Un juicio ampliamente positivo sobre la cooperación italiana entregó el último informe del Comité de Asistencia para el Desarrollo (DAC, en su sigla en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Italia juega un papel activo en la ayuda a los países en desarrollo, señaló el DAC, encargado de evaluar las políticas de cooperación de los países miembros del foro, en el estudio que divulgó este sábado la Dirección General de la Cooperación para el Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores italiano.
El documento agrega que es este país "un importante actor internacional en el sistema de cooperación, tanto a nivel del grupo de los siete países más industrializados (G-7), como en la Unión Europea (UE) y en las instituciones multilaterales".
El proceso de reformas trajo consigo considerables progresos en la política de cooperación y destaca la propuesta de una nueva ley sobre política de cooperación que ha comenzado a debatir el parlamento italiano.
Las estimaciones provisorias respecto de lo aportado por Italia en 1999 indican que los fondos públicos destinados a la ayuda al desarrollo de los países pobres fue de 15 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
El subsecretario de Relaciones Exteriores, Rino Serri, comentó que el juicio del DAC es "ampliamente positivo", pero, al mismo tiempo, observó que hace una crítica de fondo al afirmar que los fondos otorgados por el gobierno italiano son aún insuficientes.
"Hemos pasado de 0,11 a 0,16 por ciento, que es la cifra real, pero debemos llegar al menos a 0,24 por ciento, que es el promedio de los países de la OCDE", afirmó.
Serri admitió que se deben incrementar considerablemente los recursos, y dijo que "existen los elementos necesarios para llevarlo a cabo".
El informe del DAC dice que Italia, durante 1996-98, canalizó 62 por ciento de su ayuda al desarrollo a través del canal multilateral, el más alto porcentaje entre los países de la OCDE, entidad dependiente de la UE y con sede en Francia.
Entre los puntos destacados por el informe, señala la decisión de Italia de lanzar un programa por 120 millones de dólares para la reducción de la pobreza.
Resalta también el estricto sistema de control de calidad de los proyectos, el establecimiento de oficinas en 20 países y la fuerte participación de organizaciones locales.
Subraya que Italia otorgó un importante apoyo a los procesos de paz, realizó actividades humanitarias y de asistencia al desarrollo en áreas de conflicto.
Identifica en especial la sustancial contribución al desarrollo a través de programas especiales en numerosas regiones de Etiopía y de territorios palestinos.
El informe del DAC formula una serie de recomendaciones a Italia, entre las que se destaca la necesidad de aumentar a 0,24 por ciento del PIB en los próximos tres años los fondos que otorga a la ayuda al desarrollo.
Dinamarca es el que otorga el porcentaje más alto de su PIB a la ayuda al desarrollo, con uno por ciento, seguido de Noruega con 0,91 por ciento, Holanda con 0,79, Suecia con 0,70, Luxemburgo con 0,64, Francia con 0,38, Suiza y Japón con 0,35, Finlandia con 0,32, Irlanda con 0,31, Bélgica con 0,30 y Canadá con 0,28 por ciento.
A ese grupo de países le siguen Nueva Zelandia (0,27 por ciento), Alemania y Australia (0,26), Portugal (0,25), Austria (0,24), España y el Reino Unido (0,23), Grecia (0,21), Italia (0,15) y Estados Unidos (0,10). (FIN/IPS/jp/ip/00