La Unión Europea (UE) y los países de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP) firmarán hoy un nuevo pacto de comercio y ayuda, tras 18 meses de negociaciones, para sustituir la Convención de Lomé que rigió las relaciones entre ambos grupos desde 1975.
El nuevo pacto, conocido como el acuerdo de Cotonou, "se basa en el respeto por los derechos humanos, los principios democráticos y el imperio de la ley, y el buen gobierno", señaló la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE.
El principal objetivo del acuerdo es la reducción de la pobreza, que se logrará mediante el diálogo político, la ayuda al desarrollo y una mayor cooperación económica y comercial.
También permitirá una respuesta más "flexible" en casos de crisis, declaró Poul Nielsen, Comisario de Cooperación para el Desarrollo y Ayuda Humanitaria, mientras los mecanismos de la Convención de Lomé se podían comparar a las "políticas de represalia total de la guerra fría'.
Las sombras de Cuba y Fiji estuvieron presentes en las sesiones del consejo ministerial conjunto de ACP-UE celebradas en Cotonou. En primer lugar, el sitio elegido para firmar el nuevo pacto había sido la capital de Fiji, pero tuvo que cambiarse debido al golpe de Estado acontecido en ese país en mayo.
El ministro portugués de desarrollo, Luis Amado, cuyo país es titular de la presidencia rotativa de la UE hasta el 1 de julio, cuando pasará a Francia, dijo que el bloque no está en posición de imponer "instrumentos" punitivos a Fuji y que Bruselas actuará para ayudar al país a controlar la crisis.
En mayo, Cuba retiró su candidatura para incorporarse al acuerdo de ACP-UE cuando varios países de la UE votaron el 18 de abril una resolución de condena de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra, contra La Habana por sus violaciones en este ámbito.
La oposición de La Habana a lo que considera la imposición de los países ricos del Norte industrializado a los países receptores de ayuda del Sur en desarrollo tuvo amplio apoyo entre los delegados de ACP.
El diálogo político entre la UE y cada uno de los estados socios o regiones desempeñará un papel fundamental para decidir la naturaleza y los objetivos de la ayuda proporcionada, según la Comisión Europea.
El acuerdo también "incluye procedimientos especiales de consulta y sanciones adecuadas para tratar las violaciones a los derechos humanos y la corrupción", señaló un comunicado de prensa de la institución.
Jamaica y República Dominicana manifestaron su apoyo a Cuba, que asistió a las reuniones ministeriales de ACP esta semana en Cotonou como observadora, en lo que consideran su rebelión contra la interferencia de los países industrializados en los asuntos internos de los países en desarrollo.
En privado, los delegados de ACP hablan de una "precondición" política impuesta por la UE a los países que deseen firmar el acuerdo de Cotonou, por la cual el bloque entregaría unos 13.000 millones de dólares a los países del sur a través del Fondo Europeo de Desarrollo.
La UE logró que el "buen gobierno" fuera un elemento clave del nuevo pacto, cuya violación podría provocar las sanciones de Bruselas, considerado una interferencia en su soberanía por la mayoría de los países de ACP.
Los funcionarios de la UE reconocen en privado la necesidad de actuar con diplomacia cuando surgen cuestiones de soberanía pero rechazan la idea de que la aparente reticencia de Bruselas de tomar una posición firme sobre la crisis de Fiji esté relacionada.
No hubo sorpresas durante las negociaciones celebradas en Cotonou esta semana, ya que casi todos los temas en cuestión se habían acordado hace meses, razón por la cual la situación de Cuba y Fiji llamó la atención.
Un tema sobre el cual no hubo acuerdo fue el azúcar, en el que ambos grupos "acordaron discrepar" y la UE declaró que no continuará con lo que considera mecanismos de apoyo a los precios de los exportadores de ACP.
El nuevo pacto sustituirá gradualmente el sistema de preferencias comerciales concedido anteriormente a los estados de ACP por una serie de acuerdos económicos basados en la eliminación recíproca y progresiva de barreras arancelarias.
En parte para cumplir con la Organización Mundial de Comercio (OMC) podría desmantelarse el acceso preferencial que gozaban el banano y otros productos de ACP en los mercados de la UE.
Aunque ambos grupos pretenden que la OMC haga una excepción con el banano, en el caso del azúcar hay un conflicto de competencia entre compañías europeas y de ACP.
Nielson dijo a la prensa que sólo uno por ciento de la inversión extranjera directa se destinó a Africa subsahariana, cuyos países comprenden más de dos tercios del grupo de ACP, y que los inversores prefieren el "buen gobierno" a la hora de colocar sus recursos.
Casi la mitad de la población de Africa subsahariana y de la mayoría de las islas del Caribe y el Pacífico que pertenecen al grupo de ACP viven en la pobreza absoluta, con menos de un dólar de ingresos por día.
Esta situación es la consecuencia tanto de "graves problemas económicos y de seria inestabilidad política", declaró la Comisión Europea.
"Sin embargo, muchos de estos países… están en proceso de democratización. A la vez, los cambios económicos comienzan a dar sus frutos. Algunos hechos, como la apertura de Sudáfrica (también signataria del pacto) y la profundización de la integración y cooperación regional en Africa occidental, ayudan a cambiar el rostro del continente", agregó.
El nuevo pacto entre la UE y ACP busca crear un contexto más favorable para el desarrollo sustentable y la reducción de la pobreza, así como revertir los procesos de marginación social, económica y tecnológica.
Tras el fracaso en diciembre del consejo ministerial de la OMC en Seattle, Estados Unidos, la UE espera que el pacto de Cotonou constituya una respuesta conjunta con ACP a los "retos que representa la globalización". (FIN/IPS/tra-en/bk/da/aq/dv-if/00