El monto de la cooperación de Italia al desarrollo de los países del Sur aumentó hasta llegar a 2.356 millones de dólares, 0,20 por ciento del producto interno bruto (PIB), según el último informe anual oficial.
El incremento de la cooperación entre 1997 y 1998 fue de 0,09 puntos porcentuales, con lo cual se volvió al mismo porcentaje del PIB que en 1996, según el informe de la Dirección General para la Cooperación al Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores italiano.
La ayuda oficial de Roma al desarrollo debería mantenerse elevada en los próximos años, debido a la iniciativa italiana de anulación de la deuda externa de los países en desarrollo con un ingreso anual promedio de 300 dólares por persona anunciada por el gobierno.
De los 2.356 millones de dólares de la asistencia italiana, 67,6 por ciento se otorgó a través de la ayuda multilateral (a través de organismos internacionales) y el restante 32,4 por ciento de forma bilateral (de Roma a un país en desarrollo de forma directa).
Esos porcentajes, similares a los de años previos, ubican a Italia en una posición diferente a la del común de los países donantes, donde la ayuda bilateral es superior.
De los fondos multilaterales, 45 por ciento fueron canalizados a través de la Unión Europea (UE), 43 por ciento mediante el Banco Mundial y bancos regionales de desarrollo y 12 por ciento por medio de agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales.
En cuanto a la ayuda bilateral, los primeros 20 países beneficiarios fueron China, Malta, Ecuador, Eritrea, Etiopía, Bosnia-Herzegovina, Mozambique, Honduras, Argentina, Senegal, Egipto, Somalia, Albania, Líbano, Angola, Zimbabwe, Túnez, Jordania, Argelia y Kenya.
Los objetivos fundamentales de la cooperación fueron la lucha contra la pobreza, la defensa de los derechos humanos y la prevención de conflictos. Del total de los fondos, 87 por ciento se destinaron al área del mar Mediterráneo y a Africa subsahariana.
El gobierno italiano procuró, con la colaboración de la ONU y otras organizaciones multilaterales, perseguir los objetivos de desarrollo humano sustentable fijados en conferencias mundiales de la ONU.
Entre esos objetivos figura la reducción de 50 por ciento de la pobreza y malnutrición en los países pobres para 2015, establecido en la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 en Roma, reducir dos tercios la mortalidad infantil y la universalidad de acceso al agua potable y a la educación primaria.
En particular, los fines específicos perseguidos por Italia incluyen prioridades como la eliminación de la pobreza, el desarrollo social, la protección de los menores, las políticas demográficas, la emancipación femenina, la formación de recursos humanos, la asistencia humanitaria y el control de la droga.
El objetivo prioritario es la reducción de la pobreza absoluta en los países en desarrollo, que es, a su vez, causa de efectos negativos, como la desestabilización socioeconómica, a menudo origen o factor de conflicto.
Tres cuartas partes de los recursos disponibles se concentraron en 10 de los mayores organismos regionales.
Las organizaciones internacionales del sistema de la ONU movilizan cada año más de 5.000 millones de dólares, destinados en gran parte a los países más pobres.
La red de oficinas de la Cooperación Italiana en el extranjero incluye 19 unidades técnicas en Albania, Angola, Argentina, Bolivia, Bosnia-Herzegovina, China, Costa de Marfil, Egipto, Eritrea, Etiopía, Guatemala, India, Kenya, Mozambique, Senegal, Palestina, Túnez, Uganda y Vietnam.
En los años 80, Italia concedía alrededor de 0,4 por ciento de su PIB a la ayuda al desarrollo. La Asamblea General de la ONU fijó como meta para los países industrializados una asistencia internacional al desarrollo del Sur equivalente a 0,7 por ciento del PIB.
La ayuda al desarrollo como porcentaje del producto nacional bruto de los países miembros de la UE cayó de un promedio de 0,45 por ciento en 1984-1985 a 0,38 por ciento en 1995, según organizaciones no gubernamentales de Londres.
En la actualidad, Dinamarca, Holanda, Noruega y Suecia son los únicos países del Norte industrial que superan la meta que fijó la ONU. (FIN/IPS/jp/mj/dv/00