SALUD: Nueva terapia contra el sida

Una de las innovaciones científicas más interesantes presentadas en la Conferencia Internacional de Sida consistió en la "terapia intermitente", un método de reducción de los niveles de virus en los pacientes a través de sucesivas interrupciones de los tratamientos con medicamentos.

Los trabajos divulgados durante la conferencia realizada en Durban, Sudáfrica, del 9 al 14 de julio, reconocen que la nueva terapia todavía figura en el campo experimental, pero puede llegar a modificar el paradigma del tratamiento de una epidemia que en menos de 20 años ha causado 18,8 millones de defunciones en todo el mundo.

Hasta hace muy poco tiempo, los científicos sostenían que el enfermo sometido a la triple terapia o la droga combinada contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), no debe detener su tratamiento. Las interrupciones, advertían, pueden generar resistencias.

La experiencia demostraba que en los pacientes bajo tratamiento, los medicamentos reducían los niveles de virus detectables en la sangre. Cuando el suministro de las drogas se interrumpía, el virus volvía a subir.

Aunque circunscripto, el virus se mantiene. La terapia atina a contenerlo, pero siempre subsiste un reservorio de células en el organismo que conservan el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida.

La base del descubrimiento presentado en Durban estriba en que ante la desaparición de la terapia, el virus vuelve a subir, pero no llega a niveles tan altos como los que alcanzaba antes del comienzo del tratamiento con los medicamentos.

El nuevo modelo reside en aplicar la terapia durante unas semanas o meses y luego volver a interrumpirla. El virus reanuda de nuevo su ascenso, pero hasta niveles cada vez más bajos.

El método, denominado terapia interrumpida, fue presentado en el congreso de Durban por el científico Denis Ho, de Nueva York. Otro grupo de científicos realiza experimentos similares en el Hospital Cantonal de Ginebra.

Es posible que con la nueva terapia interrumpida se pueda controlar la presencia del virus en una persona, incluso con mínimo suministro de drogas, estimó José Esparza, coordinador de la Iniciativa de Vacuna para el VIH, un programa conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Conjunto de Naciones Unidas para el Sida (Onusida).

Con la innovación, se modifica el modelo de tratamiento que predominaba hasta hace dos años. El objetivo radicaba antes en la erradicación del virus, en que ninguna célula del organismo presentara un solo rastro del virus.

Pero ahora se llega a la convicción de que esa meta es imposible y probablemente tampoco es necesaria, comentó Esparza.

La terapia interumpida tiene otras ventajas. El paciente emplea la mitad de las drogas e incorpora menor toxicidad a su organismo. El descanso de semanas o meses favorece al enfermo.

Pero uno de los factores primordiales es la reducción del costo del tratamiento debidoa la limitación de las compras de medicamentos. Una estimación de Onusida elevó a 10.000 dólares anuales la suma necesaria para adquisición de las drogas de la triple terapia combinada.

Ese monto, inaccesible para los enfermos de sida de los países en desarrollo, en los que se concentran más de 90 por ciento de los 34,3 millones de infectados en todo el mundo, es el principal problema social y sanitario que enfrentan el Onusida y la OMS.

Pero los científicos reaccionaron con cautela ante la terapia interrumpida y advirtieron a los pacientes que no deben suspender el uso de medicamentos, pues el nuevo tratamiento es todavía experimental.

La interrupción de la terapia depende del tipo de tratamiento que recibe el paciente, aclaró Esparza. Por otra parte, todavía no se sabe si es más favorable proceder mediante ciclos de meses o de semanas.

En algunos aspectos, el sida se asemeja a la diabetes, pues también se presenta como un mal que no se puede curar, pero sí es posible someterlo a control, comentó el científico.

En principio, la epidemia de sida puede ser controlada, porque se conocen las formas de su transmisión: por vía sexual, de madre a hijos, por droga y sangre contaminada. Pero los científicos observan que carecen de los instrumentos ideales para controlarla, y también para prevenirla o erradicarla.

El funcionario de OMS-Onusida estimó que la solución se encuentra en una investigación más profunda, que permita obtener métodos apropiados para modificar los comportamientos de alto riesgo de las personas, para mejorar los tratamientos médicos y para conseguir la vacuna. (FIN/IPS/pc/ff/he/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe