El destino de América Latina está pendiente de una lucha ideológica manifiesta desde inicios del siglo XIX entre la Doctrina Monroe y las ideas de Simón Bolívar, sostuvo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
El pensamiento bolivariano sigue siendo válido y apunta a la unión de los latinoamericanos para que la región «no sea borrada del mapa, tragada por la gran potencia del norte» (Estados Unidos), opinó Chávez el miércoles en una conferencia pronunciada en la Universidad Católica de Brasilia.
El mandatario venezolano se encontraba en la capital de Brasil para asistir a la cumbre sudamericana del jueves y el viernes, a la que concurrieron los 12 mandatarios del subcontinente.
Bolívar ya denunciaba en su tiempo el peligro que representaba Estados Unidos, defendiendo a América Latina como una sola patria y la formación de «polos de poder» para evitar la sumisión a nuevas hegemonías.
A la «América para los americanos» de Monroe, que produjo el panamericanismo vigente, Bolívar oponía hace casi 180 años su idea de «anfictionía» (confederación), unión de fuerzas para hacer frente a los imperios, que determinó la división de la «América española» en numerosos países, dijo el presidente venezolano.
Hoy, la validez de su doctrina aparece claramente cuando se propone la integración de todo el continente en el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), uniendo el inmenso poder de Estados Unidos con las economías relativamente débiles de los demás países.
«Sin unirnos antes, seremos digeridos y desapareceremos», afirmó Chávez. El momento es de «reagrupamiento» de los países divididos por políticas imperiales, especialmente de América Latina y el Caribe, que constituyen una «civilización» propia, añadió.
En su «visión bolivariana», el mandatario defendió también la multiplicación de polos de fuerzas, para superar el indeseado mundo unipolar, bajo hegemonía de Estados Unidos.
Chávez recordó que Bolívar ya apuntaba a Brasil como «eje de la integración» latinoamericana, la misma perspectiva con la que se abrió el jueves la Cumbre de América del Sur por iniciativa del presidente Fernando Henrique Cardoso.
Su propuesta de acercamiento entre Venezuela y Brasil para impulsar una unión subcontinental tiene también un origen histórico.
Luego de la Cumbre, Chávez visitará Recife, capital del estado de Pernambuco, en el nordeste de Brasil, para rendir un homenaje en la tumba de José Ignacio Abreu e Lima, brasileño que luchó al lado de Bolívar por la independencia venezolana.
Abreu e Lima, poco conocido en Brasil, explicaba su decisión de combatir en Venezuela sobre la base de su pionera conciencia latinoamericana, considerando una sola la lucha por la independencia de ambos países.
Además de combatiente de gran coraje, que sufrió heridas en todo el cuerpo, era hombre de letras y dejó escritas muchas de sus ideas, que deberían de ser rescatadas por su actualidad, según Chávez.
El mandatario venezolano informó a profesores y estudiantes de la Universidad Católica de Brasilia sobre la «revolución democrática» en su país, «desatada en 1989 por el descontento popular», que lo llevó a la Presidencia y a impulsar la adopción de una nueva Constitución.
Defendió una «democracia participativa» para toda América Latina, ya que «la representativa no basta» para reducir la pobreza y las injusticias sociales.
Chávez saludó la Cumbre del Milenio, que se celebrará en septiembre en el marco de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Esa instancia definirá metas como la reducción de la pobreza mundial a la mitad hasta 2015, que «no se cumplirán sin cambiar los modelos económicos» vigentes, dijo.
La deuda externa «cierra el camino al desarrollo» de los países pobres y la Organización Mundial de Comercio tiene un carácter «expoliatorio» con sus reglas que favorecen las potencias, afirmó Chávez.
En la cumbre participan, además de Cardoso y Chávez, los presidentes Fernando de la Rúa, de Argentina, Hugo Banzer, de Bolivia, Ricardo Lagos, de Chile, Andrés Pastrana, de Colombia, Gustavo Noboa, de Ecuador, Bharrat Jagdeo, de Guyana, Luis González Macchi, de Paraguay, Alberto Fujimori, de Perú, Runaldo Ronald Venetiaan, de Suriname, Jorge Batlle, de Uruguay. (FIN/IPS/mo/mj/ip if/00