electoral, por su parte, reafirmó su integridad, pese a que informes de prensa indicaban que se encontraba «dividida sobre qué actitud tomar frente a las denuncias». La lista de votantes final se hará pública el 20 de noviembre.
Mientras, la destitución del ministro de Gobierno, Dhanraj Singh, en momentos que se llevaban a cabo investigaciones policiales sobre un polémico Programa para Desmpleados creado por esa cartera, sembró sospechas sobre actos de corrupción en la administración de Panday.
El primer ministro no dio ninguna explicación por la destitución del secretario de Estado, a quien una vez calificó como su «mejor colaborador». Singh se trasladó a Nueva York para iniciar un tratamiento médico para su diabetes y no dijo cuándo volverá, según se informó.
«Existe algo que se llama publicidad antes del juicio, y que puede afectar la resolución de una corte. Creo que no debería decir ni hacer nada que pueda influir en las investigaciones o en el proceso judicial», se limitó a decir Panday.
El opositor PNM lanzó oficialmente su campaña electoral el domingo 12 con una marcha por el centro de la ciudad, en la que llamaban a los partidarios a prepararse para la victoria. (FIN/IPS/tra-en/pr/da/rp/mlm/ip/00