DERECHOS HUMANOS-EEUU: Sospechosos por el color de su piel

Organizaciones defensoras de los derechos civiles presentaron un documento de protesta ante la ONU por la existencia de prejuicios raciales contra las minorías en el sistema judicial de Estados Unidos.

Los activistas apelaron a la ONU (Organización de las Naciones Unidas), luego de haber protestado en varias oportunidades ante las autoridades estadounidenses sin obtener respuesta, informó el director ejecutivo de la Conferencia de Líderes por los Derechos Civiles, Wad Henderson.

El documento, titulado «Llamado a la acción», fue presentado el martes luego de que los activistas intentaran «por todos los medios buscar una solución en Estados Unidos», subrayó Julian Bond, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP).

La enérgica demanda, suscrita por más de 50 activistas afroamericanos, musulmanes, hispanos e indígenas, insta a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, en calidad de secretaria general de la Conferencia Mundial contra el Racismo, a tratar el problema racial en Estados Unidos.

Los activistas exigen que la funcionaria presione a Washington para que éste implemente un programa para combatir la discriminación.

«Nuestros líderes políticos deberían tomar medidas concretas para eliminar los prejuicios raciales en este país, en vez de hablar sobre las violaciones a los derechos humanos en otras partes del mundo», sostuvo Henderson.

El documento insta al organismo a investigar la discriminación racial en la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos y el cumplimiento por parte de este país de los acuerdos contemplados en la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, ratificada en 1994.

Los activistas proponen también que la ONU envíe una misión a Estados Unidos para que investigue denuncias de violaciones a los derechos humanos y prejuicios raciales en el sistema judicial.

La consideración de la raza como presunción de culpabilidad sin evidencia criminal en Estados Unidos es una de las grandes preocupaciones de la ONU, admitió Robinson al recibir el martes el «Llamado a la acción». «El prejuicio racial afecta a casi todas las minorías del país», dijo.

«Los afro-estadounidenses que son detenidos por la policía sólo por su color de piel, los hispanos que son arrestados en la frontera, los árabes que son inspeccionados en los aeropuertos y los asiáticos cuya fidelidad al país es cuestionada, todos ellos son víctimas del prejuicio racial», agregó.

El prejuicio es común en las escuelas y en las calles, donde las miembros de las minorías son víctimas de arrestos y brutalidad policial sólo por su color de piel.

Pero el racismo se puede encontrar en todos los niveles del sistema judicial estadounidense. Casi 73 por ciento de los motociclistas detenidos por la policía durante inspecciones en una de las principales carreteras de Nueva Yersey en 1999 fueron afro- estadounidenses.

Sin embargo, menos de 18 por ciento de los infractores eran afroamericanos, de acuerdo con un informe elaborado por la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU).

Mientras, 42 por ciento de las personas arrestadas por crímenes violentos en 1998 fueron afro-estadounidenses, aun cuando éstos representan apenas 12 por ciento de la población, señala un informe de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

El número de mujeres perseguidas por tomar drogas durante el embarazo es 10 veces mayor que el de las blancas en la misma condición, señala un estudio de la Universidad de Harvard dirigido por la profesora Dorothy Roberts.

Las disparidades en las sentencias a prisión han crecido de tal manera que los afro-estadounidenses conforman 50 por ciento de la población carcelaria de Estados Unidos, según la Conferencia de Líderes por los Derechos Civiles.

Además, los afro-estadounidenses constituyen 62,7 por ciento de los delincuentes vinculados a las drogas enviados a prisión, aunque el número de blancos adictos a las drogas en todo el país es cinco veces mayor.

Los activistas sostienen que la «aplicación de la pena de muerte está influida por prejuicios raciales y de clase» y afirman que «42 por ciento de los sentenciados a muerte son afro- estadounidenses y 80 por ciento de los casos que son castigados con esa pena involucran a víctimas blancas».

Los autores del «Llamado a la acción» argumentan que la discriminación en Estados Unidos es particularmente «insidiosa y denigrante», pues se «oculta detrás de programas de lucha contra las drogas o de prevención contra el crimen».

Entre las personalidades que firman el documento se encuentran Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, el reverendo Jesse Jackson, el productor cinematográfico Spike Lee, el presidente del Comité Arabe-Estadounidense contra la Discriminación, Hala Maksoud, e Ira Glasser, de ACLU.

Estados Unidos entregó el mes pasado su primer informe al Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, en el que hizo un histórico reconocimiento de que «el racismo sigue siendo un obstinado problema» para el país.

El informe, entregado cinco años después del plazo fijado por el comité, admite varios de los problemas raciales en el país, pero ignora las denuncias contra el sistema judicial.

Se espera que la ONU revise el cumplimiento por parte de Estados Unidos de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Racismo en la próxima Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y la Intolerancia, que se celebrará en la ciudad sudafricana de Durban, del 31 de agosto al 7 de septiembre de 2001. (FIN/IPS/tra-en/mjs/da/rp- mlm/hd/00

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