La oposición de Perú discute si debe aceptar al segundo vicepresidente, Ricardo Márquez, como sucesor del renunciante Alberto Fujimori, o imponer su mayoría parlamentaria para designar al presidente del parlamento, el opositor Valentín Paniagua.
También se considera si el Congreso legislativo, de mayoría opositora, debe limitarse a aceptar la renuncia de Fujimori o rechazarla y destituirlo «por incapacidad moral», así como inhabilitarlo para la actividad política por 10 años.
El presidente del parlamento recibió este lunes la renuncia de Fujimori, quien la había anunciado el domingo en cartas remitidas por fax desde Tokio al primer ministro Federico Salas, a Márquez y a algunos dirigentes de su partido, Perú 2000.
Esta «renuncia telefónica» fue recibida con expresiones de condena en el ámbito político, incluso entre los miembros de su gabinete y por los parlamentarios oficialistas.
El gabinete dimitió en pleno y expresó su «indignación» porque Fujimori presentó su renuncia «desde el extranjero y sin explicar satisfactoriamente las causas de su decisión, ahondando con su actitud política inadecuada la crisis económica», según el ministro de Economía, Carlos Boloña.
Fujimori consideró, en las cartas enviadas el domingo, que la pérdida de la mayoría parlamentaria lo priva de la posibilidad real de ejercer el gobierno y que prefiere dar un paso al costado «para no ser un factor de perturbación en el proceso de democratización del país».
Por su parte, el comando conjunto de las fuerzas armadas anticipó en un comunicado que acatará «las decisiones que adopten las autoridades legítimamente constituidas, en el marco de lo prescrito en la Constitución Política de Perú».
Este comunicado fue interpretado como un velado apoyo a Márquez, un empresario textil que, según algunos opositores, mantuvo un estrecho aunque discreto vínculo con la cúpula castrense manejada por el fugitivo ex asesor de inteligencia de Fujimori, Vladimiro Montesinos.
La renuncia de Fujimori y su sucesión provisoria deben ser resueltas entre este lunes y este martes. Fujimori no precisó hasta ahora la fecha de su retorno, y se limitó a anunciar que será cuando lo estime conveniente.
El primer vicepresidente, Francisco Tudela, presentó su renuncia el 23 de septiembre a raíz de la difusión de un vídeo que muestra el soborno por parte de Montesinos a un parlamentario opositor, Alberto Kouri, para que se pasara al oficialismo.
La renuncia de Tudela no fue hasta ahora aceptada por el Congreso. Algunos sectores de la oposición proponen que no se la admita para que encabece el gobierno de transición que deberá entregar el 28 de julio la Presidencia al ganador de las elecciones convocadas para el 8 de abril.
Por su parte, Márquez había prometido públicamente la semana pasada que renunciaría a la segunda vicepresidencia si Fujimori lo hacía. Sin embargo, ahora dijo estar dispuesto a asumir la responsabilidad de dirigir el gobierno provisional «con un gabinete ministerial de consenso».
El sector opositor más radical, que incluye al partido Perú Posible del ex candidato presidencial Alejandro Toledo, sostuvo que Márquez debe renunciar también, y advirtió que si no lo hace será destituido por el Congreso.
Esta posición no es compartida por todos los adversarios de Fujimori, entre ellos el Frente Moralista Independiente (FIM), la tercera fuerza parlamentaria, y el Partido Popular Cristiano (PPC). Para estos grupos, no se debe reconstituir la democracia eludiendo la vía constitucional.
El líder del FIM, Fernando Olivera, propuso exhortar a Márquez a renunciar y a dejar su puesto a Paniagua, uno de los tres parlamentarios del Partido Acción Popular, que gobernó en los periodos 1963-1968 y 1980-1985 pero que en los comicios de abril pasado obtuvo menos de dos por ciento de los votos.
Por su parte, Lourdes Flores, ex aspirante a la Presidencia del PPC, exhortó a Tudela a retirar su renuncia. Flores advirtió que Márquez no le inspira confianza por sus supuestos vínculos con la cúpula militar impuestala por el ahora fugitivo Montesinos.
«Si Tudela insiste en mantener su renuncia a la vicepresidencia, probablemente para mantener intacta su aspiración a postularse en las próximas elecciones, el gobierno provisional debe recaer en el presidente del Congreso, Valentín Paniagua», agregó la legisladora del PPC.
Sin embargo, Flores no explicó cómo resolver la insistencia de Márquez en asumir la Presidencia.
El secretario general del partido Perú Posible, Luis Solari, sostuvo que Márquez no puede ser designado presidente «porque con él la gobernabilidad del país es igual a cero».
«Tendría que renunciar por la misma razón por la que se va Fujimori: porque el pueblo no lo acepta y porque para salir de la crisis institucional que envuelve al país es necesario que todo el régimen espurio creado por Fujimori se vaya a su casa», sostuvo Solari.
Desde Tokio, en declaraciones a una agencia de noticias, Fujimori se declaró sorprendido por las condenas a su renuncia. «Durante meses y en todos los tonos y con argumentos disímiles, algunos de ellos contradictorios, me reclamaban que renunciara y ahora me critican porque lo hago», dijo.
Fujimori admitió la posibilidad de encabezar una lista parlamentaria «para defender la estabilidad de las obras» de su gobierno. (FIN/IPS/al/mj/ip/00
