Los nueve países productores de banano de América Latina se reunirán este viernes en Panamá para unificarse con el fin de enfrentar las políticas de compra de la Unión Europea (UE), a las que consideran dañinas para sus intereses.
Los viceministros de Comercio y los altos negociadores latinoamericanos en materia de banano tratarán de llegar a una postura de consenso, de oposición rotunda al sistema europeo y a los privilegios que brindan a sus ex colonias de Africa y el Caribe.
Los organizadores de la reunión en Panamá sostuvieron que en el último año la UE ha distorsionado ante los medios de comunicación la problemática comercial del banano, con versiones de división entre los productores latinoamericanos.
«Ya existe una posición de consenso. Lo que nos ha faltado es pulirla y definirla mucho mejor, que es lo que pretendemos hacer en esta reunión», explicó a IPS Francisco Alvarez, embajador panameño para Asuntos de Comercio Internacional y portavoz del Ministerio de Comercio de Panamá.
Este frente común contra las políticas europeas de importación de banano estaría integrado por todos los países productores: Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela.
La región se opone al propósito de la UE de introducir un sistema diferenciado transitorio hasta 2006 y, luego de esa fecha, instaurar un arancel único de 324 dólares por tonelada de banano latinoamericano, explicó Alvarez.
Los productores de la región consideran que este arancel es muy alto, y que constituye, por lo tanto, un excesivo proteccionismo para países de Africa y el Caribe productoras de banano.
Las antiguas colonias de Europa en Africa, el Caribe y el Pacífico gozan de un régimen de comercio especial con los países de la UE, en el marco de la Convención de Lomé y de sus sucesivas reformulaciones.
Los esfuerzos por consolidar una posición de consenso latinoamericano frente a la UE se remontan a años atrás. El último fue el comunicado conjunto emitido por los productores de la región en noviembre de 1999, en rechazo a las políticas de compra de la UE.
«Con las actuales políticas europeas todos los países latinoamericanos sentimos gran frustración, pues vemos dañados nuestros intereses», añadió Alvarez.
Los productores latinoamericanos han manifestado su oposición a la propuesta europea, basada sobre el concepto de «first come, first serve», según el cual se establece una cuota general que se va agotando a medida que llegan los embarques a Europa sin importar su procedencia.
El viceministro de Comercio de Panamá, Roberto Henríquez, exhortó el 20 de julio a la unión latinoamericana y acusó a los europeos de violar las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«América Latina debe hacer entender a los europeos que no pueden seguir jugando el jueguito y querer salirse con la suya» al evitar el cumplimiento de sus compromisos con la OMC, aseguró entonces Henríquez.
Los principales productores latinoamericanos de banano (Ecuador, Costa Rica, Panamá y Colombia) deberían tomar la iniciativa para pulir las diferencias que hasta ahora han imperado en el bloque regional, según observadores del proceso.
El banano es todavía un producto de gran impacto en las economías latinoamericanas. Sólo en Costa Rica genera 40.000 empleos directos y 100.000 indirectos; y sólo en 1998 las exportaciones generaron a este país 630 millones de dólares.
Anabel González, viceministra de Comercio Exterior de Costa Rica, expresó a IPS que el régimen de importación, venta y distribución de banano de la UE debe ser modificado en cumplimiento de los dictámenes de la OMC, pero eso requiere una unidad latinoamericana de criterios.
«Desde setiembre de 1997 no ha sido posible que los latinoamericanos se pongan de acuerdo sobre este difícil tema. Sin embargo, creemos en el valor de realizar esfuerzos para alcanzar ese objetivo», indicó González.
Pero otros observadores advierten que, si bien todos los productores latinoamericanos coinciden en el rechazo a la postura europea, hasta ahora no se alcanzó una posición conjunta uniforme por las distintas realidades de producción de cada uno de los países.
«Las realidades sociales y agronómicas son muy diferentes. Países como Ecuador procuran vender la mayor cantidad posible. Otros, como Costa Rica, prefieren producir más ecológicamente, y eso es más caro», dijo a IPS Luis Umaña, director general de la Cámara Nacional de Productores de Banano de Costa Rica.
En todo caso, aunque también se considera difícil llegar a un consenso latinoamericano definitivo, las distintas partes consultadas por IPS ven que esa posibilidad no es un sueño imposible. (FIN/IPS/nms/mj/if/00