El presidente de Perú, Alberto Fujimori, endureció hoy su discurso, al rechazar una propuesta de la OEA para superar la crisis política causada por su cuestionada reelección, mientras la oposición continúa resquebrajándose.
Fujimori sostuvo este miércoles que la iniciativa de la OEA (Organización de Estados Americanos) no obliga a su gobierno. Además, rechazó condiciones que el derrotado líder opositor, Alejandro Toledo, planteó como indispensables para aceptar el diálogo recomendado por la entidad continental.
Toledo pretende forzar la convocatoria de nuevas elecciones mediante la amenaza de tumultos callejeros y mostrando renuencia al dialogo, pero otros dirigentes opositores comienzan a tomar distancia de esta estrategia.
"Toledo ha planteado condiciones sin consultar a las demás organizaciones democráticas. Por lo tanto, esas condiciones solo representan su propia opinión", dijo hoy Fernando Olivera, del Frente Independiente Moralizador (FIM).
Alberto Andrade, tercero en la primera ronda de las elecciones presidenciales del 9 de abril, expresó que la dirección de su partido no ha decidido aún si respalda las condiciones de Toledo.
El 30 de junio concluyó su breve estancia en Lima la misión de alto nivel de la OEA encabezada por el presidente de la Asamblea General de la organización, el ex canciller canadiense Lloyd Axworthy, y el secretario general, el ex presidente colombiano César Gaviria, designada en Windsor, Canadá, el 5 de junio.
Tal como preveía la mayoría de los analistas independientes, la OEA no desconoció la legitimidad de la reelección de Fujimori ni propuso nuevas elecciones. En cambio, prefirió comprometer al gobierno a llevar a cabo un cronograma de reformas democráticas.
La OEA considera que no debe intervenir en las decisiones de los gobiernos de los países, pero sí debe promover el avance de los procesos de institucionalización democrática, dijo Gaviria al concluir la visita.
Las propuestas dejadas por la OEA como base para un diálogo incluyen que el gobierno restituya la autonomía del Poder Judicial, ponga en práctica un plan de protección de los derechos humanos, respete la libertad de expresión y redefina el papel de los servicios de inteligencia.
Fujimori dijo estar de acuerdo con un diálogo con la oposición para discutir e implementar las reformas propuestas, en tanto que Toledo introdujo condiciones muy duras para sentarse a negociar.
Las cuatro condiciones "no negociables" de Toledo incluyen la devolución de los canales 2 y 13 de televisión a sus anteriores propietarios, la reanudación del vínculo entre Perú y la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la revisión del papel de los servicios de inteligencia y de las fuerzas armadas.
Luego de formular estas condiciones, Toledo reiteró que sigue preparando la marcha de un millón de provincianos hacia Lima, con el fin de impedir el día 28 el ingreso de Fujimori a la sede del Congreso legislativo para prestar el juramento previo a su tercer periodo presidencial.
Este plan fue calificado por el ex canciller Francisco Tudela de "campaña desestabilizadora inspirada en el modelo golpista que se usó para derrocar al presidente de Ecuador, Jamil Mahuad".
"En Quito, el Palacio de Gobierno y el Parlamento fueron tomados por una turba, y luego aparecieron cuatro coroneles que trataron de tomar el poder para devolver la normalidad al país", recordó Tudela.
Fujimori reiteró este miércoles que no destituirá al jefe de los servicios de Inteligencia, Vladimiro Montesinos, se manifestó en desacuerdo con el retorno de Perú a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y afirmó que la devolución del Canal 2 a su ex propiesario, Baruch Ivcher, es un asunto judicial.
Las propuestas de "la OEA no tienen carácter vinculante. Montesinos continuará a cargo de la lucha contra la subversión y el narcotráfico y no podemos aceptar el retorno a un tribunal internacional que quiere obligarnos a liberar terroristas", dijo el mandatario.
La destitución del jefe de Inteligencia, acusado de inspirar y ejecutar atropellos contra los derechos humanos, es uno de los objetivos claves de la oposición.
Algunos analistas atribuyen ilegalidades de Fujimori fueron a su voluntad de imponerse para un tercer periodo consecutivo por medio de una reelección considerada inconstitucional, y que ahora, ya reelegido, podría aflojar su autoritarismo.
En consecuencia, estiman que la mayoría de las reformas recomendadas por la OEA podrían ser aceptadas por Fujimori, pero no destitución de Montesinos.
Aunque la jefatura de Montesinos sobre los servicios de inteligencia es virtual, pues su cargo formal es el de asesor del presidente, el control que ejerce dentro de las fuerzas armadas lo convierten en un herramienta insustituible para la estabilidad del régimen.
"Fujimori es el primer presidente civil en la historia peruana que logra dominar la fuerza política de los militares, y lo ha conseguido gracias a Montesinos. El sabe que sin su apoyo sería muy vulnerable a las tentaciones golpistas tradicionales en el ejército", comentó el sociólogo Favio Solórzano.
"Probablemente por esa razón, la oposición quiere decapitar el instrumento con que cuenta Fujimori para evitar que algún grupo de generales o coroneles consideren que están maduras las condiciones para asaltar el poder", añadió Solórzano, de la organización no gubernamental Población y Desarrollo. (FIN/IPS/al/mj/ip/00
