Una despoblada región en el noreste de América del Sur fue identificada por una empresa estadounidense como un sitio adecuado para lanzar sus cohetes al espacio, pero el proyecto de construir una moderna base también podría provocar fricciones entre Venezuela y Guyana.
Las cancillerías de los dos países emitieron esta semana comunicados cuyo telón de fondo es una centenaria reclamación territorial heredada de los tiempos de la colonia, que evidenciaron visiones divergentes sobre el aprovechamiento de un territorio guyanés reclamado por Venezuela.
Todo comenzó el 19 de mayo, cuando la empresa Beal Aerospace Technologies Inc. firmó con un contrato con el gobierno guyanés para establecer una base de lanzamiento de sus cohetes BA-2, en un área ubicada entre el río Waini y la costa atlántica.
Ese lugar está ubicado en pleno territorio "Esequibo", como se denomina a la zona reclamada por Venezuela, y ocasionó dos comunicados consecutivos de Caracas, que pasó de deplorar el acuerdo la semana pasada a una "una firme protesta y rechazo a este acto inamistoso" este lunes.
La cancillería venezolana consideró que su compromiso con las negociaciones limítrofes, facilitada por los buenos oficios del secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, no es correspondido por Guyana, y deploró la "participación de terceros" en actividades que afectarían el diferendo.
De acuerdo con la posición suscrita por el canciller venezolano, José Vicente Rangel, la concesión para los cohetes obstaculiza la búsqueda de una solución y es contraria al espíritu de un acuerdo suscrito en Ginebra en 1966, en el cual los dos países se comprometen a buscar soluciones políticas.
Rangel invitó a su colega guyanés Clament Rohee a sostener una reunión a la brevedad con el fin de analizar el tema.
Guyana, por su parte, rechazó "la interferencia en los asuntos internos de este país" por parte de Venezuela y rechazó que el acuerdo de Ginebra prohiba o inhiba la acción del gobierno de Georgetown en el Esequibo, "parte integral del territorio nacional".
El comunicado, publicado este martes por el diario guyanés Chronicle en su sitio web, destaca el interés del gobierno por reducir la pobreza y el desempleo, y mejorar las condiciones de vida, argumentando que para el logro de esta meta es importante lograr inversión extranjera directa.
El roce generado por el acuerdo de la base de cohetes se produjo justamente cuando los dos países habían reanudado gestiones relacionadas con el diferendo por el Esequibo, tras el nombramiento de un nuevo facilitador del secretario general de la ONU, el diplomático de Barbados Oliver Jackman.
Después de visitar a los gobiernos, Jackman se reunió con los representantes de los dos países el día 12 en Nueva York. El diplomático dijo que espera desarrollar una gestión optimista, pero condimentada con grandes dosis de realismo en vista de la complejidad del caso.
El origen legal del diferendo fue un laudo arbitral firmado en París en 1899 que concedió a Gran Bretaña, colonizadora de la actual Guyana, la soberanía sobre el Esequibo. Venezuela consideró ese documento como "nulo e írrito", argumentando que hubo dolo en la negociación.
Una de las dificultades de este proceso radica en que el territorio en reclamación cubre las dos terceras partes del actual territorio de Guyana, que heredó la disputa tras su independencia en 1966. Venezuela ha planteado en varias oportunidades su intención de buscar soluciones "prácticas".
El tema del diferendo volvió al temario binacional tras un largo silencio en 1999, cuando el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comentó que quería "colocar ese tema en la mesa de negociaciones" cuando se recordaba el centenario del polémico laudo parisino.
Las perturbaciones que podrían generar los lanzamientos de cohetes serán medidos en el tiempo, pero parece poco probable que Guyana vaya a dar marcha atrás reconsiderando su política de concesiones en el Esequibo, como sugirió la cancillería venezolana.
Un editorial del diario guyanés Mirror describió la firma del acuerdo como "un gran negocio" para un país en crisis, ya que brinda oportunidades de empleo, acelera el desarrollo turístico y proyecta una imagen de país abierto a inversiones de alta tecnología.
El consultor Cristopher Nascimento, contratado por el gobierno guyanés para promover el proyecto, advirtió a la agencia de noticias caribeña CANA News que "sin ninguna duda este acuerdo es muy conveniente para Guyana.
Se estima que la inversión en el proyecto será de al menos 100 millones de dólares por parte de Beal Aerospace, que además pagará canones de arrendamiento del terreno, 100.000 dólares anuales por gastos de aduana y entre 25.000 y 100.000 dólares por cada lanzamiento exitoso.
Beal se propone realizar sus primeros lanzamientos en 2002, con el objeto de convertirse en una empresa importante en el mundo de la novedosa "economía espacial", nutrida por numerosos proyectos que buscan oportunidades de negocios más allá de la atmósfera.
Uno de esos negocios es el de las constelaciones de satélites, destinadas a establecer redes de conexión que tienen a Internet en la mira. El mayor proyecto de este sector es el de Teledesic, que tiene como uno de sus accionistas mayoritarios a Bill Gates, y espera lanzar casi 300 satélites en los próximos años.
En el sitio web de Beal Aerospace se considera que el mercado de satélites incluye proyectos para lanzar más de 1.300 unidades en los próximos años, y su cohete BA-2 ha sido diseñado para llevar carga pesada hacia órbitas de media y de baja altura.
La empresa asegura que serán los cohetes más grandes lanzados desde los años 60 y que utilizarán combustible líquido como el peróxido de hidrógeno.
La compañía, que tiene su base de operaciones en el estado de Texas, cerca de Dallas, mantiene planes para lanzar cohetes desde Florida, desde Guyana y desde Anguila, en las Indias Occidentales.
En el caso de Guyana, la firma del acuerdo es sólo el primer paso para avanzar hacia la construcción de una base de cohetes, pues Beal Aerospace también necesita conseguir permisos ambientales y una autorización del gobierno estadounidense para exportar tecnología de misiles. (FIN/IPS/lc/ag/ip/00