Delegados de los 28 países integrantes del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) dieron su respaldo político al organismo, que al cumplir esta semana 25 años insiste en la convergencia de los esquemas regionales de integración y en una inserción conjunta en la globalización.
Al concluir en Caracas la vigesimosexta reunión del Consejo Latinoamericano del SELA, los delegados de los países latinoamericanos y caribeños que lo integran lamentaron las «graves dificultades de orden financiero» que atraviesa el organismo, dijo su secretario permanente, el chileno Otto Boye.
El SELA celebró entre el lunes y el miércoles su reunión, que tuvo una fase técnica, un panel con cinco ex secretarios permanentes del sistema y una jornada final encabezada por el embajador Boye y el vicecanciller venezolano Jorge Valero.
«En nombre del gobierno de Venezuela doy un categórico respaldo. La posición de Venezuela es dar un mayor espacio al SELA en el proceso de integración», dijo Valero.
El SELA, fundado por iniciativa de México y Venezuela, tiene su sede permanente en Caracas.
«El SELA mantiene plena vigencia, hay y que relanzarlo y potenciarlo. El gobierno de Venezuela apoya rotunda y categóricamente esta posición», dijo Valero.
La declaración final del Consejo Latinoamericano del organismo coincide con este planteo.
Por su parte, Boye dijo que queda poco margen para determinar cómo insertarse en en la globalización, una situación que sugiere «la inserción integrada» como «alternativa a la incorporación fragmentada».
La declaración final, firmada por los delegados de 28 países, insiste en que la participación latinoamericana y caribeña en una economía globalizada debe ser «de manera coordinada».
En ese documento, por otra parte, se resalta como un claro ejemplo de «articulación y convergencia de los procesos de integración» la creación de una zona de libre comercio sudamericana, refrendada en la Cumbre de Brasilia el 1 de septiembre.
Los presidentes de América del Sur allanaron así el camino para un acuerdo entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Según Boye, el documento de la Cumbre de Brasilia «puede llegar a convertirse en una verdadera carta de navegación para la integración latinoamericana y caribeña».
El funcionario también insistió en la necesidad de «institucionalizar» la integración aprovechando, por ejemplo, la capacidad y experiencia de organismos regionales como el propio SELA.
Es necesario «fortalecer la institucionalidad regional mediante la conjunción de esfuerzos, (y) la activación de mecanismos de diálogo, consulta y cooperación», recalca la declaración final del Consejo Latinoamericano.
Esta instancia, además de saludar el acuerdo entre la CAN y el Mercosur, llamó a complementarlo «con iniciativas que cuenten con la participación plena de todas las naciones de América Latina y el Caribe».
Por su parte, el documento central debatido en la reunión propone que la inserción en una economía globalizada y la integración sean considerados «fenómenos complementarios» y llamó a que los países de la región den pasos conjuntos en los dos frentes.
En esta cita en Caracas se reunieron por primera vez los ex secretarios permanentes del SELA.
En las sesiones coincidieron el ecuatoriano Jaime Moncayo, el peruano Carlos Alzamora, el venezolano Sebastián Alegrett, el mexicano Salvador Arriola y el argentino Carlos Moneta. Estuvo ausente el uruguayo Carlos Pérez del Castillo.
El SELA está integrado por Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. (FIN/IPS/ac/mj/if rg/00