La inversión extranjera directa alcanzó niveles sin precedentes en América Latina durante 1999, en espacial en Brasil, Argentina, Chile y Bolivia, señaló hoy la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en su informe anual.
El Informe Mundial de Inversiones 2000, presentado en varias capitales del mundo este martes, consigna que América Latina y el Caribe recibieron el último año flujos de capitales por 90.485 millones de dólares, cifra muy superior a los 73.767 millones de dólares registrados en 1998.
El aumento sin precedentes de la inversión extranjera directa (IED) fue impulsado en gran medida por privatizaciones de empresas públicas en Argentina, Chile y América Central, en tanto que las fusiones y adquisiciones de compañías atrajeron capitales de América del Norte y Europa, y particularmente de España.
El informe de la Unctad, que tiene como subtítulo «Fusiones internacionales y adquisiciones y desarrollo», subraya igualmente que el interés de las transnacionales por invertir en América Latina se fundamenta, además de en las privatizaciones, en las perspectivas de crecimiento a largo plazo de la región.
Los inversionistas extranjeros apostaron en 1999, pese a la crisis recesiva iniciada en 1998, a la reactivación de las economías sudamericanas, que se ha hecho evidente en el curso de este año.
El informe de la Unctad consigna que Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), así como Chile y Bolivia, asociados al bloque, obtuvieron la «parte del león» de la IED en la región en 1999.
Esta conclusión es aplicable sobre todo a Brasil, que vio aumentar los flujos de inversión en el último año «a pesar de su estancamiento económico y la inestabilidad sugerida por la devaluación monetaria de comienzos de 1999».
En Perú también hubo un incremento de la inversión extranjera, pero en cambio los tres países más al norte de América del Sur, Ecuador, Colombia y Venezuela, vieron disminuir los flujos de capitales externos como consecuencia de «percepciones de inestabilidad» en los inversionistas.
Más de 80 por ciento de los 90.485 millones de dólares que ingresaron como IED en 1999 se concentró en cuatro países de la región, encabezados por Brasil, que recibió 31.397 millones, mientras que en 1998 tuvo inversiones por 24.480 millones.
Argentina tuvo un incremento espectacular de IED, desde los 6.526 millones de dólares de 1998 a los 23.153 millones que vio ingresar el último año, gracias sobre todo a la millonaria transacción con que la española Repsol adquirió la ya privatizada empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
México, el tercer gran receptor latinoamericano de inversiones, tuvo en cambio un crecimiento modesto, de 10.238 millones de dólares en 1998 a 11.233 millones de dólares en 1999.
Chile, el cuarto de la lista regional, vio prácticamente duplicada la IED, que en el último año llegó a 9.221 millones de dólares, comparada con los 4.638 millones de dólares ingresados en 1998.
En Perú, los flujos de capital crecieron entre los dos años de 1.930 a 2.068 millones de dólares, en tanto en Bolivia la inversión aumentó de 957 millones en 1998 a 1.016 millones de dólares en 1999.
En términos relativos, la mayor caída de IED en la región fue la registrada por Colombia, que en 1998 recibió capitales por 2.907 millones de dólares, para bajar a 1.396 millones de dólares en el año pasado.
En Venezuela, la baja fue de 4.435 millones de dólares en 1998 a 2.607 millones de dólares en 1999. Ecuador, en tanto, recibió el año pasado IED por 636 millones, por debajo de los 831 millones que le llegaron a ese país en 1998.
El informe, como es habitual, dedica largos pasajes a las compañías transnacionales, como principales agentes de inversión en el mundo, y dentro de ellos destacada a las mayores transnacionales de origen latinoamericano, considerando sus activos, ventas y empleados fuera de su país de origen.
La lista regional es encabezada por la estatal Petróleos de Venezuela, seguida por la constructora Cemex de México, con la petrolera Petrobras de Brasil en tercer lugar y la argentina YPF, también del sector petróleo, en cuarto.
La quinta transnacional en importancia de América Latina es Vale de Rio Doce, empresa brasileña del sector transporte. En el sexto casillero está la eléctrica Enersis de Chile y en el séptimo la compañía petrolera Pérez Companc de Argentina.
Gener, otra firma chilena, también de electricidad, está en la posición octava. La lista de las «10 mayores latinoamericanas» se cierra con Cervejaria Brahma, del rubro alimentos, de Brasil, y la mexicana Gruma, del sector alimentos y bebidas.
Las transnacionales basadas en América Latina realizaron durante 1999 inversiones externas por 27.325 millones de dólares, con un aumento importante en relación con los 9.405 millones que invirtieron en terceros países durante 1998.
La mayoría de las inversiones fueron intrarregionales, es decir para la adquisición de compañías dentro de América Latina y el Caribe, aunque se registraron casos de inversiones de transnacionales de Brasil en Filipinas y de México en Estados Unidos.
Por países, las mayores fuentes de IED de origen latinoamericano en 1999 fueron Bermudas (15.099 millones de dólares), Chile (4.855 millones), Islas Vírgenes (1.500), Brasil (1.401), Argentina (1.195), Panamá (979), México (800) y Venezuela, con 609 millones de dólares. (FIN/IPS/ggr/ag/if/00