La producción industrial de Brasil creció 6,6 por ciento en los primeros cinco meses de este año, respecto de igual lapso de 1999, y puede mantener esa tendencia, impulsada por el fortalecimiento del mercado interno, informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La oscilación en las mediciones mensuales, que registraron una caída de 4,4 por ciento en marzo y 1,7 por ciento en mayo, respecto de los respectivos meses anteriores, no altera el desempeño del sector que encabeza el crecimiento económico del país.
Son sólo "distorsiones estadísticas", según Silvio Sales, jefe del Departamento de Industria del IBGE.
En comparación con el año pasado, mayo registró un aumento de 6,1 por ciento en el producto industrial, y de 6,6 por ciento en el acumulado de enero a mayo.
Los bienes de consumo durable alcanzaron la mayor expansión, 21,4 por ciento, impulsados por la producción de automotores, que creció 24,2 por ciento.
Los resultados alentaron estimaciones de que el producto interno bruto del país podrá crecer cuatro por ciento este año, expectativa inicial en que el mismo gobierno dejó de creer en los últimos meses, a causa de factores adversos, como el alza de los precios del petróleo y de los intereses en Estados Unidos.
La Confederación Nacional de la Industria, mayor organización empresarial del país, cree ahora que el crecimiento de su sector empujará la economía brasileña a la expansión esperada de cuatro por ciento, superando proyecciones anteriores.
La cantidad de trabajadores ocupados aumentó más de cuatro por ciento y eso contribuye a ampliar el consumo, explicó Flavio Castelo Branco, economista de la asociación industrial.
El mercado interno, estimulado también por una baja inflación, la caída de los intereses y las elecciones municipales de octubre, justifica el optimismo, corroboró Sales.
El Banco Central bajó su tasa básica de interés a 17,25 por ciento este miércoles, prosiguiendo una tendencia iniciada el mes pasado, cuando la redujo a 17,5 por ciento, tras mantenerla en 18,5 por ciento por casi un año.
El período electoral siempre registra aumento de gastos públicos en Brasil. En estos meses que antecede a los comicios, se intensifica la ejecución y conclusión de proyectos con que los alcaldes intentan asegurar su reelección.
Sin embargo, un mayor crecimiento enfrenta restricciones. Brasil necesita ampliar el superávit comercial para pagar los servicios de la deuda externa y la creciente remesa de utilidades, contrapartida de las abultadas inversiones extranjeras que ingresaron al país en los últimos años.
La recuperación económica, con incremento del consumo interno, hace aumentar las importaciones y reduce los excedentes para exportación. Por eso el gobierno ya redujo de 4.400 a 2.800 millones de dólares el saldo esperado para este año, según la secretaria de Comercio Exterior, Lytha Spíndola.
Tampoco esa cifra debe ser alcanzada, según variados analistas.
José Roberto Mendonza de Barros, ex coordinador de la política comercial del gobierno, opinó que cualquier superávit por encima de los 2.000 millones de dólares será un "resultado excepcional".
Brasil obtuvo en el primer semestre del año un saldo positivo de 856 millones de dólares en su balanza comercial, con un aumento de las exportaciones de 16,5 por ciento y de las importaciones de 9,6 por ciento.
Los productos industriales son los responsables de impulsar el avance exportador.
En este período medido aumentaron 22,1 por ciento y deben fortalecer el comercio exterior del país, favorecidos por la recuperación económica de América Latina, principal mercado para los productos manufacturados brasileños, señaló Mendonza de Barros.
Una posible desaceleración de la economía estadounidense no afectará a Brasil en este caso, porque sería acompañada de una devaluación del dólar que mejoraría la competitividad brasileña en Europa, afectada últimamente por la apreciación del dólar en relación al euro, evaluó el economista.
Otro obstáculo al crecimiento económico brasileño, la necesidad de ampliar las fuentes de energía en ritmo más acelerado, hace preocupante el alza de los precios internacionales del petróleo.
Brasil aún importa cerca de 30 por ciento de su consumo petrolero.
Pero también en esa área el gobierno divulgó este miércoles informaciones alentadoras.
El presidente de la empresa estatal Petrobrás, Henri Reichstul, informó que la producción diaria alcanzó a 1,3 millones de barriles, acercándose al consumo nacional de 1,73 millones.
Este país alcanzará la autosuficiencia petrolera en un plazo de cinco años, cuando la firma Petrobrás logre producir 1,85 millones de barriles diarios, le aseguraron Reichstul y el ministro de Minas y Energía, Rodolpho Tourinho, al presidente Fernando Henrique Cardoso.
El consumo total en el 2005 será de 2,2 millones de barriles diarios, si la economía mantiene un crecimiento anual de cuatro por ciento, pero además de Petrobrás otras compañías estarán produciendo petróleo en el país, en áreas que comenzaron el año pasado a ser concedidas a grupos privados.
Petrobrás contará en los próximos años con un financiamiento de 4.450 millones de dólares por parte de Japón, que le permitirá ampliar sus actividades, anunció el presidente Cardoso.
Otras necesidades energéticas brasileñas serán en parte atendidas por la importación de gas natural de Bolivia y de Argentina y de electricidad argentina y venezolana. (FIN/IPS/mo/dm/if/00
