/Integración y Desarrollo/ AMERICA LATINA: Cepal advierte creciente vulnerabilidad social

América Latina presenta una creciente vulnerabilidad social, vinculada a una mayor estratificación ocupacional y a la precariedad del empleo, advirtió la Cepal al presentar el Panorama Social 1999-2000 de la región.

El informe de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), hecho público el jueves, señala que alrededor de 45 por ciento de la población, que equivale a unos 220 millones de personas, vive en situación de pobreza.

De ese total de pobres, 117 millones son niños y adolescentes menores de 20 años, especifica el Panorama Social, documento que dedica también un capítulo especial a la situación de los adultos mayores o tercera edad.

Los gobiernos deben combinar sus esfuerzos para abatir la pobreza con la lucha contra la vulnerabilidad social, dijo el economista colombiano José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo de la agencia regional de la Organización de las Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile.

Esto significa que las políticas sociales deben adoptar un perfil más universal, focalizadas en todos los estratos vulnerables incluyendo a las capas medias, y no sólo a los pobres e indigentes, explicó Ocampo.

El informe, disponible en el sitio de Cepal en Internet (www.eclac.cl), indica que algunos países de la región redujeron sus índices de pobreza en el bienio 1998-99, mientras en otros se estancaron los avances que en ese sentido se consignaron en los primeros ocho años de la década de los 90.

En ese sentido, el estudio muestra los efectos sociales que acarreó el impacto en América Latina de la crisis mundial nacida en junio de 1997 en el sudeste asiático y extendida después a Rusia y Brasil.

México, América Central y los países de mayor tamaño del Caribe, que prácticamente no fueron golpeados por la crisis, incrementaron su producto interno bruto (PIB), bajaron el desempleo, aumentaron las remuneraciones y redujeron la pobreza.

En cambio, en casi toda América del Sur se estancó o redujo el PIB en esos dos años, aumentó el desempleo y cayeron los salarios, con lo cual «muy probablemente mantuvieron o incluso aumentaron sus niveles de pobreza», apunta el informe.

Cepal, como ejemplo de ello, compara los casos de México y Chile en el período 1996-98.

El porcentaje de hogares en la pobreza en México se redujo de 43 a 38 por ciento y el de indigencia de 16 a cerca de 13 por ciento, con un crecimiento del PIB promedio en el período de 5,9 por ciento.

En tanto, el crecimiento promedio del PIB en Chile fue de 4,9 por ciento, con una disminución de la pobreza en el lapso medido de 20 a 18 por ciento, mientras la indigencia, o «pobreza dura», se mantuvo en torno a seis por ciento.

En México el desempleo se redujo de 7,4 por ciento en el tercer trimestre de 1995 a cerca de 2,8 por ciento de la fuerza de trabajo en el cuarto trimestre de 1998, mientras en Chile se elevó entre fines de 1996 y fines de 1998 de 5,7 a 9,9 por ciento.

La vulnerabilidad social de la región es ilustrada por numerosas encuestas de opinión, en la cual la mayoría de los latinoamericanos dicen sentirse en condiciones de riesgo, inseguridad e indefensión, indicó Ocampo.

El informe demuestra que se acentúa la precariedad en el empleo, con incrementos en los porcentajes de asalariados en trabajos temporales, de ocupados sin contrato laboral y sin seguridad social.

La vulnerabilidad tiene también su origen en la disminución del sector público, lo cual hace que muchos hogares que enfrentan disminución de ingresos se ven forzados a la vez a costear su acceso a servicios sociales que antes suministraba el Estado.

En la región se advierte la pérdida de capacidad de competir y de acceso a capital de las microempresas, que ocupan a 50 por ciento de la fuerza laboral. Por tanto, los altibajos de las economías latinoamericanas se multiplican en su impacto y acentúan la vulnerabilidad.

El informe establece, además, que los síntomas de la inseguridad ya no están sólo en los pobres e indigentes, sino que se extienden a otros estratos y sobre todos a las capas medias bajas.

«Es necesario recuperar algún grado de universalidad en las políticas (sociales), considerando como grupos objetivos a estratos populares y a estratos medios descuidados por una excesiva focalización, vulnerados por las frecuentes recesiones económicas y por la nueva institucionalidad que rige el acceso a los servicios sociales», recomendó la Cepal.

El Panorama Social contiene igualmente detallados antecedentes sobre la estratificación ocupacional que se está dando en América Latina y su incidencia en los ingresos de los hogares.

El informe considera igualmente las condiciones de vida de los adultos mayores en el contexto del envejecimiento de la población latinoamericana, lo cual plantea nuevos desafíos en la estructura del empleo y en los servicios previsionales.

El Panorama Social alude del mismo modo a la situación de los jóvenes, de acuerdo a los estudios conjuntos que Cepal realiza para estos efectos con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

El informe subraya que 117 millones de menores de 20 años viven hoy en la pobreza y que la meta de reducir esa cifra a la mitad para el 2015 requiere de un crecimiento económico por año de seis por ciento, difícil por ahora de alcanzar. (FIN/IPS/ggr/dm/dv/00

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