/Integración y Desarrollo/ AMERICA CENTRAL: Más oportunidades en el campo (*)

Leda Zúñiga, de 44 años y habitante del medio rural de Costa Rica, se ha convertido en empresaria independiente y ahora sueña con salir de la pobreza y enviar a su hija a estudiar computación en una universidad de la capital.

Al igual que ella cientos de personas han alimentado ilusiones y luchado por alcanzarlas a través de los proyectos que desde hace 22 años apoya en América Central el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), como el Proyecto de Desarrollo Agrícola de la Península de Nicoya (Prodapén),

«Aquí somos muy pobres de dinero, pero nos hemos dado cuenta de que también éramos muy pobres de mente», dijo a IPS Zúñiga, quien explicó que gracias al aprendizaje que ha hecho ahora sabe calcular los costos de su empresa, organizarse y hacer rentable su pequeño negocio.

Zúñiga vive en el pueblo de Sabana Grande de Nicoya, 250 kilómetros al noroeste de San José, es soltera y tiene una hija de 17 años. Junto con cuatro vecinas decidió iniciar en su vecindario una empresa para criar cerdos y gallinas.

«Creemos que también vamos a ayudar a la comunidad, pues nuestro negocito va a generar algunos nuevos empleos», comentó esta mujer, quien hace muchos años emigró a San José y trabajó en una fábrica de maquila pero decidió regresar a su pueblo.

Zúñiga tiene como meta generar buenas ventas con la carne de gallina y cerdo para terminar su casa y financiar los estudios de su hija Karla. «Hasta estamos pensando poner una carnicería, pues en nuestro pueblo no hay», afirmó.

FIDA, la entidad financiera de la Organización de las Naciones Unidas que lucha contra la pobreza rural, apoya a Propadén, un programa que ha permitido a Zúñiga y sus compañeras aprender el valor de los recursos con que cuentan y la manera de convertirlos en bienes y servicios que aumenten su calidad de vida.

Prodapén, que se inició en 1998 y concluirá en 2003, es coordinado por funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica y cuenta con 10,7 millones de dólares, aportados por FIDA, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el gobierno de Costa Rica.

«En nuestros países hablar de utilidades en los pequeños productores es un tabú», dijo María del Rocío Díaz, una administradora de empresas que dirige el proyecto Prodapén. «Por eso queremos quebrar ese mito y demostrar que las pequeñas empresas que impulsamos sí pueden ser rentables».

La funcionaria indicó que muchos de los programas de apoyo a zonas rurales tradicionalmente se basaron en el asistencialismo directo, pero ahora la visión ha cambiado.

Proyectos como Prodapén lo que pretenden es capacitar a las comunidades, para que sean ellas mismas las que elijan qué hacer para generar bienes y servicios, y cómo aprovechar las oportunidades latentes.

«Lo que se busca es una mayor participación de la gente, que los proyectos se ejecuten desde las bases, desde abajo hacia arriba», señaló Carmen Eugenia Morales, coordinadora de capacitación de la Unidad Regional de Asistencia Técnica (Ruta).

FIDA no tiene oficinas en América Central, por lo que los especialistas de Ruta son sus representantes y les brindan apoyo técnico en la región.

Morales dijo que FIDA cofinancia 18 proyectos en el istmo, desde Guatemala hasta Panamá, en los cuales apoya a pequeños agricultores, poblaciones desplazadas y campesinos que necesitan mejoras en su base productiva.

Entre estos proyectos se encuentra el Proyecto para la Población Desplazada en el Departamento de Quiché en Guatemala, que fue diseñado en apoyo al proceso nacional de pacificación. Beneficia a 10.000 familias y apoya a la producción agrícola, microempresarial y comunitaria.

FIDA también ha apoyado al Proyecto de Desarrollo Agrícola para Poblaciones Afectadas por el conflicto de Chalatenango, en El Salvador, donde se ha pretendido restaurar la capacidad productiva en esa región tras la firma de los acuerdos de paz.

El Banco Mundial estima que en América Central una de cada dos personas vive en condiciones de pobreza y que 75 por ciento de los pobres se encuentran en las áreas rurales.

Datos de Ruta y FIDA revelan que de los 32 millones de habitantes de América Central, 17 millones viven en zonas rurales y de ellos cerca de 12 millones son pobres.

Desde 1978, cuando comenzó sus operaciones en América Central, FIDA ha apoyado a 32 proyectos. «Esta ha sido una tarea muy difícil, pues se atiende a la población rural más pobre», dijo a IPS Jorge León, consultor de Ruta.

Sin embargo, León destacó que FIDA ha aumentado sus actividades de financiamiento de proyectos en América Central, dado que desde los años 90 los gobiernos del área han asumido un papel más activo en la realización de programas y proyectos de desarrollo agrícola y rural. —— (*) Esta nota forma parte de una serie de IPS sobre pobreza rural en los países en desarrollo, realizada con apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

(FIN/IPS/nms/ag/dv/00

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