La huelga de camioneros iniciada hoy y la de taxistas convocada para este martes aumentan el caos en las carreteras y ciudades de España, mientras el gobierno intenta encontrar una solución negociada al conflicto desatado por el aumento del precio de los carburantes.
El alza del precio del petróleo crudo fue trasladado a sus derivados y a los impuestos que los gravan, originando fuertes pérdidas y protestas en los sectores del transporte, la agricultura y la pesca.
Los afectados plantean que al menos no se incremente el impuesto, ya que éste sube proporcionalmente al aumento del precio a los consumidores. También exigen a las empresas contratantes del transporte que acepten un alza de 10 por ciento de las tarifas.
Los camioneros iniciaron este lunes una huelga de tres días, con bloqueo de carreteras, y la paralización es por tiempo indefinido en la provincia de Valladolid, al noroeste de Madrid.
En varias regiones, los pescadores rechazaron los acuerdos logrados por sus confederaciones con el gobierno y algo similar ocurrió con los agricultores.
Los efectos inmediatos de la huelga de los transportistas se observaron en los pasos fronterizos de Irún, en el País Vasco, y La Jonquera, en Cataluña, que comunican a este país con Francia.
Los automovilistas pueden entrar en España, pero no los camiones, y en la dirección inversa, hacia Francia, el bloqueo es total.
El presidente de la Confederación Nacional del Transporte por Carreteras, Ovidio de la Roza, declaró este lunes que su organización solamente ha convocado a un cese de actividades por tres días, sin la intención de bloquear el tráfico.
Sin embargo, el bloqueo continúa e incluso determinó la pralización total de los puertos de Sagunto y Valencia, en la costa norte del Mar Mediterráneo.
Asimismo, algunos huelguistas fueron detenidos en la norteña Comunidad Autónoma de Navarra y en Valencia, tras enfrentarse con la Guardia Civil (policía militarizada).
Una mirada desde el norte al sur de la España peninsular indica que en Cantabria la huelga de transportistas es total, en Rioja tiene un apoyo de 80 por ciento y la ciudad de Zaragoza está paralizada por camiones y taxis atravesados en las calles y carreteras de acceso.
En Valladolid, el País Vasco y Cataluña, el paro es total. En Extremadura, fronteriza con Portugal, es de 90 por ciento, al igual que en Vigo, en la noroccidental región de Galicia. En Madrid, la incidencia de la huelga es débil, mientras que en la meridional Sevilla están cortadas dos carreteras.
En Madrid, representantes de los transportistas y de las empresas contratantes iniciaron este lunes negociaciones, con la mediación del ministro de Fomento, Francisco 5lvarez Cascos. Fuentes próximas a la reunión indicaron a IPS que es difícil un rápido acuerdo, a la vista de la diferencia de los planteamientos iniciales.
Además, las cofradías de pescadores de Andalucía, el País Vasco, Cataluña, Cantabria, Murcia (sureste) y Las Palmas (en Canarias, frente a la costa de Africa), que son las más poderosas, junto con las de Galicia, rechazaron el acuerdo logrado entre su Confederación y el gobierno y anuncian nuevas medidas de protesta.
También la Confederación de Organizaciones Agrarias, que representa a 40 por ciento de los agricultores, rechazó el convenio firmado por la patronal y el gobierno sobre el precio de los carburantes.
La estrategia del gobierno presidido por el centroderechista José María Aznar se basa en compensar las pérdidas de los sectores afectados con ventajas fiscales en el Impuesto del Valor Agregado y en el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas y con líneas de crédito a tipos de interés subvencionados.
Pero, al mismo tiempo, mantiene con firmeza su negativa a alterar el impuesto especial de hidrocarburos, por considerar que actúa como un gravamen disuasorio del consumo.
Y los transportistas, así como un sector importante de los pescadores y agricultores, persisten en sus demandas, en sus huelgas y en el cierre de puertos y carreteras. (FIN/IPS/td/ff/lb tr/00
