VENEZUELA: El fenómeno electoral de Chávez

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, consolidó con su victoria en los comicios del domingo su imagen de fenómeno electoral después de cinco triunfos consecutivos con mayorías indiscutibles.

Chávez, quien se estrenó en la vida política venezolana en uniforme de paracaidista admitiendo la derrota de un intento de golpe de Estado contra la democracia en 1992, obtuvo 56,2 por ciento de los votos para la Presidencia, de acuerdo con las últimas cifras oficiales difundidas este lunes.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) dijo este lunes que tras contabilizar 83,96 por ciento de los votos, Chávez aparecía con 3.138.873 votos, mientras que su principal oponente Francisco Arias lo seguía a más de un millón de votos de distancia con 2.023.023.

En diciembre de 1998, cuando Chávez se estrenó como triunfador en elecciones, también obtuvo 56 por ciento de los votos, lo que indica un escaso desgaste de su opción pese a la profundización de la crisis económica y a las deserciones de algunos de sus partidarios prominentes.

Las encuestadoras que habían anticipado el triunfo del mandatario con más de 50 por ciento aseguran que su figura ahora está más asociada a la persistencia de la crisis y eso pesa negativamente sobre su popularidad, pero también anticiparon que eso no afectaría la intención de voto a su favor.

Tanto la consultora Datanálisis como Consultores 21 coincidieron en indicar antes de las elecciones que, de acuerdo con sus mediciones, la población está dispuesta a darle a Chávez entre uno y dos años de plazo para afrontar la grave crisis del país.

La elección del presidente es considerada una "relegitimación" que le permite iniciar un nuevo gobierno de seis años, después de consumir un año y medio de su período original.

Los comicios a presidente, parlamentarios, gobernador, legisladores estadales y alcaldes de este domingo fueron convocados para adaptar la institucionalidad a la Constitución vigente desde diciembre, impulsada por Chávez para sustentar su "revolución pacífica y democrática".

Esa renovación institucional permite concretar la instalación de la República Bolivariana de Venezuela consagrada en la Constitución, y, según el mandatario, culmina un periodo de cambios políticos, para avanzar ahora hacia transformaciones sociales y económicas.

El proceso de cambios políticos se desarrolló en medio de un clima calificado por analistas como de "pugnacidad", caracterizado por enfrentamientos entre dirigentes e instituciones, que llevó a los venezolanos a las urnas de votación con una frecuencia inédita en este país.

Después de asumir su primer gobierno el 2 de febrero de 1999, Chávez anunció su intencion de convocar a un referendo con el fin de consultar a la población si estaba de acuerdo en iniciar un proceso constituyente para redactar una nueva carta fundamental.

Chávez, un militar retirado de 46 años que suele vestir su uniforme en actos castrenses, califica las contiendas comiciales como "batallas".

Un periodo de alta conflagración política desembocó en un referendo el 25 de abril de 1999, la segunda batalla electoral de Chávez, cuando mayorías entre 80 y 90 por ciento aprobaron la idea de realizar un proceso constituyente, aunque en medio de una abstención de 63 por ciento.

La tercera batalla electoral de Chávez ocurrió el 25 de julio de 1999, cuando la ciudadanía eligió los 131 integrantes de una Asamblea Constituyente que redactó la nueva carta fundamental.

La abstención ese día fue de 53 por ciento, y el triunfo oficialista resultó contundente. Las fuerzas entonces aliadas tras la propuesta de Chávez obtuvieron 121 puestos en la Asamblea Constituyente, lo que en la práctica marginó a una debilitada oposición.

El 15 de diciembre de 1999 se registró la cuarta prueba comicial, el referendo aprobatorio de la Constitución. El presidente se puso decididamente al frente de la campaña por el "sí", mientras decalificaba por antipatriotas a los partidarios del "no".

La Constitución fue aprobada con 71 por ciento de los votos, en una jornada que registró 54 por ciento de abstención. El proceso se realizó en medio de una intensa lluvia, que horas después de la lectura de los primeros resultados provocó la peor tragedia natural en la historia de este país.

La seguidilla de victorias de Chávez relegó a la oposición a los partidos socialdemócrata y demócratacristiano que dominaron los sucesivos gobiernos de este país durante 40 años de ciclo democrático, detonando un cambio en el mapa político venezolano.

El mandatario consiguió el domingo el triunfo en medio de intensas críticas de la oposición, que consideran que no logró detener la crisis caracterizada por falta de inversiones, cierre de empresas, 80 por ciento de la población en condiciones de pobreza y una caída de 7,2 por ciento del producto interno bruto de 1999.

Chávez, quien anunció tras la victoria que de ahora en adelante se dedicará a la revolución económica y social, obtuvo un resultado que evidencia su blindaje frente a estas críticas.

Pero el mandatario también pudo resistir sin perder votos la desintegración de la alianza oficialista de 1999, el Polo Patriótico.

En primer lugar se distancieron de él sus ex compañeros de armas y del fallido golpe de Estado de 1992, que en febrero de este año lo acusaron de desviarse del proyecto original. Uno de ellos fue Arias, quien se constituyó en su principal adversario y en la opción más clara para quienes rechazan a Chávez.

Pocas semanas después uno de los principales aliados de Chávez, el partido Patria Para Todos (PPT), algunos de cuyos dirigentes integran el gobierno, retiró su apoyo electoral al presidente.

PPT adoptó esa actitud en protesta por la estrategia del propio partido presidencial, el Movimiento V República, que con visible aprobación del mandatario estaba copando las candidaturas regionales y locales del oficialismo.

Finalmente el PPT perdió importantes opciones de gobernadores, alcaldes y parlamentarios este domingo, lo que en cierta forma demostró como perjudicial para sus intereses el alejamiento de Chávez, convertido en un verdadero "portaaviones" de candidaturas.

El oficialismo logró este domingo al menos 12 de las 23 gobernaciones y alrededor de 60 por ciento de la Asamblea Nacional. En algunos casos obtuvieron triunfos sorpresivos, derrotando liderazgos regionales y locales que se consideraban arraigados. (FIN/IPS/lc/mj/ip/00

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