Costa Rica, el segundo productor mundial de banano, debe vender su fruta directamente a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE), sin la intermediación de las compañías multinacionales, propusieron empresarios independientes.
Los productores independientes costarricenses, presionados por el retroceso de los precios del banano, creen necesario trazar una estrategia de largo plazo para la exportación directa de la fruta a las grandes cadenas de supermercados de Estados Unidos y la UE.
Luis Umaña, vicepresidente de la Cámara de Productores Independientes de Banano, dijo a IPS que las compañías multinaciones estadounidenses que actúan como intermediarios en el comercio de la fruta intentan mantener la tendencia a la baja de los precios de exportación.
El precio de la caja de 18,14 kilogramos de banano costarricense cayó de un rango entre 5,80 y seis dólares en 1998 a 5,2 y 5,35 dólares en la actualidad.
Umaña exhortó al gobierno a apoyar a los productores independientes para la comercialización del banano sin intermediarios.
La sobreoferta mundial, el debilitamiento de los precios y la decisión de la UE de adoptar el régimen de compra conocido como «primero en tiempo, primero en derecho» (compra del primer embarque que sale para sus puertos) ponen en jaque a un gran número de productores latinoamericanos.
Pero Ecuador, primer productor mundial de la fruta, ha aceptado el nuevo régimen de compra de la UE.
La incertidumbre prevalece en América Central, donde se teme el despido masivo de trabajadores y la pérdida de logros ambientales y derechos laborales en las plantaciones de banano.
Los empresarios independientes aportan 58 por ciento de los más de 100 millones de cajas que exporta anualmente Costa Rica. Venden su producción a las compañías transnacionales, que la colocan en el extranjero.
Hace 10 años, el banano costarricenses era vendido en su totalidad a las empresas estadounidenses Standard Fruit, Del Monte y Chiquita Brands. Pero ahora, 19 por ciento de la producción independiente es comercializada directamente en otros mercados, un ejemplo de una oportunidad latente, destacó Umaña.
Standard Fruit, Del Monte y Chiquita Brands, gigantes del comercio de banano, recomendaron esta semana a Costa Rica que abandone más de 20 por ciento de las plantaciones de banano, para recuperar competitividad internacional.
Se trata de unas 10.000 hectáreas en las que se desempeñan 5.000 trabajadores, que serían despedidos si prosperara la propuesta de las multinacionales.
Las plantaciones de banano de Costa Rica cubren 48.000 hectáreas y emplean de modo directo a 40.000 personas e indirectamente a otras 100.000.
La viceministra de Comercio Exterior, Anabel González, señaló a IPS que dos medidas podrían ayudar a la actividad bananera. «Ciertamente, la comercialización directa sería una, y la segunda sería un mayor procesamiento de la fruta», expresó.
González indicó que en el pasado hubo esfuerzos por vender el banano local sin intermediarios, pero con escaso resultado.
«Hay que tener cuidado también con una eventual participación del gobierno en este tipo de actividades, pues, la verdad, tengo la impresión de que ese no debería ser su negocio», agregó.
El gobierno considera la segunda opción mencionada por la ministra, es decir, la venta de banano con mayor valor agregado, una eventualidad que se traduciría en su utilización como insumo de nuevos productos.
El futuro del comercio internacional del banano también preocupa en América Central a Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
En Panamá, cuarto productor mundial de la fruta, las autoridades calculan que la exportación caerá 12 por ciento respecto de los 33,7 millones de cajas vendidas en 1999.
«La actividad bananera en Panamá también atraviesa por su peor crisis», aseguró a IPS Diana Kieswetter, directora general de banano del Ministerio de Economía panameño.
Kieswetter anunció que a fines de este año se restarán 500 hectáreas a las 14.000 hectáreas que Panamá destina a las plantaciones de banano.
En Guatemala, el ministro de Economía, Eduardo Weymann, ha dicho a través de comunicados que la crisis actual se origina en el interés de la UE de proteger la producción de sus ex colonias de Africa y el Caribe.
«Este problema trae repercusiones serias para la exportación del banano guatemalteco al mercado internacional», advirtió Weymann.
Guatemala tiene sembradas casi 20.000 hectáreas de banano y sus exportaciones anuales superan los 49 millones de dólares. (FIN/IPS/nms/ff/if/00