El presidente de Perú, Alberto Fujimori, y su principal opositor, Alejandro Toledo, se acusan uno a otro de los violentos disturbios en que murieron seis personas y cuatro edificios públicos fueron incendiados en esta capital.
Pero analistas independientes como Jaime Antezana, del canal de televisión por cable CCN, sostuvieron que los incendios del viernes fueron iniciados por miembros de organizaciones de izquierda radical, entre ellas el partido maoísta Patria Roja.
La violencia se desató en el centro histórico de Lima, cuando Fujimori prestaba el juramento de rigor para su tercer gobierno consecutivo. Antezana consideró que los radicales aprovecharon la marcha opositora convocada por Toledo para desarrollar su propia acción política.
"Antes que comenzara la marcha de Toledo hacia el Congreso, militantes de Patria Roja atacaron a la policía con piedras y palos, al grito de 'revolución', creando clima de confrontación. Luego intentaron prender fuego al Palacio de Justicia, frente al punto de concentración de los toledistas" añadió.
Antezana señaló que "fue evidente que cuando la marcha de Toledo se disolvió por acción de los gases lacrimógenos, los de Patria Roja fueron reforzados por los sectores mas radicales y juveniles de los manifestantes, con la ayuda de los cuales cumplieron sus propósitos".
El comentarista Raúl Chanamé, también del canal CCN, anotó que "las imágenes de televisión y las fotografías que han comenzado a publicar algunos diarios revelan la acción de grupos organizados que concurrieron portando gasolina y trapos humedecidos con ese combustible".
El vicepresidente Francisco Tudela señaló que "militantes de las dos organizaciones terroristas recientemente derrotadas lograron escapar y siguen libres, merodeando a la espera de oportunidades como la marcha de los Cuatro Suyos (regiones), convocada irresponsablemente" por Toledo.
Pero la versión sobre la participación de infiltrados de la izquierda radical es ignorada por los antagonistas principales de la política peruana: el presidente Fujimori, reelecto en comicios cuestionados, y Toledo, el ex candidato que se niega a aceptar la legitimidad de su derrota electoral.
Para Fujimori, los organizadores de "la Marcha de los Cuatro Suyos" tenían la intención de incendiar la sede del Congreso legislativo para impedir la ceremonia de juramentación de su tercer periodo presidencial consecutivo.
De acuerdo con la versión presidencial, al verse impedidos por la policía de aproximarse a la sede del Congreso, los manifestantes toledistas prendieron fuego a otros edificios públicos.
Por su parte, Toledo, quién había prometido impedir la juramentación de Fujimori mediante una gigantesca manifestación pacífica frente al Congreso, dijo oponerse a la violencia y sostuvo que los incendios fueron cometidos por agentes de inteligencia para desacreditar a su movimiento político.
En este marco, comenzó a flotar la sombra de un posible juicio penal contra Toledo y contra los principales dirigentes de Perú Posible, el movimiento opositor que lidera.
Ninguna autoridad se ha pronunciado oficialmente sobre esta posibilidad, reclamada por la empresarial Asociación de Radio y Televisión, como reacción al intento frustrado de incendiar también el Canal 4 de televisión y la emisora Radio Programas del Perú.
Según algunas personalidades del opositor Frente Democrático, del que es parte Perú Posible, el enjuiciamiento de Toledo y probablemente de Alvaro Vargas Llosa (hijo del escritor y asesor del líder opositor) sería el comienzo de una "persecución política, que daría paso a una fase fascista".
El congresista opositor Rafael Rey expresó que "salvo que Fujimori aporte pruebas de su afirmación, se trata de una exageración y sería un grave error político enjuiciar a Toledo".
El parlamentario oficialista Fernan Altuve coincidió en que "una denuncia penal contra Toledo sería contraproducente para el gobierno".
El legislador Fernando Olivera, opositor pero discrepante del liderazgo de Toledo, pidió este lunes una investigación a fondo en el Congreso sobre los hechos del viernes. "No se puede aceptar ninguna de las dos versiones, que acusan a sus adversarios sin pruebas para obtener innoble ventaja", dijo.
"Hay responsabilidades directas que debemos descubrir, pero también las hay indirectas, cometidas por quienes crearon esta situación y por aquellos que no adoptaron las medidas para prevenirlas", concluyó Olivera.
El columnista Cesar Campos, del matutino Síntesis, recordó este lunes que hace 11 días anticipó que la marcha de los Cuatro Suyos "era un desafío a la capacidad organizativa de los promotores, y ahora las expresiones de violencia ocurridas corresponden a su responsabilidad indirecta" .
Campos sostuvo que Toledo, después de la exitosa manifestación del día 27 en que convocó a más de 80.000 personas de todo el país, debió convertirse en el interlocutor apropiado para forzar al gobierno a un dialogo de democratización".
"En lugar de eso, le ha dado pretexto al régimen para ingresar a una etapa de endurecimiento", comentó Campos, quien estima que, además, los hechos del viernes "deben haber consolidado el respaldo militar a Fujimori". (FIN/IPS/al/mj/ip/00