/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: Renuncia autor de informe del Banco Mundial

El principal autor del Informe Mundial sobre Desarrollo que publica anualmente el Banco Mundial presentó su renuncia, aparentemente en protesta por presiones externas sobre el trabajo de su equipo.

La renuncia del economista Ravi Kanbur, profesor de la Universidad Cornell de Nueva York, se produjo tres meses antes del lanzamiento del informe del año 2000, que será el primer estudio completo del Banco sobre la pobreza desde el año 1990.

También se produjo casi seis meses después de la renuncia del último economista jefe del Banco, Joseph Stiglitz, cuyas abiertas críticas al manejo de la crisis financiera de Asia (1997-1999) por el Fondo Monetario Internacional (FMI) le valieron la ira del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers.

La renuncia de Kanbur también pudo deberse a la presión de algunos funcionarios del Banco y de Summers, preocupados porque el informe de este año sea demasiado crítico de los programas de ajuste estructural promovidos por el FMI y el Banco y de la ortodoxia neoliberal que los sustenta.

"La renuncia del principal autor de este informe insignia del Banco confirma nuestra opinión de que el Banco Mundial es incapaz de aceptar opiniones disidentes, ya sea de adentro o de afuera", declaró Alex Wilks, director del Proyecto Bretton Woods, una organización no gubernamental de Londres.

"Poco después de la salida de Joe Stiglitz de su cargo de economista jefe, esto es un golpe para una institución que trata de convertirse en un 'Banco del conocimiento' y en un 'Banco que escucha'," sostuvo Wilks.

Añadió que la renuncia "plantea interrogantes sobre quién toma realmente las decisiones en el Banco y qué pruebas u opiniones sobre el impacto de la globalización intenta suprimir".

"Lamentamos mucho su decisión de renunciar", declaró Caroline Anstey, portavoz del Banco, y agregó que la redacción del informe anual provocó un "acalorado debate".

"Ravi recibió la seguridad de que el informe sería objetivo y analítico, como siempre lo ha sido, pero él discrepó con otras voces del Banco por cuestiones de énfasis", explicó.

Aunque el informe no es un documento oficial que deba ser aprobado por la junta ejecutiva del Banco, es preparado por el personal del economista jefe y por expertos ajenos al Banco Mundial, como Kanbur y la subdirectora del equipo Nora Lustig, del Banco Interamericano de Desarrollo.

Otros funcionarios del Banco y gobiernos miembros también están invitados a hacer comentarios sobre el informe, ya que los autores producen varios borradores, en un proceso que comienza casi dos años antes de la publicación.

En los últimos años, el proceso se volvió más consultivo. Este año, por primera vez, un borrador fue publicado en una conferencia electrónica que contó con la participación de 1.500 personas de más de 80 países.

Aparentemente, el mismo borrador generó preocupaciones de fuerzas más conservadoras del Banco y del Tesoro estadounidense, porque se concentraba demasiado en los fracasos de la liberalización económica y el ajuste estructural, por un lado, y en la importancia de factores políticos e institucionales por otro.

"Muchos esperaban que el informe de este año se apartara de los anteriores y planteara debates sobre cuestiones como el libre comercio y el debilitamiento político", dijo Wilks.

Para muchos, el primer borrador del informe planteó incómodas preguntas sobre el impacto del ajuste y la globalización sobre los pobres, y sugería que la liberalización económica -consideradas indispensables por el FMI y el Banco para aumentar el crecimiento y reducir la pobreza- pueden tener efectos devastadores sobre los sectores más vulnerables.

Las fuerzas más conservadoras arguyeron que tal enfoque solo daría más municiones a los grupos contrarios a la globalización, que el pasado noviembre acapararon los titulares con sus protestas que interrumpieron las reuniones de la Organización Mundial del Comercio en Seattle.

"Muchos países pasan por un momento delicado. Si el mensaje no es claro o transmite dudas sobre las reformas, podría ser interpretado como un movimiento antirreformista", dijo una fuente.

Según Wilks, Kanbur decidió renunciar después que Summers, un antiguo promotor de los ajustes y la globalización, se involucró directamente en la re-redacción de secciones del informe sobre la globalización.

El Departamento del Tesoro no realizó ningún comentario sobre el asunto.

Funcionarios del Banco aseguraron que la versión final del informe, a publicarse en Praga justo antes de la reunión anual de la institución, en septiembre, reflejará las preocupaciones de Kanbur. (FIN/IPS/tra-en/jl/da/mlm/dv-ip/00

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